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1.

Iluminación

La luz natural es muy importante para la vista, así que busca un rincón cerca de la ventana. Y no des la espalda a la entrada de luz ya que su reflejo te deslumbrará. Lo mejor es que la luz te entre, a ser posible, por la izquierda (o la derecha si eres zurdo).

2.

Evita las zonas de paso

Vas a estar trabajando muuuchas horas, así que siempre que sea posible, busca un rincón donde tener tu oficina. La concentración es importante y en pasillos o distribuidores las distracciones son inevitables. Mesa y sillas, de Arxe. Lámparas flexo, de Punto Luz.

3.

Usa alfombras para sectorizar

Si no tienes más remedio que compartir el espacio de tu rincón de trabajo, las alfombras te permiten delimitar tu oficina. Su efecto visual ayuda a que todos sepan cuál es tu "territorio" laboral. Escritorio con caballetes de hierro y lámpara trípode, de Bervic. Alfombra, de Pakistan Vintage, en Gra. Silla, en Sacum.

4.

Junto al dormitorio

Mejor no coloques tu despacho en el dormitorio. No solo porque, al igual que algunos medicamentos, puede provocar somnolencia sino porque cada espacio tiene su lugar. Coloca unas cómodas puertas correderas para que cuando trabajes tengas intimidad (y cuando duermas también). Silla y lámpara flexo, de Ikea. Cestro de cuer, en India & Pacific. Alfombra, en Gra.

5.

Armonía en el color

Es importante estar en un ambiente no muy estridente. Así que los colores de las paredes tienen que darte energía para trabajar. Igual que con la alfombra, también puedes pintar un trozo de pared para sectorizar y delimitar tu zona de trabajo. 

6.

Muy práctico

 Para mejorar tu efectividad intenta tener la superficie de trabajo despejada y tus cosas de trabajo bien a mano. Una opción es colocar una librería o estanterías junto a al escritorio. Estantes Lack, de Ikea, empapelados con la colección Seven Fields of flowers, de Coordonné. Silla, de Sitdown. Cajas blancas y lámpara flexo, de Habitat.

7.

Hola plantas, adiós radiaciones

 ¡Qué haríamos sin las plantas y su frescura! Los cactus, la hiedra o la diefembaquia son muy eficaces contra las radiaciones y las ondas electromagnéticas, así que rodéate de ellos. Apuesta por las plantas saludables.

8.

Elige muebles cómodos

Y que te gusten. Por suerte diseño y funcionalidad no tienen por qué ir reñidos. Si tus jonadas son extensivas, es mejor elegir una silla de oficina. Pero si tus horarios son razonables, basta con que la silla sea cómoda y te ayude a mantener una buena posición corporal: que recoja bien las lumbares y en la que las piernas y la espalda formen un ángulo recto. Silla verde, modelo piña, de Magis.

9.

El tiempo es oro

Así que no lo pierdas buscando papeles que no sabes dónde los dejaste por última vez. Clasifica, etiqueta y vencerás.

10.

Buenas vibraciones

Según el Feng-shui, los muebles de madera natural hacen que las buenas energías fluyan con más facilidad. Y el cristal hace que trabajes más rápido.

Puede parecer que trabajar en casa tiene muchas ventajas: eres tu propio jefe, administras (más o menos) el tiempo como quieras, no encuentras tráfico para ir a la oficina... Pero también existen muchas distracciones que pueden afectar tu rendimiento laboral como interrupciones espontáneas del tipo "Perdona, ¿sabes si hay más harina?" o "Mamá, papá, ¿cuándo vas a jugar con nosotros?".

Porque trabajar en casa no es sinónimo de hacer hasta tres cosas a la vez. Por eso es muy muy muy importante tener un rincón de trabajo que te aísle de todo y aún más importante que lo tengas interiorizado: cuando trabajas, trabajas. Y punto.

Si tienes espacio, lo ideal es tener una habitación que se convierta en tu lugar de trabajo, es decir, en tu oficina. Vas a pasar muuucho tiempo entre esas cuatro paredes así que tienes que estar cómodo y crear un ambiente que facilite la creatividad y la concentración. Colores como el verde y el azul ayudan a aumentar la productividad y tienen un efecto relajante.

El rey y la reina

Dos muebles en concreto son fundamentales en tu rincón laboral. La silla y el escritorio. Respecto a la silla, no sólo debes elegir una que te guste sino que sea ergonómica. Elige una silla que recoja bien las lumbares y que te ayude a tener una postura corporal correcta, donde piernas y espaldas formen un ángulo recto. Para saber si la altura de la silla es la ideal, tus antebrazos, muñecas y manos deben estar en línea recta.

El escritorio te permite más libertad de elección en cuanto al diseño, tamaño y funcionalidad. Si no tienes mucho espacio para estanterías o librerías, puedes elegir escritorios con cajones, o con puertas. En cambio, un escritorio con caballetes aporta más ligereza visual y puede ser ideal si tienes que crear tu oficina compartiendo espacio en el salón.

3 trucos para tener un escritorio organizado

  • Ten siempre a mano las cosas de trabajo: un marco de fotos familiar es muy bonito pero si quita espacio a lo útil, habrá que prescindir de él.
  • Evita las montones de papel: busca un sitio donde colocar los papeles (como una bandeja de escritorio) y deshazte a diario de los que ya no necesitas.
  • Orden y limpieza, tándem perfecto: aunque no hace falta que lo dejes cada día como los chorros del oro, acostúmbrate a ordenar y a pasar un paño después de tu jornada laboral.

Con estos sencillos tips podrás crear tu oficina en casa y si aún necesitas más consejos para organizar tu rincón de trabajo no te pierdas este vídeo.