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1.

¿Qué pintura va bien para los azulejos?

El esmalte, con una excelente adherencia y un resultado final más resistente y elástico que otras pinturas. Lo tienes en distintos acabados: mate, brillo y satinado. Y con base de aceite (esmalte sintético) o al agua (esmalte acrílico).

2.

Claves del esmalte a base de aceite (sintético)

 Da un acabado brillante, resiste la humedad y, a parte de ser ideal para azulejos, también se utiliza para puertas y marcos de madera. Un handicap: el blanco, con el tiempo, puede amarillear. Seca muy rápido y las manchas se limpian con aguarrás o disolvente.

3.

Claves del esmalte a base de agua (acrílico)

Su acabado no es muy brillante. Seca más lento que el sintético y podrás lavar los restos con agua y jabón. Es resistente a las manchas y no amarillea. Como no contiene disolventes, huele menos y es más respetuoso con el medio ambiente.

4.

¿Puedo pintar todo tipo de azulejos?

Sí. Lo único a tener en cuenta es que estén limpios. Desde Bruguer nos aconsejan evitar productos de limpieza con silicona o cera para asegurar la máxima adherencia del esmalte, y limpiar también las juntas con un cepillo. Una vez limpio todo, antes de pintar, hay que secarlo bien.

5.

¿Y si los azulejos son rugosos?

No pasa nada porque el esmalte tiene un buen agarre. Eso sí, de nuevo, deben estar bien limpios. Un truco que nos dan desde Titan: pasar un trapo con lejía doméstica diluida con agua (9:1) para eliminar los restos de silicona que puedan dejar los productos convencionales.

6.

¿Qué herramientas necesitaré?

Para obtener un perfecto acabado es recomendable extender una capa de esmalte con una brocha e, inmediatamente después, repasar con un rodillo de espuma compacta (poro cero): Es resistente al disolvente y con bordes redondeados alisa los pequeños relieves.

7.

¡Y un truco para que la pintura quede perfecta!

Para aplicar el esmalte, es fundamental remover bien el producto con una espátula con movimientos desde abajo hacia arriba para asegurar la perfecta homogeneización del color y el acabado.

8.

No necesitas imprimación

Los esmaltes pueden costar un poco más de aplicar que la pintura plástica normal para paredes pero no necesitan imprimación previa, lo que facilita el trabajo. Aunque para mejorar la resistencia, tienes la opción de darle una capa de protector específico para esmaltes.

9.

¿El esmalte resiste bien el desgaste?

Los esmaltes de Bruguer, por ejemplo, alcanzan su dureza definitiva pasadas tres semanas desde su aplicación y, según nos cuentan, resisten muy bien el desgaste y mantienen el brillo. Por eso no es necesario repintar a menos que quieras volver a cambiar el color de nuevo.

10.

¿Y cómo se limpian los azulejos esmaltados?

 Se pueden limpiar con un trapo mojado con agua tras haber pasado dos o tres días desde su aplicación. Y una vez pasados siete días, con un detergente suave. Desde Bruguer no recomiendan usar limpiadores abrasivos, estropajos o cepillos para no dañar la superficie.

Y ahora, vamos al grano. Cuándo vayamos a la tienda, ¿entre qué productos podremos elegir?

Joan Montava, Category Shopper Manager de Titan, nos aconseja el Esmalte Azulejos al Agua Baños y Cocinas de Titanlux. "Es la solución más usada por su excepcional dureza, buena resistencia a químicos de limpieza y también al agua. De ahí que sea perfecta para aplicar en zonas de aguas (respetando los tiempos de secado, claro). Es nuestro todoterreno con otra ventaja: que prácticamente no huele y además cuenta con protección antimoho". Y desde Bruguer nos recomiendan su Pintura para Azulejos que proporciona un acabado cerámico y un liso perfecto de máxima resistencia. Además, resulta una pintura ultralavable.

Pintar los azulejos es una forma sencilla y muy económica de renovar el look de tu baño.

Y a parte del esmalte al agua de Titan, también tienes el esmalte sintético, que aporta una alta cubrición y un acabado muy liso. No está recomendado en zonas de aguas o con mucha condensación y tiene un ligero olor a disolvente.

Un esmalte para restaurar

Titan también cuenta con su Esmalte Aspecto Cerámico, una pintura de dos componentes extremadamente dura y resistente, ideal para espacios de mucho uso (oficinas, locales...), pero un poco más compleja a la hora de aplicar y con un olor algo más intenso. "Es tan, tan resistente –nos cuenta Joan–, que con la imprimación adecuada sirve para restaurar bañeras y platos de ducha antiguos".

Y ahora que ya sabes qué tipo de esmalte puede funcionarte, ¿hablamos un poco del color?