ANTES y DESPUÉS: de cocina incómoda y pequeña, a espacio acogedor, moderno y con una idea muy estilosa para la pared

Los propietarios intentaron hacer varios 'lavados de cara' a esta cocina. A pesar de que sabían que no era tan vieja ni se veía mal, no estaba bien organizada ni era cómoda. Por eso, tomaron la decisión de que había llegado el momento de hacer la cocina nueva por completo para que cumpliese con sus necesidades.

Por ejemplo, le daban mucho uso al lavadero, pero su mala distribución no ayudaba a que fuese cómodo de usar ni fácil de mantener organizado. Lo mismo pasaba con el resto de la cocina, donde les gustaría poder sentarse a comer y para ello habían puesto una barra con sillas, pero apenas le daban uso.

¡Wow! Menudo cambio. Lo primero que tenían claro, tanto los propietarios como la interiorista, era que debían unir el lavadero con la cocina, para dejar fluir toda esa luz. Al hacerlo, consiguieron inundar todo el espacio de luminosidad natural que combina a la perfección con el mobiliario escogido. 

Los muebles bajos y las torres están lacadas en blanco puro. El blanco es un color muy arriesgado en cocinas, porque aunque es un gran aliado para conseguir luminosidad y amplitud visual, es muy probable que la cocina quede fría. En este caso, gracias a la selección del resto de materiales que abrigan el espacio, como la madera, la composición final quedó cálida y acogedora a pesar de ser un blanco puro muy luminoso.

La cocina contaba con muchas posibilidades, pero hasta el momento, no se había encontrado una buena manera de decorarla y equiparla. De hecho, la cocina en sí era muy luminosa, sin embargo, toda esa luz del sol se quedaba encerrada en la zona del lavadero, que además estaba lleno de ropa y no dejaba entrar ni un rayo de sol a la cocina.

Uno de los puntos clave de esta cocina, fue añadir el desayunador. La barra apenas la utilizaban, por lo que tuvieron que pensar en otra alternativa. La interiorista propuso poner un desayunador en el otro lado de la cocina. A la propietaria le encantó la idea, aunque no se acababa de creer que cupiese realmente en su cocina y tenía miedo de que el espacio central quedase demasiado estrecho.

El desayunador mide ahora lo ideal para dejar libre de paso hasta la encimera, la distancia ideal. El hueco del desayunador, se revistió con el mismo material de madera que los muebles altos de la cocina, aportando calidez. De esta forma pueden tener la encimera de la cocina siempre limpia y despejada. Además, los muebles del desayunador, tanto altos como bajos, le dan muchísima capacidad de almacenamiento.

Uno de los pilares del estudio era crear espacios que transmitan calma, serenidad y a la vez felicidad. Para conseguir esta "felicidad", no se usaron colores estridentes ni nada llamativo, sino detalles sutiles o pequeños cambios de textura que psicológicamente transmitan alegría.

Dentro de los recursos más conocidos para conseguir esto son, por supuesto, las plantas naturales, pero las texturas, colores y formas también nos influyen psicológicamente en esto. Para conseguir ese toque alegre, se utilizó un papel pintado de Elitis, que tiene textura y aporta el dinamismo ideal para esta cocina con su estampado floral. ¡Ideal!

En la zona del tendedero, se dejó el espacio para que ambas puertas de la ventana se pudieran abrir del todo, evitando colocar nada cerca para que no molestase al paso de la hoja de la ventana (la ventana es de suelo a techo). Además, se añadió una balda sobre el tendedero con una barra para poder colgar perchas y poder secar camisas o ropa más delicada.

En esta cocina, además, se diseñaron muebles que ocultaran ciertos electrodomésticos que arruinan la estética de la cocina. El mueble alto del fondo (pegado a la ventana), es un mueble para limpieza diseñado a medida para que cupiese la aspiradora, tabla de planchar, y el resto de cosas y botes de limpieza, separado totalmente de la zona de comida. Pero además, la lavadora y el lavavajillas están ocultos en los muebles bajos, quedando así totalmente disimulados y discretos.

Patty O'Galiano es interiorista y amante de la naturaleza. Estudió la carrera oficial de Diseño de Interiores en Madrid y sigue formándose cada día para poder dar cada vez mejores servicios a sus clientes. Tras más de 10 años viviendo y trabajando en la capital, actualmente ha vuelto a su ciudad, Algeciras (Cádiz), donde trabaja para todo el Campo de Gibraltar y Costa del Sol, aunque llega a toda España de manera online.

En el estudio se realizan proyectos de arquitectura interior para viviendas, reformas integrales y parciales y proyectos de decoración y amueblamiento. Defino su estilo como una "casa de campo moderna", llena de luz y materiales naturales. Diseña casas reales, disfrutables y duraderas, con un ambiente calmado, natural y toques alegres. La principal prioridad es crear viviendas que no solo sean bonitas, sino que mejoren la forma en que cada familia vive e interactúa en ellas.