Cómo recuperar y mejorar tu viejo sofá

"Si los almohadones son de plumón, se pueden rellenar o mezclar con copos de fibra para ganar volumen y confort. Y si son de espuma de poliuretano, es fácil cambiarlos por una nueva o una de viscoelástica", nos cuenta Jaume Escursell, tapicero de Escursell Tapissers.

Pues también se puede mirar de arreglar antes que comprar un nuevo sofá. "En casos extremos –nos comenta Jaume– incluso se puede dejar el armazón de madera al desnudo y, a partir de ahí, tapizar un sofá completamente nuevo".

Depende, por supuesto, del tamaño del sofá y de las características, pero se puede calcular que una restauración y un retapizado podría rondar los 900 €. Y arreglar la estructura de un sofá nuevo, costaría unos 1200 € aproximadamente.

¡Se puede! Un tapicero artesano puede hacer "un traje a medida" según las necesidades del cliente, consiguiendo un asiento más duro o más blando; un respaldo más alto; si padece de la espalda, un respaldo más recto; riñonera, etc. 

Al tapicero no le basta con que le expliquemos lo que nuestro cuerpo necesita. Como un sastre, hará pruebas hasta el final. Jaume comenta que es aconsejable probar el sofá en el taller antes de tapizar con la tela definitiva, porque es el momento de hacer las correcciones que sean necesarias.

"Depende del ambiente y de los gustos del cliente –nos cuenta Jaume Escursell–, pero telas muy agradecidas son las de algodón, las de lino o las de algodón-poliéster. En la actualidad, la chenilla es una tela muy 'resultona' y de tacto agradable".

Básicamente los armazones de sofá que cuenta con muelles ondulados o cinchas elásticas, siempre que sean de calidad contrastada, nos comenta nuestro experto tapicero. 

"Para los asientos, los rellenos de espuma de poliuretano o de viscoelástica, por ser más indeformables. Y para los respaldos, los rellenos de plumón, con o sin mezcla de copos de fibra, por ser más acogedores y producir un efecto nido", nos cuenta Jaume.