Las rosas, conocidas por su belleza y fragancia cautivadora, son una de las flores más populares en jardinería y la decoración de los hogares. Estas plantas pertenecen al género Rosa y existen en una amplia variedad de colores, tamaños y formas. Las rosas se han cultivado durante siglos en todo el mundo y son apreciadas por su versatilidad y su capacidad para prosperar en una variedad de climas y condiciones.

Pero para que las rosas prosperen y produzcan flores hermosas de manera continua, es esencial proporcionarles los nutrientes adecuados. Utilizar un fertilizante orgánico en lugar de uno no orgánico puede marcar una gran diferencia en la salud y el rendimiento de las rosas. Además, es fundamental saber cuándo y cómo se deben fertilizar las rosas para proporcionarles las condiciones adecuadas para su crecimiento y floración. A continuación, algunos consejos prácticos.

El fertilizante orgánico, el caballo ganador para las rosas

En el universo de la jardinería, existen dos tipos de fertilizantes, los orgánicos y los no orgánicos. En nuestra opinión, los fertilizantes orgánicos son los más recomendables tanto para la salud y belleza de las rosas como para promover la sostenibilidad ambiental al no usar productos químicos sintéticos. Los orgánicos, por su parte, están hechos de materiales naturales como estiércol compostado, guano, harina de huesos, algas marinas y otros componentes biodegradables.

Por tanto, los fertilizantes orgánicos son muy beneficiosos para las rosas, ya que les proporcionan una fuente equilibrada de nutrientes esenciales, incluidos nitrógeno, fósforo, potasio y micronutrientes, de una manera más suave y gradual que los fertilizantes químicos. En general, las ayuda a mejorar la estructura de su suelo, aumentan su capacidad para retener agua y nutrientes, promueven su actividad microbiana beneficiosa y fomentan un crecimiento sano y sostenible.

Oídio en rosales

Rosales. 

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La forma correcta de fertilizar rosas

A la hora de fertilizar las rosas, es muy importante tener en cuenta en qué etapa de crecimiento se encuentra o si está plantada en suelo o en maceta. Para que te hagas una idea:

1. Rosas recién plantadas

Las rosas que están recién plantadas en el suelo o que han sido trasladadas a un nuevo lugar de cultivo, se encuentran en sus primeras etapas de adaptación al nuevo entorno, por eso, debes fertilizarlas teniendo en cuenta lo siguiente:

  • Utiliza únicamente fósforo para fertilizarlas y así fomentar el crecimiento saludable de las raíces. Después de la primera floración de la planta, puedes usar otros fertilizantes.
  • Antes de fertilizar, preparar la tierra del agujero de la plantación con materia orgánica para crear un entorno rico para tus rosas.
  • Incorpora un fertilizante de liberación lenta para ayudar al desarrollo de las raíces. Si es lo combinas con otro fertilizante de harina de huesos, mucho mejor.
  • Esparce de 1/4 a 1/2 taza de sales de Epsom alrededor de la base de la planta. Esto fomentará el desarrollo foliar y de los tallos.
  • Continúa fertilizando cada 3 a 4 semanas mientras las rosas se van estableciendo.

2. Rosas ya plantadas

Este tipo de rosales llevan ya un tiempo considerable plantado en suelo y han podido desarrollar su sistema radicular fuerte y una estructura de crecimiento estable. Por eso, sus necesidades relacionadas con la fertilización son diferentes:

  • Fertiliza cuando aparezcan las primeras hojas y ya no haya peligro de heladas fuertes. Después, el calendario de fertilización debería basarse en cuánto tiempo y con qué frecuencia la rosa está floreciendo, generalmente suele hacerlo alrededor de una a dos veces al mes.
  • Lo ideal es que las fertilices después de cada ciclo de floración, reduciendo gradualmente la cantidad de fertilizante a la mitad en cada nuevo ciclo. Deja de fertilizar seis a ocho semanas antes de la primera fecha promedio de heladas.
  • Fertiliza las rosas una vez que entren en estado de reposo. Agregar fertilizante no dañará a las plantas en este punto, pero las preparará para la próxima primavera, que es cuando florecen.

3. Rosas cultivadas en maceta

Estas rosas, como te imaginarás, no están plantadas directamente en el suelo, sino que están cultivadas en maceta o recipientes grandes. 

  • Revisa su follaje con regularidad. Si ves que sus hojas empiezan a tornarse amarillas, esto es síntoma de una deficiencia de nutrientes y las rosas necesitarán de una fertilización adicional.
  • Para ello, mezcla un fertilizante granular de liberación lenta para rosas en la tierra de maceta al plantar inicialmente los rosales en sus recipientes y, después, agrégale harina de huesos para ayudar a desarrollar raíces saludables.