Pintar las paredes de nuestra casa de colores suaves siempre es un acierto. El blanco roto o el beige claro son dos tonos que dan paz, armonía y elegancia a cualquier hogar. Son las mejores alternativas a esas tonalidades más llamativas que, viéndolas las 24 horas, nos pueden influir negativamente en nuestro estado de ánimo.
Para poner un toque de color y darle una gran personalidad a la casa, se puede jugar con los tonos de los diferentes elementos. Estos pueden estar integrados en el mobiliario, jarrones, marcos... pero los que marcan por completo la diferencia son los textiles. ReAportan un toque vivaz gracias a su mezcla de estampados y texturas. Cuidando cada detalle y tonalidad, la imagen de las estancias se ve completamente renovada.
Los textiles más fáciles de combinar y variar son las fundas de cojín. Por eso, H&M Home nos presenta una gran gama de diferentes patterns y formas. Todos ellos son muy elegantes y con motivos perfectos para el verano. ¡Mira, mira!