Como un mini piso al aire libre, así ha quedado esta terraza, antes desangelada, tras el paso del equipo de El Mueble por ella. El espacio estaba ahí, solo había que pensar cómo distribuirlo en varias zonas y decorarlo con mimo, como una estancia más de la casa. Ahora tiene cocina, comedor, estar, zona de jardinería y ¡hasta un columpio! Las fiestas en esta terraza son de las que hacen historia.
¿Por dónde empiezo?
Por darle vida con plantas en todo su perímetro (¡aquí hasta hay un olivo!) y crear zonas de sol y sombra para poder salir todo el día. Aquí lo hemos hecho con un techo de cañizo (de Leroy Merlin) una manera rápida y económica de conseguirlo. El cañizo le da mucha calidez a la terraza y crea un atractivo efecto de luces y sombras. Para que quede equilibrado que la sombra no ocupes más de 1/3 de la terraza.
Piensa en la distribución
Que tenga lógica, coloca la barbacoa junto a la comedor, el estar en la zona con sombra y el rincón de jardinería cerca de un punto de agua. Puedes aprovechar las lamas de madera que hacen de división para colgar cosas. Y para "separar" visualmente las distintas zonas no te olvides de las alfombras. No tengas manías, son perfectas para exterior. Puedes superponer una de fibras con una geométrica, ¡queda genial!
Con un estilo claro
Aunque la terraza tenga varias zonas es importante que toda respire el mismo look para que no parezca decorada a trompicones. Aquí es relajado y natural con cierto aire étnico y con toques en blanco y negro que conviven bien con el color de la madera y las fibras. Porque, ¿te has fijado? Esta terraza tiene mucha, pero que mucha, fibra. Mimbre, yute, ratán... son perfectos para el exterior, nadie les gana a cálidas y artesanales y, encima, están de moda. Ya sabes que las fibras naturales nos chiflan.
Las claves de un estar acogedor
Que esté en un lugar resguardado de sol y del viento (¡lo ves como necesitabas el cañizo!) y que tenga un sofá cómodo para toda la familia y, si puede ser, que sea fácil de mantener (este de fibra sintética y de Jardiland lo es). ¿Y qué más? Pues piezas flexibles como dos mesas redondas, que lo mismo te sirven de mesas de centro juntas, que como auxiliares por separado. Y un puf que a versátil no le gana nadie. Ah, y que no se te olvide un golpe de efecto. Aquí lo pone el columpio que se convierte en el asiento más deseado a la hora de la siesta.
Para cocinar y comer fuera
Un desayuno con la brisa de la mañana, una barbacoa en familia, una cena con amigos... En verano el comedor de la terraza no para en todo el día y más si tiene a mano todo lo que necesita: el menaje en un gran cesto, una barbacoa portátil sobre una consola... Y sobre la mesa, todo tan bien puesto que nadie se acuerda del comedor de dentro. Y nada de platos y vasos de plástico (¡que se los lleva el viento!) mejor de loza y cristal acorde con la deco de la terraza.
Y el rincón del jardinero
Reserva una zona de tu terraza para dar rienda suelta a tu pasión por las plantas. Está comprobado que cuidarlas y verlas crecer te hace más feliz. ¿Qué necesitas? Una superficie de apoyo para trabajar y soluciones para aprovechar las paredes y colgarlo todo. Si estás empezando, póntelo fácil: escoge variedades adecuadas a la orientación de tu terraza. Puedes empezar con plantasaromáticas y algunas hortalizas y frutas fáciles como zanahorias, tomates o fresas.
¡Que no se te olvide!
Coloca unos farolilloscon velas o guirnaldas con luces por la terraza que convierten cada celebración de tarde o noche en una auténtica verbena. Si en tu terraza sopla el viento, puedes elegir una de velas que funcionan a pilas. Ahora sí, la magia está servida para que un exterior insulso se haya convertido en el lugar dónde todos quieren estar este verano (de noche y de día).
¿Quieres ver esta puesta a punto en acción? ¡Tenemos vídeo! Así es cómo el equipo de El Mueble transformó esta terraza para sacarle mucho más partido.