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Sujetadores en orden

Guárdalos en paralelo con los tirantes dentro de la copa y, para que no se mezclen en el cajón, reúnelos en cajas o, como aquí, separa el cajón en dos. Pon los de uso diario en primera línea. 

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Camisetas en vertical

Es la manera de optimizar mejor el espacio del cajón según la gurú del orden Marie Kondo. Si las organizas por colores, como aquí, las localizarás más fácilmente. Además de ser más decorativas. 

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Para los pequeños complementos

Nada mejor que organizarlos en cajitas a su medida. Foulards, cinturones, gafas de sol... Las de papel o revestidas de tela son la mejor opción para las prendas delicadas, como los foulards. 

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Un joyero que decora

Este cajón se ha organizado con compartimentos para tener en orden las joyas. Además, para que resultara decorativo por sí solo, se ha cubierto con un cristal transparente que deja el colorista contenido a la vista. 

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Cajón zapatero

Destinar una cómodo a zapatero es una opción además de práctica, higiénica, ya que te aseguras que los posibles olores o los restos de tierra o polvo que acumulan los zapatos no se mezclen con la ropa del armario. Coloca los que usas a menudo en la primera línea y los de usos más esporádico detrás.  

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La ropa de casa, en orden

Si tienes espacio, reservar un armario para la ropa de casa (manteles, toallas, sábanas y edredones...) resulta muy práctico. Aquí, se han combinado cajones tradicionales con otros tipo cesta, muy prácticos para tener la ropa de cama y las toallas aireadas. 

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De la cama al cajón

Los cojines y cuadrantes devorativos en la cama son un must, pero cuando llega la hora de dormir, deben quitarse de en medio. Aquí, se les ha destinado un cajón a su medida: si te caben en vertical, ocuparán menos que en horizontal. 

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Escalera de color

Organizar la mantelería o la ropa de mesa en escalera es una opción muy práctica para localizar de un vistazo lo que buscas. Basta con colocarlos de modo que asome por debajo un poco de la prenda inferior.

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Cubiertos y especias en su sitio

Gracias al compartimento especialmente pensado para ello. Si sueles cocinar con especias valora contar con un accesorio para ellas, te asegurarás que los botes no estén dando vueltas por el cajón, con el peligro de abrirse y derramarse su contenido. 

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Un cacerolero más práctico

Este mismo cajón, sin los pivotes de madera a modo de separador, ni el accesorio para las tapas sería un caos. 

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Sus tesoros

Agrupa sus cosas en cajas o cestas y vencerás el caos. Aquí, sus libros preferidos se han reunido en un pequeño cesto con asas que ella misma puede coger fácilmente y después devolverla a su sitio. Así, ordenar se verá como un juego. 

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Creatividad en orden

 Lápices de colores, cuadernos, tijeras... Destina un cajón a sus utensilios de escritorio: es la mejor manera de no perderlos.  

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El poder las cajas

Las cajas organizadoras son un aliado indiscutible y para prueba este cajón de baño. En función de la altura del cajón, valora elegir algunas de doble altura: con una parte inferior más capaz y una superior extraíble de menor altura.   

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Compartimenta y vencerás

Cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa. ¡Y adiós al cajón desastre del recibidor! Unas cajas iguales pero de diferente tamaño según el contenido bastan para tener el cajón bien recogido. 

No por tener mucho espacio de almacén disfrutarás de una casa más ordenada. Esto que parece un contrasentido es un hecho. Y comprobado. Porque cuanto más espacio tienes, más acumulas. Y si no cuentas con un sistema o una metodología eficaz para mantener todo este volumen de ropa/recuerdos/cacharros de cocina y demás en orden, el caos se instalará en tu casa dispuesto a pasar una laaaarga temporadita.

Para evitarlo, te echamos una mano con unos consejos, trucos e ideas muy prácticos para organizar los cajones de casa. ¡Y tiembla desorden!

La ropa: multiplica el espacio

Mantén a raya la ropa y disfrutarás de un vestidor cómodo y más capaz. Sí claro, ¿pero cómo vencer a las montañas de ropa? Si eres de los que tienes más prendas dobladas que colgadas, es básico que des con soluciones específicas para que cada cosa tenga su sitio en el cajón.

Camisetas

Nada de colgarlas ni hacer pilas interminables en el cajón que se derrumban al mínimo contacto creando una maraña. La clave, según la gurú del orden Marie Kondo y su método KonMari, es guardar la ropa doblada y en vertical. Según ella, en el espacio en el que cuelgas 10 prendas puedes guardar dobladas entre 20 y 40 en el cajón. ¿Y qué pasa con las arrugas? La ropa no se arruga porque la dobles más, lo que la deforma es el peso del resto de prendas encima. Además, al tener la ropa doblada en vertical, te resultará mucho más fácil dar con ella.

