1. Ventanas de guillotina
Comunican este salón y comedor decorados por Iñaki Mujika. Con gruesos perfiles en blanco, tienen una parte superior fija que facilita la apertura de las ventanas. El hueco que queda al abrirlas, de unos 100 x 120 cm, es ideal como pasaplatos.
2. Con una pared acristalada
La interiorista Marta Prats ha convertido una planta sin luz y en forma de tubo en un espacio abierto donde salón, comedor y cocina están conectados. La vidriera aísla el salón del bullicio del comedor y de los olores de la cocina. Mira la foto en la galería de fotografías.
3. Un espacio solo para ellos
Gracias a dos muebles en paralelo que delimitan su zona de estudio y juegos. Por su altura, a unos 70 cm del suelo, queda abierto al resto de la casa, deja pasar la luz y te permite estar pendiente si te necesitan. Puedes ver lo bien que ha quedado en la galería.
4. Intimidad con un biombo
En este proyecto de Becara, el biombo enmarca el rincón de lectura y oculta el tiro de la chimenea. De tres cuerpos y con la parte superior acristalada, es una buena manera de independizar zonas sin hacer obras. Lo puedes ver en la galería.
5. Metálica y en negro
Así es esta estructura diseñada por las interioristas Marta y Elisabeth Vayreda para separar sin dividir dos zonas de estar contiguas. Sus perfiles, muy finos y con cuarterones de distinto tamaño, se apoyan en un muro a media altura y llegan hasta el techo. La elección del negro no es casual, se ha buscado deliberadamente una nota de contraste en una decoración dominada por el blanco. Puedes verlo en la galería.
6. Crear dos alturas
O aprovechar el desnivel existente, como en la masía centenaria restaurada por Lluís Auquer. Es un buen modo de diferenciar ambientes dentro de una misma estancia. Se ha aprovechado la zona de más altura junto a la terraza para planificar un estar y la zona más resguardada y tranquila para la cama. Además, se ha sacado partido al espacio junto la escalera con una práctica cómoda.
7. De DM y a media altura
Así es el cabecero diseñado por Marta Rafecas y Reyes Pérez Renovales que separa la zona de descanso y la de lectura. Mide unos 230 x 140 cm e integra las mesillas de noche voladas y las lámparas. Tiene un grosor de unos 20 cm, el necesario poder integrar las instalaciones. Enamórate de él en la galería.
8. Un mueble tras el sofá
Te ayuda a delimitar visualmente zonas dentro del salón. En el proyecto de Jeanette Trensig que te mostramos en la galería de fotografías se ha optado por una consola de unos 90 cm de alto y poco fondo. Puedes aprovechar su parte inferior para guardar.
9. Un tabique en “L”
Por un lado sirve de cabecero y, por el otro, de base para la bañera. Lo ideal es hacerlo sobre un muro medianero y evitar las paredes maestras. De Pladur es fácil de “recortar”, ya que no requiere obra, y tiene menos grosor gracias a que el revestimiento se fija con cemento cola.