Alba Camuñas Rosas (albacrosadesigns en Instagram) es una de esas influencers cuyo contenido enamora a primera vista. Esta diseñadora e ingeniera industrial de Madrid está afincada en Barcelona. Hace un tiempo, cumplió uno de sus sueños de vida: comprar una masía catalana y reformarla con sus propias manos. Una tarea que le ha llevado tiempo y dedicación, pero de la que hemos podido disfrutar gracias a sus publicaciones en redes sociales.
Entre otras cosas, Alba se dedica a decorar mesas. La estética y el buen gusto se ven reflejados en cada decisión que ha tomado en su masía. Su estilo romántico con toques rústicos y clásicos es inconfundible. Nosotras nos encantamos con cada pasito que ha dado en su nuevo hogar. ¿Te animas a visitarlo a través de este recorrido?
Primeras reformas
Evidentemente, reformar una masía de 700 años no es una tarea sencilla. Alba comenzó abordando uno de los elementos más característicos de este tipo de construcciones: las paredes. A lo largo del proceso, en algunas partes ha retirado el yeso para dejar a la vista las piedras originales. El estilo auténtico de la masía es incomparable. Esta elección ha conseguido conservar la historia y esencia del lugar.
La restauración se ha llevado a cabo respetando la arquitectura y los detalles históricos. Llama la atención el fantástico portón antiguo que aún conserva una pequeña puerta utilizada en su día para permitir el paso de los animales. Además, la estructura interna de la masía cuenta con paredes de 70 cm de grosor y arcos de piedra. También se han encontrado con una antigua puerta cegada que da un tono misterioso a toda la casa.
Otro hallazgo son los fantásticos techos abovedados y las bóvedas catalanas. Estructuras arquitectónicas muy propias de la región y que conservan el alma auténtica de la masía.
Una cocina encantadora
Uno de los espacios más inspiradores de la reforma es, sin duda, la cocina. Alba decidió picar las paredes para sacar a relucir la piedra original, logrando así una atmósfera rústica y acogedora. En el proceso, aprendieron tareas de albañilería como el montaje de ladrillos y la creación de una campana de cocina construida con perfiles de acero.
Para el salpicadero, optaron por azulejos modernos que contrastan con la encimera de microcemento, un material duradero y de fácil mantenimiento. La mesa central de la cocina es una pieza artesanal elaborada con ayuda del padre de Alba. La pintaron en un tono marrón oscuro y consiguieron una pieza con carácter y de gran valor emocional.
Otro de los elementos de la cocina que más llama la atención, es la chimenea. Gracias a ella se puede disfrutar de comidas típicas como los calçots catalanes. También dejaron la vajilla expuesta en las estanterías, algo que acentúa el aire hogareño de la estancia.
Toques de verde menta
El verde menta se ha convertido en uno de los colores protagonistas de la masía. Alba ha decidido aplicar este tono en varias áreas de la casa, comenzando por la gran puerta de entrada. Desde el interior, el portón da una bienvenida cálida con un toque de color. Asimismo, el verde menta se disfruta en algunos acentos de la cocina.
Secretos escondidos
Uno de los aspectos más fascinantes de la reforma ha sido la revelación de antiguos secretos arquitectónicos. En el baño de invitados, por ejemplo, Alba decidió renovar el suelo. Al retirar las baldosas, encontraron un gres de los años cincuenta que estaba sobre el suelo original de barro cocido. Pero las sorpresas no terminaron allí: al examinar más a fondo, descubrieron un área hueca que resultó ser un antiguo silo. Antaño, los silos eran grandes almacenamientos subterráneos con tapa que se utilizaban para guardar el grano. Al fermentar, se producía un efecto hermético instantáneo que permitía conservar el alimento por muchísimo tiempo.
La reforma de esta masía catalana nos sorprende y nos inspira. Un DIY atrevido que va más allá de los pequeños elementos decorativos. ¿Por qué no reformar una vivienda antigua y llena de sorpresas históricas?