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1.

¿Dónde pongo la lavadora?

Si no tienes lavadero, hay tres posibles localizaciones: en la cocina, en el baño o en un armario. En los tres casos, es bueno panelar el electrodoméstico con los mismos frentes del mobiliario, para que pase inadvertido. Más adelante entramos en detalle para cada zona.

2.

Mejor lavadora-secadora

Si no tienes lavadero, probablemente el espacio no sobre, así que mejor optar por una lavadora-secadora. Dos funciones en una sola máquina que te permitirá secar toallas y sábanas, y así no necesitar sitio donde tenderlas. 

3.

¿Dónde pongo los productos de limpieza para la ropa?

Lo ideal es tenerlos a mano, cerca de la lavadora. Si el cajón es extraíble, será más ergonómico y llegarás fácilmente a todos los productos, sin necesidad de tener que sacar los de delante para acceder a los últimos de la fila. 

4.

Mínimo grosor, diferentes alturas

Para optimizar el espacio de almacenaje de los detergentes puedes recurrir a columnas tan completas (y que ocupan el mínimo grosor) como esta. Prevé distintas alturas, ya que los botes de detergente suelen ser altos y, además, podrás separar productos por tipos: para color, blanco, suavizante...

5.

Aprovecha las puertas

Que no te sobra ni un cajón en tu mini-cocina, pues a sacarle partido al dorso de las puertas, instalando cestitas metálicas donde guardar los productos de limpieza. ¡Ingenio al poder!

6.

¿Dónde tiendo?

Aaaay, otra de las grandes preguntas cuando no se tiene galería o lavadero exterior. Primer consejo, seca toallas y sábanas en la lavadora-secadora y las prendas más delicadas en un tendedero de balcón, si prefieres exterior, o bien en cualquiera de los tipos de tendederos interiores que existen: extensibles, de techo, de pared abatibles, de poleas, de pie (el clásico), de toallero...

7.

Soluciones ingeniosas para tender

O un tendedero de radiador, como este modelo de Leroy Merlin, que aprovecha el calor para que las prendas estén secas en menos tiempo y cuando no se necesita, se guarda fácilmente. 

8.

Tendedero de bañera

Existen modelos de tendederos de quita y pon pensados para ser instalados en la bañera. Sí, no es lo más decorativo del mundo mundial, pero cuando no hay más remedio, buenos son estos inventos. 

9.

¿Dónde guardo la ropa para planchar?

El secreto está en no acumular. Pero está claro que pocas veces podemos planchar cada día. Así que hazte con un cesto bonito, metálico o de mimbre, y déjalo sobre la lavadora para ir poniendo la ropa limpia. Cada semana, máximo, lo sacas, y lo dejas vacío para la próxima remesa. 

10.

Ropa libre de arrugas sin planchar

Al tender, sacude las prendas, pon las pinzas en lugares discretos y cuelga las camisas en perchas. Tiende la ropa justo cuando acabe la lavadora y evitarás arrugas. Evita el centrifugado a máxima potencia, arruga la ropa. También puedes eliminar las arrugas de las prendas con vapor: cuélgalas en el baño cuando te duches.

Las viviendas de hoy en día son cada vez más pequeñas, por lo que buscar un espacio para la zona de lavado y secado de la ropa es complicado. Así que toca echar un poco de imaginación e ingenio al asunto.

Si eres de los afortunados con una estancia (por pequeña que sea) para colocar una zona de lavado y secado, organízala de tal forma que puedas aprovecharla al máximo. Por supuesto, el lavadero debe contar con una toma de agua y desagüe. Como en cualquier habitación donde haya un grado alto de humedad, las paredes deben estar preparadas para ello, ya sea bien mediante alicatado cerámico o con pintura plástica.

Si dispones de metros suficientes, instala los elementos necesarios: lavadora, secadora, cesto de ropa, colgadores y tabla de planchar; no te irá mal también un armario para guardar los utensilios y productos de limpieza.

En la cocina

Detalle de armario de cocina con lavadora

Si no dispones de esta estancia ni de un lavadero exterior, una buena ubicación donde integrar la zona de lavado es la cocina. Si no puedes colocar dos grandes electrodomésticos como la lavadora y secadora, una solución práctica es apilarlos, en columna. Si esta opción no es factible, existen las lavadoras-secadoras que realizan ambas funciones. Si panelas esta zona con los mismos frentes que el resto del mobiliario de cocina, lograrás que pase inadvertida y se fusione decorativamente en el ambiente.



Aprovecha el espacio vertical y coloca unos estantes o módulos que te sirvan de zona de almacenaje y colada. Es aconsejable tener la ropa sucia en otra estancia (por ejemplo: el baño) y utilizar una cesta, contenedor metálico o tela que tengan orificios para favorecer la ventilación.

En el baño

Si es amplio, colocar la zona de lavado y secado en el baño es una buena opción, ya que forma parte del proceso de higiene y limpieza. Pon debajo de la encimera de baño o al lado la lavadora para que no ocupe mucho espacio visualmente y se integre mejor.
Otra opción es introducir el espacio de lavado dentro de una armario creado expresamente para ello y donde estén diferenciadas las distintas zonas en estantes, cesto de la ropa y productos de limpieza. O bien colocar dicha zona en los huecos libres que dejan la ducha o la bañera y poner unos estantes que sirvan de zona de almacenaje.

En un armario

Cocina con armario abierto con lavadero, lavadora y secadora

Si no puedes integrar la zona de lavado ni en la cocina ni el baño, hay que buscar sitios alternativos como, aprovechar algún armario lo suficientemente amplio para acoger la lavadora, sobre ella un cesto con la ropa limpia para planchar, estantes para detergentes y suavizantes y la tabla de planchar en un lateral. Este armario puede estar en un distribuidor, por ejemplo; eso sí, necesitará una toma de corriente y salida de aguas como instalación básica. Hacerlo a medida sería lo ideal.

Y si tu casa es tan mini que no hay ni espacio para una lavadora, apúntate a la moda americana de las lavanderías de autoservicio. Algunos estudios aseguran que lavar la ropa en ellas supone un ahorro económico de un 20% al año y un ahorro importante de tiempo ya que la media de un lavado es de 45 minutos, bastante menos que el lavado normal en casa. ¡Siempre se debe mirar el lado bueno de las cosas!