Así es la casa de verano de la interiorista Pia Capdevila. ¡Era una antigua rectoría!

"Esta gran mesa es para disfrutar de largas sobremesas con amigos. Y tiene vistas a la iglesia del pueblo y al jardín. Para nosotros, ¡es un sueño cumplido!", continúa. 

Preparada para recibir, la mesa de verano que ha preparado la interiorista es relajada y acogedora gracias al mantel de lino de color beige y los bajoplatos y otros elementos en fibras naturales, que la llenan de calidez. ¿La nota de color? La pone la cristalería de color rosa. 

Para Pia y su familia, "la distribución de la casa era perfecta para lo que necesitábamos. Y quisimos mantener su esencia. Las puertas y los suelos fueron muy importantes para eso. Aquí podéis ver el comedor, entramos a él directos desde el porche".

También se accede al comedor, dejando a la vista la estructura original de la casa, con el techo ligeramente abovedado y que crea un juego de luces y sombras muy atractivo. 

Una de las claves de la reforma fue mantener la esencia de esta antigua rectoría, pero con ciertos toques modernos que actualizaran la decoración. Por eso, piezas recuperadas como el aparador casan a la perfección con las obras de arte con las que la interiorista ha decorado las paredes. 

La zona de estar queda enmarcada por la alfombra de fibras y el sofá con chaise longue que invita a toda la familia a sentarse. A su lado, un baúl recuperado contrasta con el aspecto más moderno del sofá. 

“Me gustaba un tono lavado, acorde con la casa, de un aire algo envejecido. Por eso elegí este verde empolvado para el distribuidor”, explica. Es el color NCS 3010-B90G. El escritorio antiguo es la prueba de que decorar con muebles vintage siempre es un acierto.

"Entremos la cocina y os cuento la historia: la original también estaba aquí. El suelo lo escogimos en verde y grises y los muebles, con puerta lacada gris, tirador rústico de hierro y encimera de laminado efecto madera para darle un look más cálido. ¿Qué os parece la lámpara colgante en la isla? A mí me encanta", dice. 

Fíjate en los taburetes, la estantería con las cajas de madera, las puertas verdes de la alacena recuperada... Todo en esta cocina inspira a lo rústico y el origen de esta casa, pero con un toque actual gracias al color. 

"En la cocina había una antigua alacena que restauramos por completo y pintamos, ¿habéis visto qué bonita ha quedado? Ahora la usamos como vajillero", nos cuenta la interiorista. 

"Es una suite que me inspira mucha tranquilidad, decorada con blancos y linos naturales. Para mí, es un rincón perfecto para lecturas de verano y relax. Lo que me encanta es que todas las estancias gozan de muchísima luz natural, ¡y es una maravilla despertarse así!", explica Pia. 

Además de los elementos en mimbre y otras fibras naturales, el armario con los frentes acanalados también son un recurso perfecto para este dormitorio rústico. La ropa de cama de lino junto con el edredón con pequeños motivos florales acentúan el efecto. 

Entre moderno y rústico, el baño al que se accede desde el dormitorio luce un mueble de madera de líneas modernas con lavabo sobre encimera y un espejo tipo ventana con el marco envejecidos ofrece el toque rústico.

"Aquí me dejé llevar por las flores como decoración, con un look muy de ‘cottage’. Puse papel pintado y camitas de forja", continúa explicándonos.

Con un aspecto más rústico –gracias a la mesa tocinera recuperada–, el aseo de cortesía es pequeño, pero muy cómodo y lumionoso. Para conseguirlo se ha combinado azulejos blancos con papel pintado en la parte superior de las paredes.  

Ella es Pia Capdevila, interiorista de muchas casas El Mueble con ideas geniales.