Casas de lectoras: el acogedor piso de 160 m2 que era una oficina, decorado por dos amigas en el País Vasco

"Mi amiga Leire acababa de terminar la obra de su casa y quería vestirla. La casa era una oficina y mide aproximadamente 160m2. La compró y realizó algunas adaptaciones para poder vivir en ella. A mí siempre me ha encantado la decoración y como ella lo sabía, me pidió ayuda. Al estar realizando mi formación en este campo, me venía como anillo al dedo.

Leire ha sido siempre una fiel seguidora de la revista el Mueble, de hecho su gusto es totalmente acorde con la revista. Nos pusimos manos a la obra y poco a poco fue saliendo mi primer proyecto como decoradora. Mi amiga está totalmente encantada con el resultado y qué os voy a contar yo, a raíz de este proyecto me he dado de alta como 'interiorista' y ya estoy inmersa en más proyectos".

¿Qué era lo que quería Leire? Ella quería que su casa fuera su refugio. Un lugar que transmitiese tranquilidad y paz nada más entrar. Para ello era necesario que la casa siguiera una tendencia uniforme, quiero decir, que siguiera una línea homogénea. Esta es la razón de que los tonos base de toda la casa son similares y neutros, la decoración no recargada y una presencia significativa de plantas.

Adicionalmente, ella quería una casa "trotera", quería una casa donde no tuviese que estar preocupada de si se mancha y vivirla sin problemas. Quería que si venía alguien en silla de ruedas no tuviese que estar preocupada de si se ensuciaban las alfombras, por ejemplo. Por ello todas las alfombras de la casa se han puesto de fibras sintéticas para poder limpiarlas incluso con estropajo.

Por último, Leire es una persona muy práctica. El salón tiene bastantes metros y pensamos que en vez de dedicarlos exclusivamente a la zona de estar y a una zona de comedor, que es lo típico, se podía hacer una zona totalmente aprovechada. Para ello decidimos convertir la parte del supuesto comedor en una zona multifuncional.

La zona auxiliar del salón realmente funciona como habitación de invitados (para que os hagáis una idea, se cierra la puerta plegable y la pared frontal con el cuadro de las algas verdes se convierte en la cama de matrimonio), como habitación de juego y esparcimiento del hijo (con una tele y PlayStation oculta en la librería) y como comedor.

Esta es la cocina con office.

Tiene un arrimadero blanco muy decorativo.

Leire también quería poder cambiar el ambiente de algunas estancias sin ningún esfuerzo, para ello lo que pensamos es en cambiar el color de los textiles, que pueden cambiarse fácilmente a tonos verdes o fucsia.