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1.

Compras a buen precio

"En la obra nueva, es habitual que la planta baja tenga menor valor que el resto de plantas. Por lo que puede ser una buena oportunidad para adquirir un piso nuevo mucho más asequible", sostiene Joanna Papis, directora de Promociones de obra nueva de la inmobiliaria Lucas Fox.

2.

Un acceso muy cómodo

 Es una de las grandes ventajas de vivir en una planta baja. Al estar a pie de calle, es mucho más cómodo el acceso, evitando escaleras y ascensores. Por ello son una opción óptima para personas con problemas de movilidad.

3.

El regalo del patio

 Lo habitual es que las plantas bajas cuenten con una salida al exterior, en formato patio o incluso jardín, según la comunidad. "Un punto a favor de las plantas bajas en detrimento de los áticos, es que tienen la terraza a nivel, sales directamente del salón al exterior. Esto es muy difícil de encontrar en los áticos", apunta Joanna Papis, directora de Promociones de obra nueva de Lucas Fox.

4.

Ideales para familias

 Precisamente las dos ventajas anteriores convierten a las plantas bajas en una opción idónea para familias con niños pequeños e incluso mascotas. De hecho, según Estrella Serrano, de la inmobiliaria Living, "es habitual que las familias que tienen niños de corta edad nos pidan más plantas bajas".

5.

La seguridad, reforzada

 Por su ubicación a pie de calle, es habitual que las plantas bajas cuenten con mejores medidas de seguridad que el resto de los pisos. Son comunes elementos como puertas y ventanas especiales y, en algunos casos, rejas y sistemas de seguridad adicionales.

6.

Más autonomía

Al estar a pie de calle, no dependes del ascensor para nada. Deberás pagar por este servicio, como el resto de vecinos, pero te evitas enfados cuando el ascensor se estropea, las esperas eternas cuando tienes prisa por llegar...

7.

Menos luminosas

Aunque dependerá mucho del tipo de propiedad, es innegable que cuanto más arriba estés en una comunidad, más luz natural tendrás. Sin embargo, es habitual que las nuevas plantas bajas cuenten con grandes ventanales que las abren al patio, que se convierte en una fuente importante de luz para el resto de piso.

8.

Los bajos son más ruidosos

 Por partida doble: por un lado estás más expuesto a los ruidos de la calle y, por el otro, al de la comunidad, ya que el bajo suele estar cerca de la portería o de la entrada al edificio, y por allí pasarán todos los vecinos, carteros, repartidores y demás que accedan a la finca.

9.

¿Y qué pasa con la intimidad?

En una urbanización cerrada no suelen haber tantos problemas como en los bloques que dan directamente a la calle. La intimidad en una planta baja es una de sus principales desventajas, ya que estás más expuesto. No solo a la gente que pasa por la calle, sino también a los vecinos en el caso del patio.

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Más expuestos a los intrusos

Su fácil acceso, precisamente al estar de pie de calle, hace que estos pisos estén más expuestos a los intrusos. De hecho, la seguridad es una de las razones que suele preocupar más a los compradores potenciales.

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Mayor riesgo de inundaciones

Merece la pena tenerlo en cuenta, sobre todo si estás pensando comprar una planta baja en una población donde las inundaciones son habituales en tiempo de lluvias.

Sin duda uno de los principales atractivos de vivir en una planta baja es contar con un patio o jardín, en el mejor de los casos. Pero a su vez, este espacio extra al aire libre puede ser un quebradero de cabeza, porque estás expuesto a las miradas de todos los vecinos. Aunque a grandes males, grandes remedios: durante años ha proliferado la instalación de pérgolas, toldos y otros elementos que ofrecen intimidad y hagan de "pantalla" de los vecinos. Y es que, ¿para qué quieres una planta baja si no puedes hacer una cena romántica a la luz de las velas sin que todos los vecinos se enteren?

Sin embargo, como apunta Cristina Alabart, directora comercial de aProperties, "instalar elementos fijos, como pérgolas, no está permitido hoy en día. Todos los elementos deben poder desmontarse". Si los instalas sin el permiso expreso de la comunidad te la juegas a que tengas que desmontarlos.

Otro punto importante que merece la pena tener en cuenta es la propiedad del patio. Como ocurre con las terrazas de los áticos, no es lo mismo que el patio sea comunitario de uso privativo, es decir, solo tú podrás disfrutarlo, que sea parte de la vivienda. En este último caso, debes saber que el mantenimiento, reparaciones y demás problemas derivados del patio deberán correr solo a tu cargo.