1. ¿Puedo poner una chimenea?
Si tu edificio no cuenta con la instalación necesaria para ello, no será posible colocar una chimenea de leña que requiera salida de humos.
Podrás hacerlo si vives en la última planta de un edificio de viviendas y siempre que haya una cámara de aire entre el piso y la cubierta. Y, por supuesto, si vives en una casa independiente.
La buena noticia es que hay modelos de chimeneas que no requieren salida de humos, como las biochimeneas de de combustión limpia o las de gas con cámara estanca.
2. ¿Qué permisos se necesitan?
Colocar una chimenea de leña requiere una licencia de obra menor por parte de tu ayuntamiento, además del consentimiento de la comunidad de propietarios.
Para tramitar la licencia de obras, deberás presentar el proyecto de la reforma a realizar –que debe ajustarse a lo que dicta el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE)–, junto con el presupuesto de la misma, ya que la licencia suele costar entre un 4 y un 5% del mismo.
Si debes hacer una salida de humos en el tejado, la licencia de obras estará sujeta al consentimiento de la comunidad de propietarios (concretamente, por 3/5 partes de los mismos), que deberás presentar por escrito y firmado.
3. ¿Son una buena opción?
Nada aporta más sensación de calidez que un buen fuego aunque, en términos de eficiencia, las chimeneas no salen tan bien paradas.
En un modelo abierto tradicional, hasta el 70% del calor producido se escapa por la chimenea junto con los humos y los gases de la combustión.
La eficiencia de una chimenea puede verse incrementada hasta un 60% si se elige un modelo cerrado, con puerta de cristal, ya que se alcanza más temperatura.
4. ¿Quieres mejorar su rendimiento?
Aunque suelen ser un elemento de apoyo de otros sistemas de calefacción, hay propuestas con mayores prestaciones a considerar.
Los modelos con doble cámara aprovechan los humos de la primera combustión y mejoran su eficiencia hasta un 85% en las estufas de leña y un 90% en las de pellets.
Asimismo, algunos insert para chimeneas incorporan ventiladores que reparten el calor mejor y más deprisa. Los hay también que pueden impulsar el aire caliente a otras habitaciones.
En cualquier caso, piensa que la chimenea debe ser del tamaño y potencia que realmente necesita cada espacio, en función de los m2, el aislamiento, número de ventanas, etc. Por regla general, se necesita 1KW de potencia por cada 10 m2, aproximadamente, para estancias con una altura de techo convencional.
5. ¿Cuáles son las más limpias?
Contemplar las llamas es muy relajante, aunque no lo recordemos cuando toca limpiar los restos. Pero no todas las chimeneas generan la misma cantidad de residuos.
Tanto las de leña como las de pellets ofrecen el fuego más 'clásico', aunque las primeras generan más cenizas que las segundas, de combustión bastante limpia y con muchos menos residuos.
Si eliges un modelo de gas o bioetanol, aunque no podrás disfrutar del crepitar del fuego ni de su característico olor, tampoco tendrás que limpiar cenizas u hollín, porque ninguno de estos sistemas los genera.
En cuanto al mantenimiento, para todos los sistemas, salvo los de bioetanol, es aconsejable una revisión anual.