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100% mallorquinas

 Estas contraventanas de un suave azul protegen los interiores del calor del verano, a la vez que colorean su fachada encalada en blanco. 

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En la cabaña

Las contraventanas ciegas, como estas, son las más indicadas para zonas de montaña o climas fríos, ya que ofrecen la mejor protección. Además, dan un look muy rústico. 

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Con cuarterones

Típicos de las fincas regias, estos fraileros tienen una doble función: proteger del frío y del ruido de la calle y, a la vez, decorar, gracias a su diseño estilizado y con cuarterones. 

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De madera blanqueada

Los fraileros se han blanqueado a juego con las vigas del techo, creando una atmósfera serena en la que el protagonismo se cede a las vistas al campo. 

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Reconvertidas en correderas

Estas contraventanas recuperadas se han restaurado y reconvertido en una gran puerta corredera que separa el dormitorio del salón. Son un proyecto de Catalina House.

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Look mediterráneo

Las contraventanas a juego con la carpintería de la ventana dan un toque de color y frescor. 

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Con lamas móviles

Es la opción más práctica, ya que permite graduar el nivel de claridad e intimidad deseado. El armario se ha elegido con puertas de persiana, a juego con las contraventanas. 

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Abatibles y correderas

Aunque la opción más habitual es apostar por la apertura abatible, también se pueden instalar contraventanas correderas, como se ha hecho aquí, donde se han combinado los dos sistemas. 

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A juego con el armario

En este dormitorio el armario se ha planificado a juego con los fraileros, con decorativos cuarterones y en blanco. 

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De contraventanas a puerta

Estas mallorquinas se han empleado a modo de original puerta plegable, que da un toque singular a este salón. 

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¡Aquí estoy!

De nueva construcción pero imitando los diseños antiguos, estos fraileros de madera se han dejado al natural para darles un protagonismo activo en la decoración de este salón. De pintarse en blanco, se hubieran camuflado. 

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El valor del tiempo

Este original frailero, con cuarterones acristalados en la parte superior, y de un alegre azul es una pieza recuperada que decora por sí sola. 

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De celosía

Regalan intimidad sin restar claridad. Con tres cuerpos independientes, permiten regular el nivel de privacidad deseado. 

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In & out

En este salón las tradicionales mallorquinas se han usado a modo de puerta corredera. Para ello, se han organizado en cuatro grupos independientes de cuatro hojas plegables. 

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A modo de persianas

Son un diseño puesto al día de los fraileros tradicionales. Refuerzan la atmósfera campestre de este dormitorio, a la vez que sirven de persianas. 

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De contraventana a biombo

 Esta contraventana recuperada se ha convertido en un biombo que resulta decorativo por sí solo. Procede de Luzio. 

Cuando las persianas aún no se habían inventado, las contraventanas y los fraileros (las que se colocan por dentro) ya protegían de las inclemencias meteorológicas las casas de nuestros bisabuelos. Las ventajas de las persianas acabaron por imponerlas como sistema de protección del sol hasta el punto de prácticamente desaparecer de las fachadas de las viviendas actuales, quedando relegadas a las tradicionales casas de campo o edificios centenarios de ciudad.

Sin embargo, sus buenas prestaciones, las mejores técnicas (ahora las hay de PVC y metálicas) y su incuestionable valor estético han vuelto a situarlas en primera línea. Piénsalo: ¿quién quiere unas ventanas sosas como las del vecino o el vecino del vecino?

No me llames contraventana...

Si quieres decir frailero. Y es que aunque solemos meterlos en un mismo saco, se trata de dos elementos distintos, que pueden ser o no complementarios y que no tienen la misma función.

Contraventanas

Son las que van colgadas de la ventana por su parte exterior para proteger la vivienda del sol. Son decorativas por sí solas, dan carácter e imprimen una nota tradicional a la vivienda. Además, en fachadas blancas dan una nota de color, siendo el azul y el verde dos de los tonos más empleados.

Fraileros

Se colocan en el interior de la casa como protección de la ventana. Son típicas de viviendas antiguas –ya sea en el campo o en la ciudad– o de zonas con climas muy fríos, porque crean una cámara de aire donde se produce el efecto invernadero.

En la variedad está el gusto

Y es que de contraventanas hay de diferentes tipos, según el uso que quieras darle y su valor estético.

Ciegas

Habituales en climas fríos y secos, suelen construirse con tablillas machihembradas en vertical u horizontal, y con refuerzos horizontales o en forma de Z. Estos diseños se integran a la perfección en ambientes de montaña, en caseríos del Norte y en viviendas rústicas. Otro modelo ciego muy común es la contraventana de cuarterones. Suele emplearse también en el interior y es habitual encontrarlo en fincas regias o de decoraciones clásicas.

Con lamas

Son la mejor opción en climas cálidos y marítimos, ya que protegen la ventana del sol sin renunciar a la ventilación. De hecho a este tipo de contraventanas se las conoce coloquialmente como mallorquinas, ya que es habitual verlas en las casa de las islas Baleares. Las hay de lama abierta, cerrada u orientable o móvil, siendo esta última opción la más práctica para regular mejor la entrada del sol.

Tipos de materiales

Tradicionalmente, las contraventanas y los fraileros eran de madera maciza. Sin embargo, sobre todo las exteriores, al estar expuestas a la climatología necesitaban de un mantenimiento periódico. Hoy en día entran en juego nuevos materiales.

Madera

Si quieres apostar por este material, elige variedades resistentes a la humedad, como el cedro, el iroco o la teca. Y evita a toda costa las maderas muy pesadas, ya que añaden mucho peso a las bisagras y con el tiempo podrían deformarlas y, además, son más incómodas de manipular. Si las vas a pintar opta por maderas más económicas, como el pino. Una alternativa que da muy buenos resultados es la madera laminada, ya que ofrece mayor estabilidad a los cambios dimensionales debidos a las variaciones térmicas. ¿O por qué no recuperar elementos antiguos?

PVC, aluminio y acero galvanizado

Son resistentes a la humedad, la corrosión y los hongos, lo que permite que duren más años sin apenas mantenimiento. Además, puedes escoger entre un amplio catálogo de colores y acabados que simulan la madera.

Ventajas de las contraventanas

  • Son un buen aislante térmico y acústico. Como ocurre con las persianas, las contraventanas contribuyen a mejorar el aislamiento de una vivienda, ya que frenan la entrada del calor al interior. De hecho, estas protecciones pueden ahorrar un 30% de energía en sistemas de climatización. A esta función térmica se le suma la acústica, ya que ayudan a amortiguar el ruido exterior.
  • Protegen las ventanas de la lluvia y del viento.
  • Si optas por las de lamas móviles, ayudan a regular la cantidad de luz que entra en casa.
  • Regalan intimidad cuando es necesario.
  • Refuerzan la protección de la ventana en casa ante posibles robos pudiendo reemplazar a las rejas.

Descubre en la galería las posibilidades de las contraventanas, así como algunos usos alternativos muy decorativos (como original cabecero, puerta corredera, biombo...).