La verdad es que no resulta muy agradable a la vista cuando al cambiar las sábanas (y, por lo tanto, también las fundas de las almohadas) descubrimos que nuestro cojín predilecto empieza a tener un tono amarillo. Pero es que cada noche apoyamos nuestra cara entre 6 y 8 horas, así que es normal que se ensucien, por muy limpia que tengamos la cara.

Es uno de los trucos de limpieza que desvelamos en nuestra guía de limpieza que puedes descargar aquí y ahora.

¿Por qué las almohadas se ponen amarillas?

Las almohadas adquieren este tono amarillento con el paso del tiempo básicamente por 2 motivos:

  1. Sudor: aunque no lo parezca mientras duermes sudas. Es la manera que tiene el cuerpo para mantenerse en una temperatura confortable. Y aunque la almohada lleve funda, poco a poco el sudor se filtra por el tejido y mancha la almohada.
  2. Saliva: no solo los niños y las personas mayores babean. Es algo normal y con frecuencia todos babeamos porque en algún momento u otro de la noche dormimos con la boca abierta. Igual que con el sudor, la saliva se filtra y mancha la almohada.

Antes de que se vuelvan amarillas

Ya lo dice el dicho: mejor prevenir que curar. Para que la almohada no se convierta en el hogar de bacterias, hongos y ácaros que pueden afectar a tu salud y a tu bienestar lo ideal es lavar las almohadas. No se trata de lavar las almohadas una vez a la semana pero sí dos veces al año como mínimo o incluso una vez al trimestre. Es decir, cuatro veces al año.

Actualmente, la mayoría de almohadas permiten limpiarse en la lavadora independientemente del material del que estén rellenas, aunque lo mejor es asegurarse del tipo de lavado que necesita para no estropearlas (a mano o a máquina).

Para lavar la almohada puedes usar cualquier tipo de detergente, aunque es mejor que sea líquido, ya que si fuera en polvo se podría quedar algún residuo dentro o fuera de la almohada. Si en la etiqueta lees que puedes centrifugar la almohada, lo mejor es centrifugarla dos veces para asegurarte que no queda ningún residuo de jabón. Deja secar la almohada de manera horizontal y al aire libre no sin antes haber presionado con unas toallas secas la almohada para sacar toda el agua y evitar que el interior se quede húmedo.

Dormitorio con faldón cama estampado vichy y toile de jouy

¿Influye el tipo de relleno de la almohada?

A la hora de lavar tu almohada tienes que tener en cuenta si tu almohada es de látex, fibra o viscoelástica. Así que es muy importante mirar la etiqueta y asegurar de que se puede lavar.

Cómo lavar una almohada de látex

Si es hipoalergénica no necesita lavarse, ya que este tipo de almohada evita que las bacterias y ácaros aparezcan. Lo más recomendable es lavar las almohadas de látex a mano y si lo haces en la lavadora elige siempre el programa de prendas delicadas.

Para lavar la almohada a mano, mezcla agua tibia con detergente líquido, humedece un paño y realiza movimientos circulares sobre las manchas. Una vez limpia, presiona con toallas secas sobre la almohada para extraer el sobrante de agua, y colócala en una superficie plana sin que le dé el sol directamente.

Cómo lavar una almohada de viscoelástica

Aunque lo más recomendable es no lavar este tipo de almohadas, si en la etiqueta te lo permite mira si debes hacer una limpieza a mano (tipo de almohada moldeada) o en la lavadora (tipo de almohada transpirable).

Si tienes una almohada viscoelástica moldeada, límpiala como una almohada de látex. Si tu almohada es transpirable y la puedes lavar en la lavadora, elige el programa de prendas delicadas y para evitar que se deforme introduce un par de pelotas de tenis en la lavadora para que golpeen la almohada durante el lavado.

Al finalizar, presiona la almohada sobre una superficie plana para que expulse el agua (no la retuerzas) y déjala secar al aire libre.

Cómo lavar una almohada de fibra

Se pueden lavar tanto a mano como a máquina. Si lo haces a mano será igual que con una almohada de látex o viscoelástica. Y si decides meterla en la lavadora, elige un programa de prendas delicadas en agua tibia y con un detergente líquido suave. No te olvides de poner las pelotas de tenis para que golpeen la almohada y evitar que se deforme.

Si tienes secadora, puedes usar un programa suave con aire caliente (el más bajo) o bien al aire libre.

Dormitorio con cabecero de pladur con hornacinas 00427664

¿Cómo blanquear la almohada?

Para que tu almohada recupere ese blanco del primer día vas a necesitar los siguientes ingredientes:

  • 1 taza de detergente para lavar ropa.
  • 1 taza de detergente biodegradable para lavavajillas.
  • 1 taza de blanqueador casero (mezcla bien 3 litros de agua, 125 ml. de jugo de limón y 250 ml. de agua oxigenada)
  • ½ taza de bórax.
  • Guantes para proteger las manos
  • Agua caliente.

Introduce la almohada en la lavadora con un ciclo de agua caliente, coloca los ingredientes en el cajetín y elige un programa que tenga dos enjuagues. Usa esta técnica y no vuelvas a tener nunca más esas odiosas manchas amarillas en tu almohada. Y si tienes que renovarla, opta siempre por una hipoalergénica.

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