¿Qué pasa cuando tu vivienda tiene siete siglos a sus espaldas? Cuando ha sido ¡un convento! O incluso la residencia de verano del rey Alfonso XIII.

La casa en la que hoy entramos tiene 700 años de historia, ha pasado por dos de rehabilitación y cuenta con el mar Mediterráneo como principal fuente de inspiración. Un currículum capaz de impresionar a cualquiera. Pero Lluïsa, su dueña, no se sintió para nada intimidada. Es verdad: poco imaginaba que acabaría viviendo en un convento del siglo XIV. Pero el enamoramiento pudo más. Lo que sedujo a la pareja de esta casa fue, sobre todo, que se encuentra en el parque natural del Garraf, en pleno Penedés, provincia de Barcelona: “Mi marido es un apasionado del mar y al verla, con el mar envolviéndola, se enamoró”.

Necesitaron más de dos años de obras, pero no se arrepienten de nada. “Solo quedaba en pie la estructura de la casa, y como es una finca catalogada había que respetarla. Los interiores estaban en ruinas, con pintadas, crecían plantas entre la rocalla del suelo...”, recuerda Cuca Arraut, responsable de la rehabilitación y el interiorismo.

Cuca optó por maderas nobles, lino, cáñamo, texturas naturales y una base cromática en tres tonos para los interiores: blanco, azul y gris. “Colores frescos y vinculados con el mar”.

Lluïsa está encantada con el resultado: “Despertarse aquí es como hacerlo en un barco, en medio del mar”. De esa vida anterior solo queda lo bueno.