Los 6 errores que cometes al envolver regalos

Seguro que te ha pasado más de una vez que cuando te ha tocado envolver un regalo el resultado final no era lo que tenías en mente, y te ha quedado peor de lo que esperabas. Y es que seguramente estés cometiendo algunos errores que no te están ayudando.

Por eso, en este artículo, Elsa López, diseñadora de envoltorios de regalo y la primera española certificada como tal por la gurú japonesa Shiho Masuda, nos va a contar cuales son los 6 errores más habituales que la mayoría cometemos, qué alternativas tenemos para solucionarlos para que nos queden unos envoltorios modernos, minimalistas y elegantes.

1.- Quedarse corto con el papel o, todo lo contrario, pasarse de largo

Un error muy habitual es no calcular bien el tamaño de papel que necesitas para envolver el regalo. "Si te quedas corto, tienes que andar 'parcheando' el regalo pegando más papel o, incluso, tirándolo y volviendo a cortar uno nuevo. Y si te pasas con la largura, al final te sobra tanto por los lados que acabas recortando un buen trozo de papel. ¡Vamos, un desperdicio en cualquier caso!", explica Elsa.

Para que esto no te pase, "lo mejor que puedes hacer es calcular bien el papel que necesitas antes de ponerte a recortarlo. Si se trata de una caja, basta con rodear con el papel toda ella, y que por los laterales donde se cierre el paquete, te sobren un poquito más de la mitad de lo que mide la altura de la caja", añade la diseñadora.

Créditos: Maider Sierra de Mestizaa.com

2.- Colocar demasiado celo visible por todos los lados

Otro error muy habitual es utilizar demasiada cinta adhesiva o celo por todo el paquete, tanto que incluso cuesta hasta abrirlo. Y la verdad, que tampoco queda muy bonito que se vea todo el celo brillante por varias partes del envoltorio. Según Elsa, "tenemos que envolver los regalos para que se puedan abrir con facilidad, no al revés".

Un buen truco es "utilizar cinta de doble cara, es decir, la típica que tiene pegamento por ambos lados y que además es muy fácil de cortar, ya que se puede hacer directamente con las manos. Así también te ahorras el tener que andar recortando un montón de cachitos de celo y pegándolos en la mesa para cuando los vayas a usar. De paso, con la cinta de doble cara, también disimulas el celo, ya que no se ve", afirma.

Hoy en día existen cintas de doble cara de varios tamaños, lo mejor es que elijas la más estrecha para que no ocupe demasiado cuando vayas a cerrar el envoltorio.

Foto: Elsa López. Créditos: Maider Sierra de Mestizaa.com

3.- Utilizar demasiados colores y elementos

Seguro que te ha pasado alguna vez que te has puesto a envolver un regalo con cualquier papel que tenías por casa, de esos que te sobran de otras ocasiones. Lo has querido poner más bonito añadiendo algún lazo o adorno y, al final, se te ha ido de las manos.

"Intenta hacerlo de una manera más minimalista. No necesitamos papeles con colores y diseños estridentes para hacer los envoltorios más atractivos. Fíjate que incluso podemos envolver los regalos con papel de periódico, papel kraft o con papel reciclado de los que vienen en los paquetes de Amazon. Con un cordón de algodón blanco y alguna hojita o flor seca, le damos un toque muy elegante. Parece muy básico pero, ya sabes, menos es más", detalla Elsa López.

Una de las propuestas de Elsa:

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Una publicación compartida de Elsa 🐈 Café con Gatos (@cafecongatos_) el 26 Sep, 2020 a las 4:56 PDT

4.- Intentar tapar todo el regalo con el papel

La cosa se complica sobre todo cuando son grandes. En estos casos, solemos intentar "tapar" de cualquier manera el objeto con el papel. Pero muchas veces, simplemente con ponerle un adorno o cubrir sólo una parte con el papel, puede ser más que suficiente.

"Imagínate que tienes que envolver una bicicleta o un ramo de flores, seguro que con esos dos ejemplos, ves más claro que no hace falta tapar todo el regalo para que haga ilusión recibirlo", dice Elsa. Un ejemplo que a Elsa es este de Lucía Be:

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Una publicación compartida de Lucía Be (@luciabe) el 28 Ago, 2020 a las 8:53 PDT

5.- Envolver objetos con formas difíciles intentándolo de cualquier manera

"Imagínate tener delante un balón, una taza o un peluche. ¿Cómo los envolverías? Seguramente los colocarías encima del papel y empezarías a pegarle celo para intentar cubrirlo de cualquier manera", dice Elsa.

Y añade: "La cosa es mucho más fácil que eso. Puedes recortar un trozo de papel kraft que suele venir en varios tamaños (incluso más grandes y económicos que los típicos papeles de regalo de toda la vida) y crear una bolsa de papel. Después metemos el objeto dentro, le añadimos unos pliegues y un cordón y listo. Incluso, si te animas con las manualidades, puedes usar pintura acrílica y crear tu propio papel DIY".

Foto: Elsa López. Créditos: Maider Sierra de Mestizaa.com

6.- Usar los típicos lazos o moños de papel brillantes para decorar regalos

Por último y no menos importante, es que, según Elsa, "usar los típicos lazos, moños o estrellas de papel brillantes para decorar tus regalos es algo demasiado visto e incluso pasado de moda. Siguiendo con la línea del menos es más, puedes usar muchas cosas las tienes por casa o que las puedes encontrar si das un paseo por tu pueblo o ciudad. Me refiero a utilizar hojitas o flores secas, sellos de lacre, cuerda de yute o cordón blanco de algodón, fotos estilo 'polaroid' o incluso detalles de origami o papiroflexia".

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Una publicación compartida de Elsa 🐈 Café con Gatos (@cafecongatos_) el 5 May, 2020 a las 7:37 PDT

Si tienes en cuenta estos 6 errores y aplicas las soluciones que te ha propuesto Elsa López, seguro que cuando le des el regalo a la otra persona te dice eso de: "¡Me da pena abrirlo!".