Si organizas las camisetas por colores, de clara a oscura, o viceversa, te será más fácil localizar lo que buscas en el cajón

Lencería

Si las camisetas tienden a derrumbarse, la lencería se enreda que ríete de los cables de los auriculares. Para evitar tener que enfrascarte en una batalla campal cada mañana, lo mejor es separar por tipología. Donde guardes los sujetadores no metas las braguitas o los calcetines. Una vez separado el contenido, busca contenedores, casilleros o cajas donde guardar cada cosa. Una vez escogido el complemento, conviene organizar el contenido de la mejor manera para optimizar el espacio.

Cómo guardar la lencería

  • Sujetadores: Colócalos en paralelo con los tirantes dentro de la copa, así evitarás que unos se enganchen con los otros. Si tienes conjuntos, valora guardarlos juntos.
  • Braguitas y calzoncillos: Guárdalos doblados, lo más plano que puedas para que ocupen menos.
  • Calcetines: Un método muy práctico que duplicará el espacio es guardarlos doblados y en vertical en vez de hacer la típica pelota de calcetines. Es muy fácil: coloca los calcetines uno encima del otro, visualmente los divides en tres o en cuatro partes según lo largos que sean, y los doblas en tercios o en cuartos por las líneas imaginarias. Para que el paquete quede más compacto puedes envolver los calcetines con la capa más externa.

Pequeños complementos

Los casilleros son la mejor opción para tener en orden desde foulards o cinturones hasta guantes o incluso joyas. Un consejo: para que los cinturones no se deformen, guárdalos enrollados en el cajón, situando los más habituales en primera línea y los más ocasionales en el fondo del cajón.

En la cocina: todo, a un simple vistazo

Se trata de dividir o segmentar el interior de los cajones con soluciones que optimicen el espacio y, a la vez, te ayuden a mantener el contenido ordenado y rápidamente localizable.

Cuberteros

Hay muchas posibilidades, desde los casilleros incorporados en el cajón con el espacio predeterminado para cada cosa, pasando por los accesorios tipo bandeja que puedes organizar a tu gusto como si de un tetris se tratara hasta las soluciones extraíbles con un asa que puedes llevarte, por ejemplo, directamente a la mesa. Son muy prácticos las bandejas para cuchillos de cortar, ya que además de mantenerlos en orden, ganas en seguridad. Si tienes muchas especias, valora destinarles parte de un cajón.

Caceroleros

Tener ollas y sartenes sin ton ni son en el cajón es un robatiempo y robaespacio. Existen diferentes soluciones que te ayudarán a sacar más partido a este cajón, como los pivotes de madera, que puedes mover según el tamaño de las ollas; los separadores de cajones, que evitan que el contenido se mueva a sus anchas por el cajón o los soportes para tapas, que las mantienen sujetas y en vertical en el cajón.

Plateros

Si eres de los que guardas los platos en un cajón en vez de en el armario, lo más práctico es contar con pivotes de madera que delimiten el espacio del cajón y eviten que los platos se muevan y puedan desconcharse. Otra solución son los accesorios portaplatos: además de agrupar los platos, puedes llevártelos directamente a la mesa.

En el baño: cada cosa en su sitio

Geles, cosméticos, perfumes, toallas, secadores... Mucho para guardar y poco espacio, en la mayoría de los casos, donde hacerlo. Una vez más, la clave pasa por pensar en soluciones a la medida para cada cosa, es la única manera de asegurarte que lo guardado se mantendrá en orden.

Cosméticos y utensilios de belleza

Las cajas transparentes con compartimentos son un aliado de lo más útil. Pensadas ex profeso para guardar desde pinceles o maquillajes hasta coleteros o pinzas, sacan partido al espacio del cajón y al dejar todo el contenido a la vista te ayudan a localizar con un simple vistazo lo que andas buscando.

Geles y perfumes

Si no quieres que estén dando tumbos en el cajón, con el peligro de romperse en el caso de los botes de perfume, lo mejor es reunirlos en una caja o cesta alta. Además, podrás cogerla y llevártela a la ducha (mejor si es de plástico o, en el caso de ser madera, resistente a la humedad) y devolverla a su sitio en el cajón manteniendo así la zona de la ducha despejada.

Toallas

Olvídate de guardarlas en horizontal y adopta, una vez más, el método KonMari para doblar las toallas y guardarlas en vertical. Puedes hacerlo de dos maneras: la primera consiste en doblar la toalla por la mitad dos veces y después en tercios. La otra opción es si quieres guardar las toallas en rollos, para ello basta con alisar bien la toalla, doblarla por la mitad y después enrollarla. Uses el método que uses, las toallas en vertical en el cajón se mantendrán más en orden y en el mismo espacio te cabrán más.

En el recibidor: mantener a raya lo más pequeño

Di basta al cajón desastre del recibidor. Llaves, pilas, correspondencia, bolis, blocs de notas, monedas... Selecciona el contenido por tipo y organízalo con cajitas, casilleros, compartimentos, bandejas... Elige el sistema que más se adecue a tus necesidades y te resulte más práctico y sé constante. Si la correspondencia tiene su espacio en el cajón, acostúmbrate a dejarla allí, no encima de la consola por las prisas. Las soluciones te ayudan a mantener el orden, pero solo la constancia te ayudará a preservarlo.

Ya sabes: aplica todos estos consejos y ¡despídete del caos!