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1.

Los gatos quieren espacio: no lo llenes

No abuses de los detalles y de las piezas. Las mascotas agradecen el espacio libre para corretear a sus anchas. Mejor piezas contundentes y superficies que no estén llenas de pequeños objetos que puedan romperse porque si algo tienen los gatos es que les encanta pasearse y subirse a TODAS partes.

2.

Siéntate en sillas antiarañazos

Y que puedan limpiarse fácilmente. Es decir, en sillas de materiales duros, como la Plastic Side Chair DSW, de los Eames. Si te gustan las tapizadas, regálaselas a tu madre para poder sentarte cuando vayas a verla porque en tu casa acabarán destrozadas entre arañazos y pelos.

3.

Ponle un puff junto a la ventana

Les encantan. Pueden ser de tela desenfundable pero para los "cat lovers" más pro, lo ideal es que sea un puff que les sirva de rascador. Los de ratán son perfectos porque quedan bien en cualquier rincón y en cualquier estilo de casa y a ellos les chiflan.

4.

Utiliza fundas para butacas o sofás

Las fundas son perfectas. O los tapizados que puedan desenfundarse y lavarse sin problemas. Hay incluso quien aconseja tejidos de exterior para los asientos de interior. Máxima seguridad. El fieltro también funciona porque la suciedad se acumula en la superficie, se puede limpiar con un cepillo y se seca rápidamente.

5.

Instala estanterías a distintas alturas

Si tienes baldas no pararán de subir y bajar a su antojo. Eso sí, aparta cualquier objeto valioso que tengas en ellas o algo que pueda romperse fácilmente al caer. Suelen caminar entre piezas con sumo cuidado pero no son infalibles y el jarrón de Murano, a nuestro pesar, no tiene siete vidas como ellos.

6.

Evita las plantas en casa

A los gatos les gusta morderlas y ni quedarán bonitas raídas ni a ellos les sentarán demasiado bien. Si quieres un jardín, apuesta por tu terraza. Mejor en el exterior, que si salen y las muerden, no las verás tanto como esa monstera que reina en tu salón. 

7.

En la cocina ¡armarios cerrados!

Las cocinas con baldas voladas y estantes abiertos son muy monas, pero muy poco "gatificadoras" porque a los gatos no solo les encanta subirse a ellos sino también lo que pueden guardar... Mejor elegir armarios cerrados y no dejar nada a la vista que pueda despertar su apetito.

8.

Olvídate de las alfombras

Agnes Felt-Etsy

Los gatos las utilizan como rascadores, se llenan de pelos y también, cómo no, de bacterias. Mala idea. Pero si no puedes prescindir de ellas porque eres un "alfombra-adicto", elígelas baratas, que no te cueste mucho sustituirlas, y que sean resistentes.

9.

Fundas a juego con tu gato

Una buena idea es elegir el color de tus telas en función del color del pelo de tus gatos para que los pelos que suelten queden más disimulados en los tejidos cuando no puedas limpiarlos enseguida. No te agobiarás tanto y vivirás mucho más relajado.

10.

Si te haces un regalo, házselo a él también

¿Vas a comprarte algo nuevo? Asegúrate que tu gato también tiene algo nuevo que le entretenga o se interesará más por tu nueva adquisición que por sus cosas. Ikea ha sacado una nueva línea pensada para perros y gatos que te servirá para hacerle regalos económicos que te agradecerá muchíiiisimo. 

Hemos repasado las ideas deco que mejor se ajustan a una casa con gatos pero no nos queremos dejar el kit de supervivencia para una vida "gatificada". ¿De qué hablamos? De esto:

• Necesitarás una aspiradora. Que sea buena y potente. Y guárdala de tal manera que la tengas muy a mano y no te dé pereza cogerla y dar una aspirada a tu casa en cualquier momento. Si la escondes mucho, harás aquello de "dejar para mañana lo que puedes hacer hoy".

• También te conviene hacerte con unos rodillos antipelusa. Compra un pack generoso porque los gastarás como si bebieras agua. Son perfectos no solo para la ropa sino también para las tapicerías.

• Y un peine de púas de acero para masajear a tu gato y de paso, quitarle todo el pelo muerto que, de no hacerlo, dejará por toooooda tu casa.

¿Lo tienes todo? ¿Todavía no? ¡Pues apúntatelo en tu lista!