La nueva casa de María José Suárez: estilosa, amplia y con cocina unida al salón

Nada más entrar, ya podemos comprobar como María José Suárez ha cuidado hasta el último detalle para ahorrar espacio. La puerta que nos lleva a las estancias más importantes de la casa es corredera y de cristal, factor que hace ahorrarse unos centímetros y que se vea el salón mucho más amplio. A esto se le suma el suelo de mármol blanco, que da una sensación de extensión muy agradable. 

La sevillana ha querido poner una gran isla en el centro de la estancia, con doble funcionalidad: la primera es que se encuentra la zona de cocción, por lo que a la hora de preparar los platos, todo se centra aquí. Por otro lado, hace de separación de la cocina y el salón, así que ambos espacios quedan divididos, pero a la vez integrados. La lámpara es actual y se complementa con los tonos oscuros de la isla, que hacen de contraste con los colores suaves de las paredes. 

La cocina destaca por tener unos tonos menos suaves que el salón, por lo que gana personalidad y es fácil de diferenciar con el resto del espacio. Los electrodomésticos se incorporan en el mobiliario, por lo que no ocupan centímetros de superficie. Además, una de las cosas que más nos gusta es que está muy bien ordenada, y esto es gracias a la gran capacidad de almacenaje de sus cajones. 

Otro de los usos que tiene la isla, es que también sirve para comer y pasar el rato con los más allegados. Los taburetes altos, con sillones de la misma tonalidad que la encimera, es un gran acierto porque contribuye a la armonía suave de la cocina y el resto de elementos. 

María José Suárez nos demuestra que tiene un mucho gusto a la hora de decorar y, un ejemplo, es la mezcla de arte antiguo con contemporáneo. La versión abstracta de Las Meninas de Velázquez o el torso romano de la mesa, se unen con el mármol lujoso de la mesa bajita y los cojines del sofá. 

Uno de los rincones más especiales del salón es el que está cerca de la ventana, ya que entra mucha luz  y es amplio. El sofá blanco da mucha elegancia y la zona de la chaise longue no es muy larga, por lo que no ocupa mucho espacio. Los cojines ponen el toque de color y la alfombra de tonos tierra es perfecta para el verano. El toque más diferente lo pone la lámpara gracias a sus motivos decorativos, que proporcionan una textura única al espacio. 

La zona con mayor luminosidad es la del comedor, que da a la zona exterior. La mesa es de madera firme y consistente, y da ese aire natural muy necesario en cualquier estancia. Las sillas son clásicas, con tonos muy suaves, que siguen por la línea suave del resto de la casa. Además, también podemos ver el jardín, que tiene piscina y un espacio con hamacas y sombrilla dedicado al relax.