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1.

Cómodas antiguas

Una pieza antigua como una cómoda da valor a cualquier estancia.

Cómodas decapadas en blanco y gris, en Dimoni Gros Interiors. Alfombra, de la misma tienda.

2.

¿Qué podemos renovar?

Renovar los tiradores dará brillo y funcionalidad a la cómoda. 

Cómoda de madera y sobre de mármol, en La Galería.

3.

La pieza estrella

Lo más probable es que tu cómoda restaurada se convierta en la pieza estrella. Así que aprovecha para dar rienda suelta a la creatividad. Esta se ha pintado de gris, pero en las puertas (a modo de persianas menorquinas) se ha jugado con una combinación de azules, blancos y verdeaguas con acabado patinado.

4.

Pieza versátil

La cómoda es una pieza versátil que te puede servir en el recibidor, en el salón o en el dormitorio, como aquí.

Butaca, en Casa de Abastos. Cómoda antigua, candelabro de hierro y espejo, en Las Tiendas de la Granja. Cortinas, en Tejeduría de Don Ramón. Alfombra Vitten, de Ikea.

5.

Con herrajes

Los tiradores son los elementos que más fácilmente se pueden reemplazar en una cómoda y a veces solo con este gesto se consigue un cambio muy notable. Pero si a tuya tiene herrajes metálicos como estos bastará con pintarlos (sin mucho esmero, pues es la clave) para que adquieran ese encanto vintage que tanto gusta.

 

MUEBLE BAJOLAVABO, DE ANTIC ROCAMORA

6.

Ambiente rústico

En las casas de campo es bastante habitual ver cómodas como esta.

Cómoda de caoba antigua. Butaca tapizada en lino y banqueta, en La Rústica. Flexo, en Vinçon. Alfombra de lana, de Ikea. Pavimento de madera de pino con barniz al agua. Techo abuhardillado de madera de roble con vigas a la vista.

7.

Tonos claros

Si prefieres colores claros al de la madera, puedes pintarla en como se ha hecho en esta cómoda antigua gustaviana de Federica & Co, dejando un acabado irregular que le aportará carácter.

8.

Belleza deslucida

La imperfección es una de las mejores aliadas de las cómodas antiguas. Técnicas como el decapado o el patinado confieren a estas piezas un acabado irregular en el que no se esconde la huella del tiempo, sino que se refuerza e incluso se simula.

9.

Resalta los detalles

Algunas piezas tienen pequeñas molduras o cuarterones. Resáltalos utilizando un color distinto, como se ha hecho en esta pequeña cómoda a modo de mesita de noche pintando estos detalles en blanco, lo que consigue un vistoso contraste con el gris.

10.

Señales a la vista

Aunque existen técnicas para reparar los golpes y muescas en la madera y hacer que la superficie vuelva a ser uniforme hay quienes prefieren dejar a la vista estas "marcas de guerra". Bastará entonces eliminar el polvo, asegurarse de que no hay carcoma y aplicar una capa de tinte si quieres variar el color, de barniz o de cera.

Pintura sobre un barniz, cajones descolgados, arañazos en el sobre... Por muy deteriorada que esté, una cómoda antigua siempre aportará valor decorativo a tu casa. Es una pieza muy versátil –puede ser útil tanto en el recibidor como en el salón o el dormitorio– que vale la pena recuperar. Te contamos cómo.

¿Cuánto se tarda y cuánto cuesta?

El tiempo

Depende del estado de conservación de la cómoda y de sus dimensiones (medidas del mueble y número de cajones). Calcula que el proceso de restauración durará entre 2 y 4 semanas.

El coste

Un restaurador te cobrará a partir de 600 € por recuperar una cómoda. Ten en cuenta que el coste del transporte del mueble (que varía según los kilómetros de traslado) no está incluido en el precio.

Forra los cajones con papel

¿Con qué papel?

Te puede servir cualquiera que tenga un buen gramaje (150-180 g/m2), como los papeles pintados para revestir paredes. También hay papeles perfumados con aroma de lavanda, madreselva, etc.

¿Cómo lo hago?

Retira los cajones y toma medidas de su interior. Corta piezas de papel para los laterales y para la base (1,5 cm más grandes para que el papel se superponga y quede mejor acabado). Pégalo con cola de empapelar o cola blanca rebajada con agua.

Actualizar el uso

En las casas de campo es habitual ver cómodas antiguas transformadas en muebles bajolavabo. Para hacerlo, es necesario tratar la madera para que resista la humedad –con un barniz a poro abierto, al agua, que le dará un aspecto mate sedoso– y repetir el barnizado al menos una vez cada dos años.

1. Analiza el estado de la cómoda

Trasládala a una estancia amplia, con luz natural, bien ventilada y sin humedad, donde puedas restaurarla con comodidad. Observa el estado de la cómoda, detecta si está pintada o barnizada, averigua si hay algún cajón que no abra o cierre bien. Y fíjate si los laterales, la trasera o los interiores de los cajones están en buen estado.

2. Retira los tiradores y decápala

Retira los tiradores y aplica un decapante, frotando la madera con lana de acero. Una vez limpia podrás ver si tiene carcoma. Si es así inyecta líquido anticarcomas en cada agujero que haya hecho el parásito, cubre el mueble con un plástico y repite la operación a los 2-3 días. Tapa los agujeros con masilla especial para madera.

3. Encola la trasera y los cajones

Muchas cómodas tienen la trasera de chapa o de una madera más fina que la de la estructura. Asegúrate de que está en buen estado (si no sustitúyela por una nueva, del mismo grosor). Encólala y vuelve a pegarla a la estructura. Haz lo mismo con la base, el fondo y los laterales de los cajones.

4. Refuerza la estructura

La cómoda debe tener consistencia, estar fuerte. Para ello, encola las partes del armazón que se hayan despegado. Comprueba el estado de las patas y los bastidores sobre los que se apoyan los cajones. Y sustituye los que estén rotos por unos iguales, nuevos.

5. Disimula grietas de la madera

Si los laterales de la cómoda tienen alguna grieta, rellena el espacio con pequeñas tiras de chapa. Corta trozos de 1 x 10 cm, encólalos y ve colocándolos, uno a uno, en el interior de la grieta hasta rellenarla del todo. Una vez seco líjalo hasta igualarlo con la base para que no se note el añadido.

6. Revisa las guías de los cajones

La parte que más sufre de los cajones son las guías laterales, que se desgastan con el tiempo, el peso y el roce. Las de las cómodas antiguas suelen ser de madera, así que deberás hacer unas nuevas, exactamente iguales a las originales, para que los cajones abran y cierren bien.

7. Iguala el color de la madera...

Una vez acabado el proceso de carpintería lija la cómoda y límpiala de polvo. Para igualar el color de las maderas aplica un tinte del tono que más te guste y da unas capas de barniz goma laca a muñeca, con un trapo y unos cabos de algodón. Es un proceso largo, pero el resultado vale la pena.

8. ...o déjala muy natural

Si la cómoda es de madera maciza, como roble o nogal, quedará preciosa con su color natural. Para ello, líjala, encérala y púlela con un trapo de lana. También puedes decaparla: píntala con una selladora y dos o tres capas de pintura al agua, lijando entre capa y capa con una lija fina. Luego, encérala.

9. Vuelve a colocar los tiradores

Si vas a recuperar los tiradores originales límpialos a fondo antes de volver a colocarlos. Introdúcelos en una solución de agua y vinagre (30% de agua y 70% de vinagre) y luego acláralos bajo el grifo. Sécalos bien para eliminar la humedad, que podría oxidarlos.