En varias partes de España, se avecinan lluvias intensas. Por este motivo, mejor estar alertas y prevenir, que lamentarse luego. Aunque pueden ser pasajeras, su efecto puede ser devastador, afectando a viviendas, infraestructuras y, en especial, a aquellas casas bajas, sótanos y garajes que están más expuestos al impacto de la lluvia torrencial. Pero la buena noticia es que con algunos consejos y cuidados, puedes reducir el riesgo de que el agua entre en tu hogar y dañe la estructura o el mobiliario. Sigue leyendo para conocer algunos
consejos prácticos y sencillos que pueden hacer una gran diferencia.
Cómo evitar que entre la lluvia en tu casa
Por suerte, existen soluciones sencillas y prácticas para proteger el hogar de las inclemencias del tiempo y minimizar los efectos de las lluvias fuertes. Desde identificar los puntos críticos de la casa hasta asegurar una buena limpieza y sellado de puertas y ventanas, hay pasos que se pueden tomar para reducir el riesgo de daños. Con esta serie de consejos que te presentamos estamos seguros de que podrás proteger tu hogar de las fuertes lluvias que se avecinan.
1. Evalúa las zonas de la casa más expuestas a la lluvia
Terrazas, balcones, patios y tejados suelen ser las áreas de la casa que más sufren con las lluvias. Por ello, es esencial revisar con regularidad su estado. ¿Ves alguna grieta o desperfecto? Una revisión a tiempo puede evitarte problemas mayores.
2. Mantén limpios los canalones y sumideros
La acumulación de hojas, polvo y suciedad en canalones y sumideros es la causa más común de atascos y pequeñas inundaciones. Es importante revisarlos y limpiarlos frecuentemente para permitir que el agua fluya sin problemas.
3. Asegúrate de que tus ventanas están bien selladas
Las ventanas son un punto de entrada frecuente para el agua de lluvia. Un truco sencillo es limpiar los carriles para que cierren bien y comprobar el estado de las siliconas que sellan las juntas entre el cristal y el marco. Estas pequeñas reparaciones pueden evitar grandes filtraciones.
4. Protege las puertas exteriores
Para las puertas que dan a exteriores, como terrazas o patios, instalar burletes anti-agua puede ser la solución ideal. Estos accesorios, generalmente autoadhesivos, ayudan a mantener el agua fuera, especialmente cuando las lluvias son intensas.
5. Limpia regularmente las áreas exteriores
Las zonas expuestas a la intemperie, como terrazas y patios, acumulan polvo, hojas y tierra, que retienen humedad. Mantenerlas limpias evitará la formación de charcos o pequeñas plantas que pueden dañar la estructura y favorecer la entrada de agua.
6. Aisla la fachada contra la humedad
Aislar la fachada no solo es recomendable sino necesario para proteger las paredes exteriores de la humedad. Desde pinturas impermeables hasta telas asfálticas, existen distintas soluciones en función de cada tipo de vivienda. Un aislamiento adecuado hará que la lluvia no se cuele en la estructura de tu hogar.
7. Identifica las zonas interiores más húmedas
Dentro de casa, algunos puntos son más propensos a la humedad: los marcos de las ventanas, las esquinas de los tejados y los zócalos suelen necesitar un mantenimiento adicional. Unas capas de pintura aislante o el sellado de grietas pueden evitar que la lluvia filtre en estos lugares.
8. Poda las plantas cercanas a la casa
Aunque no lo parezca, la vegetación cercana puede afectar la protección de tu hogar. Hojas y ramas suelen caer y bloquear los sumideros y sifones. Mantén podadas las plantas para evitar que obstruyan el flujo de agua.
9. Revisa los elementos exteriores de la vivienda
Durante una tormenta, no solo el agua, sino también el viento puede causar estragos. Revisa que tejas, antenas, barandillas y cualquier otro elemento exterior esté bien fijado para evitar que se desprenda y cause daños adicionales.
10. Ventila el hogar en caso de humedad
Si, a pesar de todos los cuidados, el agua logra entrar, ventilar es clave. Retira el agua manualmente y abre las ventanas para secar las áreas afectadas. Si vives en una zona propensa a inundaciones, considera soluciones más robustas, como sacos de arena o planchas de protección.
Con estos simples consejos, puedes proteger tu hogar y minimizar los daños que las lluvias intensas puedan causar. Recuerda que, a veces, pequeños mantenimientos preventivos pueden evitar grandes gastos y problemas en el futuro.