1. Antes: un baño con bañera y bidé que desaprovecha el espacio En este baño, la bañera de origen se comía mucho espacio y el bidé ya no se usaba. Además, el lavamanos, muy pequeño, no daba servicio a las necesidades actuales. La mano de la interiorista Natalia Zubizarreta consiguió una transformación de revista. Después: un baño moderno en blanco con detalles en madera La bañera desapareció y se cambió por un plato de ducha. El bidé se quitó y en su lugar se colocó un amplio mueble de baño con un lavamanos de buen tamaño. Pero si algo destaca de ese baño son los acabados, entre los que predomina el blanco con pequeños toques de madera. Llama la atención la pared de la ducha, con un porcelánico que imita la madera a la perfección y aumenta la calidez. Mira el antes y después de este piso que se ha transformado sin tirar tabiques . 2. Antes: un baño pasado de moda, pero con muchas posibilidades De dimensiones grandes y hasta con una ventana, este baño ofrecía muchas posibilidades. Su estilo clásico, con suelo damero en blanco y azul, al igual que la pared, estaba un poco pasado de moda. ¡Mira qué cambiazo con la reforma! Después: la misma distribución y colores, pero mucho más moderno Pía Capdevila fue la responsable de este radical cambio. Y, aunque tanto la distribución del baño como los colores elegidos son los mismos, el estilo de este baño es mucho más moderno. Y es que la interiorista apostó por un look total white , con excepción de la parte superior de la pared, de un azul oscuro y vibrante. Después: elementos que modernizan el baño No solo la elección del color es un acierto. También se instaló una cisterna empotrada, con un resultado limpio y moderno. También la ducha a ras del suelo y la mampara creada con un solo panel da como resultado un baño actual y sin artificios. Mira cómo fue la reforma de este piso en el Eixample barcelonés . 3. Un baño anclado en el pasado con baldosas azules Aun con ventana, los azulejos azules de este baño le robaban mucha luz. El estudio R de Room cumplió con el reto, cambiando por completo su imagen y trayéndolo al siglo XXI. Después: un cambio de distribución fue la clave Todo se cambió de sitio en este baño. La bañera, antes detrás de la puerta, se convirtió en ducha y se colocó al final del baño, donde estaba el inodoro, intercambiando posiciones. El lavabo también se colocó donde estaba la bañera y la puerta cambió la dirección en la que abría –y se movió un poco– para dejar un espacio más despejado y amplio. ¿Te has quedado con ganas de más? Te invitamos a que veas cómo ha quedado este moderno y chic piso en Chamberí . 4. Antes: un baño con muchas posibilidades Este baño ya tenía todo lo que necesita esta estancia para ser cómoda, ahora solo le falta resultar más espaciosa y elegante, ya que se había quedado demodé. La interiorista Eva Mesa, de Tinda's Project vio un filón. Después: un baño más espacioso y actual La interiorista Eva Mesa, de Tinda's Project, mantuvo la posición de todos los sanitarios de este baño. La clave para hacerlo más espacioso fue derribar el murete de la ducha y en su lugar colocar un panel fijo de cristal y otro abatible como mampara. ¿Otra clave para que se vea más grande? Se alargó la ubicación del espejo, que cubre no solo la parte del lavamanos, sino que también queda por encima del inodoro. Visita el resto de esta casita de pueblo de tres plantas . 5. Antes: un baño que pedía una reforma Aunque este baño no estaba demasiado pasado de moda, algunos de sus elementos pedían un cambio. El más destacable, la bañera de origen con las mismas baldosas en las paredes que en el faldón. Tampoco la sobria e imponente encimera eran muy actuales. Después: un baño luminoso y que tiene luz propia Lo primero de lo que prescindió la interiorista Pia Capdevila fue de la bañera, pero también los azulejos beige tenían que irse. En su lugar instaló un pequeño azulejo con brillo, en tendencia, que ayuda a multilicar la luz que entra por la ventana. Mira como este piso ha ganado luminosidad tras la reforma. 6. Antes: un aseo sin ducha que ha ganado con la reforma Aunque tenía espacio hasta para un bidé, este aseo ¡no contaba con ducha! Además estaba completamente desfasado y se empleaba más como almacén que como baño. Después: un baño moderno y juvenil Tras el paso de la interiorista Natalia Zubizarreta, este baño presume de todas las comodidades. La ducha se ubicó al final, para no robar espacio y seguir permitiendo el paso de la luz que entra por la ventana. Para decorarlo, el azul ayuda a que sea fresco, mientras que las maderas clara lo iluminan y dan calidez. Mira cómo ha sido el espectacular cambio de este piso . Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .