NO cuelgues cuadros en el salón: esta es la alternativa moderna y elegante (SIN TALADROS)
En este proyecto de reforma y decoración, se ha apostado por un interiorismo clásico y acogedor con pequeños detalles decorativos que aportan modernidad. ¡Y todo tiene que ver con la forma de colocar las piezas de arte!
Actualizado a 12 de junio de 2024, 13:12
Este salón se enfrentó a varios cambios que dejaron atrás una estancia estrecha y oscura, para inaugurar un ambiente amplio, luminoso y con ideas decorativas estilosas e ingeniosas. La interiorista Begoña Susaeta, fundadora de SuBe Interiorismo, fue la encargada de regalar una nueva vida a una casa que, a pesar de estar ubicada en Madrid, es una segunda residencia de una familia que vive en el norte.
"Era la típica casa de los 70, con gotelé, suelos de madera oscura y habitaciones pequeñas y compartimentadas", explica la interiorista. Y la solución más práctica pasaba por tirar tabiques abajo y conectar distintos ambientes. Así es como nació el salón - comedor abierto a la cocina, un espacio diáfano perfecto para reunir a la familia.
CUADROS APOYADOS O CÓMO MODERNIZAR UNA CASA CLÁSICA
A pesar del espectacular cambio de distribución, hoy queremos destacar un detalle que ha acaparado nuestra atención y se ha convertido en nuestra nueva obsesión deco. Y es que a veces son los pequeños cambios los que marcan la diferencia. Y esta casa, en concreto el salón, lo confirma.
Hablamos de algo tan sencillo como de apoyar los cuadros, en vez de colgarlos en la pared. Pueden descansar sobre muros, repisas, muebles o sobre la chimenea, como ocurre en este precioso salón. La embocadura de obra y líneas modernas está coronada por una obra de arte compuesta por dos cuadros gemelos. Si bien, hay suficiente pared para colocarlos centrados y colgados, las estilistas decidieron dejarlos descansando sobre la repisa.
Aunque parezca una decisión arbitraria, tiene un efecto mucho más impactante de lo que podemos llegar a pensar. Los cuadros apoyados hacen que el interiorismo, de estilo clásico, adopte matices más modernos y desenfadados. La paleta cromática de las piezas es más conservadora y neutra, manteniendo la elegancia que caracteriza el salón. De todos modos, si se quisiera romper con la monocromía, sería el elemento clave con el que hacerlo.
La atención por los detalles ha sido tal que incluso estos dos cuadros tienen una luz técnica que los ilumina de forma directa, enfatizando su presencia en la decoración durante la horas de menos luz.
Desde un punto de vista práctico, esta idea nos permite mantener en mejor estado las paredes, ya que evitas agujerearlas, agrietarlas o marcarlas. Y si entramos en el terreno de la limpieza, también facilitan tareas como sacar el polvo, ya que se pueden retirar cómodamente e incluso puedes llegar a la parte superior para limpiarla a conciencia. Y es que en los cuadros colgados, muchas veces no llegamos y acumulan polvo.
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