A pesar de ser zonas de paso de lo más prácticas, los pasillos suelen quedar relegados al olvido en la mayoría de las casas. No les hacemos mucho caso a la hora de decorarlos, cuando en realidad, podemos sacarles el máximo partido. Terminan convirtiéndose en espacios aburridos y sin gracia.

Sin embargo, si te esfuerzas un poco, seguro que puedes encontrar la manera de insuflar vida nueva al pasillo de tu casa. ¿Quieres una idea? Decóralo con plantas: te contamos cuáles son las mejores especies para poner un toque vegetal en las zonas de paso.

Cómo elegir plantas para el pasillo

Las plantas de interior le dan vida y belleza a cualquier pasillo, aunque es importante tener en cuenta ciertas claves si quieres acertar con la elección de las mejores especies. A saber, estas son las esenciales:

  • Apuesta por plantas poco voluminosas que no ocupen mucho espacio. Conviene que sean pequeñas o de tamaño medio.
  • Coloca las macetas sobre los muebles y, si no tienes muebles en el pasillo, ponlas en el suelo, siempre cuidando de que no obstaculicen el paso.
  • Si te gustan las plantas colgantes instala una repisa en la pared para poner una maceta con una de estas especies. Además de decorar el pasillo de forma original, no ocupa espacio en el suelo.
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1.

Pon un helecho en tu pasillo

Pasillo con mueble bajo y pavimento de madera. Encima, helecho decorativo.

Pasillo con helecho decorativo.

El Mueble

De todas las plantas que puedes elegir para decorar tu pasillo el helecho (Nephrolepis exaltata) es una de las más espectaculares, gracias al color verde intenso de sus hojas. Además de esta belleza fresca y natural, el helecho cuenta con otras ventajas. Para empezar, es una planta que no necesita mucha luz por lo que es perfecta para pasillos oscuros en los que la luminosidad escasea. Si quieres que tu helecho crezca feliz, procura protegerlo de las corrientes de aire y de los radiadores en invierno. Riégalo a diario pero sin pasarte con la cantidad de agua, y pulveriza sus hojas en verano para combatir el calor.

2.

Cinta, una belleza muy familiar

Una casa con una cinta.

Cesta de fibras naturales con cinta.

El Mueble

La cinta (Chlorophytum comosum) es una planta perfecta para decorar el pasillo: es de tamaño pequeño, fácil de cultivar y crece bien en espacios poco luminosos. ¿Se puede pedir más? Sí, que sea una planta bella y decorativa. La cinta, que tantas veces hemos visto en las casas familiares, lo es gracias a sus hojas largas, planas y estrechas, de color verde y con los bordes blancos. ¡Nos encanta! Para mantenerla en perfecto estado dale los cuidados que necesita, riégala de manera abundante en verano y con moderación en invierno, procurando que la maceta donde la plantes tenga un buen drenaje. 

3.

Planta de Jade, la suculenta más decorativa

Maceta de cemento con una planta de jade.

Una maceta de cemento con una planta de jade.

Pinterest

La Crassula ovata o planta de jade lo tiene todo para que la elijas sin dudar. Es una suculenta bella, muy fácil de cultivar, perfecta para cualquier rincón de la casa, incluido el pasillo. Sin embargo, has de tener en cuenta que necesita abundante luz natural, por lo que no es la mejor opción si tu pasillo es oscuro. Si la cultivas, solo tendrás que procurarle un riego moderado y escaso, ya que sus hojas carnosas acumulan agua lo que le permite tolerar cierta sequía. Como es una planta de crecimiento lento es muy adecuada para espacios reducidos.

4.

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5.

Zamioculca, ideal para rincones oscuros

Una zamioculca en maceta.

Mano sujetando una maceta con una zamioculca.

Unsplash

De hojas verdes y carnosas, la zamioculca (Zamioculcas zamiifolia) es una planta suculenta muy decorativa en el interior de casa, también en pasillos, recibidores y otros espacios pequeños. Uno de sus mayores alicientes, cuando se trata de cultivarla en el pasillo de casa, es que es una especie capaz de crecer en emplazamientos oscuros, sin demasiada luz natural. Necesita un riego moderado, y un sustrato con buen drenaje que evite los encharcamientos, ya que no los tolera. ¿Las hojas de tu zamioculca se están volviendo amarillas? Eso significa que la estás regando en exceso o que sus raíces están encharcadas. 

6.

Diefembaquia, una especie de hojas bellas y originales

Hojas de una diefembaquia.

Una diefembaquia con grandes hojas.

Unsplash

Puede que no tenga flores, ¡ni falta que le hacen! La diefembaquia (Dieffembachia maculata) es toda una belleza de hojas grandes y peculiares, con distintos matices de verde y un dibujo de lo más original. Posee cualidades que la hacen perfecta para el pasillo: es resistente, sencilla de cultivar y soporta de maravilla la falta de luz natural. Para regarla adecuadamente espera a que el sustrato esté completamente seco entre riego y riego. Eso sí, le encanta la humedad ambiental por lo que no está de más que la pulverices con frecuencia, sobre todo en verano, y también en invierno si está cerca de un radiador. 

7.

Cóleo, un espectáculo de color

Planta colorida llamada Cóleo.

Una planta Cóleo, muy colorida.

Unsplash

El encanto del cóleo o cretona (Coleus blumei) reside en sus hojas, de colorido diverso y muy original y con un dibujo espectacular, en tonos verdes, rosas y morados. Aunque en ciertas zonas geográficas puede cultivarse en el exterior, al llegar el otoño conviene meterla dentro de casa, ya que no soporta el frío. En cuanto al riego, necesita que este sea abundante. Si tu pasillo tiene una buena iluminación, el cóleo puede ser una opción perfecta para decorarlo.

8.

Poto, una planta colgante especial

Planta colgante llamada Poto.

Poto, una planta colgante ideal para el hogar.

Unsplash

¿Quieres una idea genial para decorar el pasillo con plantas? Añade una especie colgante y consigue un efecto wow. El poto (Epipremnum aureum) es la planta perfecta porque, además de crecer genial en una maceta colgada del techo, o colocada en una repisa en la pared, es una especie de fácil cuidado que no te dará quebraderos de cabeza. ¡Por algo es tan famosa y la hemos visto en tantas y tantas casas! Eso sí, no es una planta para rincones oscuros, ya que necesita bastante luz para desarrollarse fuerte y saludable. Elige el poto si tu pasillo es luminoso, aunque no lo expongas a los rayos directos del sol. Para regarlo vigila el sustrato y deja que esté seco durante dos o tres días antes de volver a aportarle agua a tu poto.

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