El método de orden en casa de Marie Kondo es uno de los más seguidos en todo el mundo. Seguramente alguna vez has leído algunos de los libros de la experta en organización. Cautivó a medio mundo con sus tips para llevar una vida más ordenada en casa, empezando por el armario hasta la cocina. Gracias a estos pequeños gestos, según la propia Marie Kondo, se conseguía paz mental y una vida más organizada en todos los ámbitos (tanto personal como profesional).

Sin embargo, hace meses que Marie Kondo confesó que ni hasta ella misma puede seguir su método con exactitud. Es decir, que hay que tener flexibilidad. "Ya sea el método Konmari o cualquier otro, hay que entenderlo como una guía sobre la que desarrollar nuestro plan de orden. Es decir, hay que adaptarlo a nuestras necesidades, a nuestro tiempo y a nuestro espacio. Lo mejor es sentarnos, tomarnos el tiempo suficiente para pensar bien en cómo hacerlo. Hay que empezar por observar tu armario, tu cocina, tu salón o el espacio que sea y ver si esa solución te va bien a ti. Hay muchas y variadas soluciones de orden, se trata de encontrar la que nos sea más cómoda y sencilla de mantener. Ni todas las casas, ni todas las personas son iguales, luego no hay una solución común que nos valga para todas", comenta la experta en orden, Cristina Muñoz.

Si has decidido implementar el famoso método de Marie Kondo, quizás no te hayas dado cuenta de que el mayor error que se suele cometer es no adecuarlo a nuestro estilo de vida. "Hay un orden específico para cada individuo y se debe adecuar tanto al espacio como a su propio estilo de vida. Nosotras descubrimos el orden de manera conjunta con cada persona", aseguran Itziar y Lola Ferrándiz de Ordena tu vida. Junto a estas dos expertas y también otra organizadora profesional, Cristina Muñoz Bolaño, creadora de ordenyespacios.com, hemos querido ver cuáles son los errores más comunes que se cometen al seguir el método KonMari y cómo ponerle solución. ¿Te sientes identificada con alguno?

Los errores más comunes al seguir el método KonMari

1. Doblar absolutamente todo

Seguramente tengas en la mente esa imagen de Marie Kondo diciendo que todo hay que doblarlo. Pues bien, es un error y así también lo aseguran algunas expertas. "Sin duda, por muchos motivos consideramos que hay prendas que deben ir colgadas: para tenerlas más a la vista, evitar que se arruguen, porque son las prendas favoritas o simplemente queremos tenerlas organizadas por colores y con mayor acceso. Incluso porque sean prendas que tienen un tejido concreto que requieren estar más estiradas. Cada vestidor/ armario tiene diferentes oportunidades según la estructura, volumen de prendas y los deseos de cada persona, lo ideal es darle un sentido particular al espacio", comentan Itziar y Lola Ferrándiz, expertas en orden en 'Ordena tu vida'.

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No es necesario doblar absolutamente todo para seguir el método de Marie Kondo.

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En esto está de acuerdo Cristina, quien afirma "que hay muchas prendas que se mantienen muy bien dobladas, al igual que muchas otras están mejor colgadas. Por poner un ejemplo, yo prefiero doblar las camisetas y disponerlas en vertical. Es una solución que no me cuesta mantener. En cambio, cuando reordené junto a mi hijo su armario y pensé en cuál será la solución más fácil para él, entonces vi que era tenerlas colgadas".

2. No deshacerte de nada y solo ordenar

Es importante ordenar y también quitar ciertos apegos de"lo que ya no se usa y debemos buscar el equilibrio, aprender a vivir con menos y con lo realmente necesario hoy. El truco es mirar las pertenencias como un espectador y observarlas como si no fueran tuyas, ser conscientes de si las volverías a comprar de nuevo o no, para darnos realmente cuenta de si tienen el valor que se les está dando. Los objetos nos irán hablando de alguna manera y sabremos si nos tenemos que deshacer de ellos o no", comentan desde Ordena tu vida.

3. No ser flexible con el plan de orden

Hasta Marie Kondo se ha dado cuenta de la importancia de la flexibilidad. También lo tienen muy claro las expertas. "Siempre trabajar sobre un método que ayude a guiar a las personas, pero de manera flexible para adaptar la propuesta de cambio y transformación, acercándonos al problema concreto. Que sea un proceso duradero donde se pueda mantener el orden en el tiempo y siempre gestionarlo según la disponibilidad y sus hábitos", comentan Itziar y Lola.

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El orden en casa debe adaptarse según los ritmos y vida de quienes la habitan.

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Al final, "no es lo mismo las necesidades de una madre con niños que vive en un piso pequeño, que la de una mujer que vive sola en un loft de 150 m². Exigirnos lo mismo en todas las circunstancias puede generar una carga mental que nos haga desistir de nuestro propósito. Apostamos porque el orden, una vez que entre en tu vida, se quede, porque te hace sentir bien y mejora tu vida", comentan las expertas.

4. Deshacerte de demasiadas cosas

Nos gusta el minimalismo, pero es cierto que no siempre el orden es sinónimo de deshacerte de todo. "Hay una fórmula infalible que es preguntarse con sinceridad algunas de estas cuestiones: ¿esta prenda la hemos usado este verano?, ¿releeremos este libro?, ¿seguiremos usando esta vajilla?... Realmente todo esto es útil ahora o ya ha pasado a la categoría de los famosos por si acaso. Esta es la clave que tenemos que tener presente en cada momento y ser prácticos para vivir sin excesos, más liberados y siendo coherentes con todo lo que nos rodea, para tener una vida más ordenada", comentan Itziar y Lola de Ordena tu vida.

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Tienes que buscar el equilibrio entre deshacerte de cosas y deshacerte de todo.

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Cristina también aconseja medir según el valor de las cosas, y no habla de forma económica. Según la experta, para saber cómo deshacerte de las cosas hay que hacer caso a una división. "Las cosas las podemos dividir en cuatro grupos: las de valor alto (las que usas muchísimo), las de valor medio (las que usas mucho), las de valor bajo (las que usas menos) y las de valor nulo (las que no usas). Al principio nos puede costar, pero acabas llegando a tomar distancia de las cosas y a verlas como algo que te ofrecen una utilidad. Cuando llega ese momento te vuelves la gran guardiana de tu casa y te planteas que hay muchas cosas que no merecen ocupar espacio en tu hogar. Simplemente, porque no son útiles".

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