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Un sofá blanco para salones muy naturales

Salón campestre moderno con grandes ventanales al exterior y sofás blancos_0526170

Madera, fibras vegetales, microcemento, lino y dos grandes ventanales que abren este salón a su exterior de lujo. Todo en este salón respira un aire natural y relajado, y la elección del blanco para el sofá es todo un acierto que contribuye a este ambiente sereno y con un punto campestre. 

Sofá de Stand del Mueble.

2.

Total look en blanco

Salón diáfano con comedor y todo en blanco_00521120

En este salón abierto decorado por Bárbara Sindreu mires donde mires ves blanco. Y no es casual, ya que la decoradora apostó por un total look en blanco para ampliar visualmente el espacio de este pequeño loft. Y el gran sofá rinconero no podía ser una excepción. Además de resultar más ligero y "camuflarse" mejor en el espacio. 

Sofá diseño diseño de la decoradora y realizado por Miki Beumala. 

3.

Sofás modulares, los más versátiles

Salón con sofás blancos y vigas de madera y gran pared acristalada con vistas al jardín

¿Que no quieres una sola pieza? Los separas. ¿Que te interesa juntarlos para aprovechar mejor el espacio y hacer un sofá más amplio como aquí? Pues los juntas. Y esto, cuantas veces quieras.

Sofá, alfombra y cortinas, de M&P Archidesign.

4.

Un sofá blanco, ideal para apartamentos de verano

salon con sofa blanco y alfombra de fibras 00525479

El blanco, sobre todo el más puro o níveo, transmite frescor siendo una opción muy apetecible en apartamentos de playa. Para reforzar este efecto, apuesta por fibras naturales, como el lino o el algodón, como este sofá esquinero

Sofá de Atemporal. 

5.

El mejor compañero de las maderas intensas

Salón blanco con piezas de madera de estilo

¿Tienes una pieza antigua de madera que es la estrella del salón? Un sofá blanco es ideal para acompañarla. No le robará protagonismo y la hará destacar mucho más. De hecho, cuando le preguntamos a Cuca Riera, de Antic BR su sí es rotundo. "Esté donde esté un sofá blanco regala sensación de luminosidad. Siempre en tejidos naturales, lino o algodón, y de líneas sobrias. Acompañado de muebles de madera, el resultado es cálido y la pieza luce más".

Sofás de Cover Decoración Bilbao.

6.

Un aliado de alfombras coloristas

salon-con-ventanal-00510151

Cuando cuentas con un salón de base neutra como este, donde sofás, paredes y estores son blancos, puedes permitirte el lujo de darle color y carácter al espacio con una alfombra tan atrevida como esta, tipo shaggy y de un rosa fucsia. 

Sofás de Ajanta Interiores.

7.

Un sofá blanco en contraste con una pared de color

Salón con pared gris oscura y sofá en blanco_0527472

Si pintas la pared del sofá de un color intenso y de marcada personalidad, como este gris oscuro casi negro, alíate con un sofá blanco: así evitarás que compitan estos dos elementos y a la vez crearás un contraste muy estiloso. "Un sofá blanco te permite pintar la pared en la que se apoya de un color más intenso y atrevido. De este modo creas un impacto visual y el marco ideal para destacar esa pieza decorativa y dotar de personalidad al espacio", afirma Marta Sañé, de Bruguer.

Sofá de Ikea.

 

8.

No es solo para el salón

Zona de paso con pared decorada con espejos y sofá blanco chester

Pues no. Un sofá blanco queda bien en cualquier lugar. Es más, en estancias donde no sobran los metros es una muy buena opción, como en este distribuidor, porque al ser blanco, pasa más desapercibido y no llena el espacio. 

Sofá de Coton et Bois. 

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Más juego cromático para los cojines

Salón blanco señorial con sofá rinconero blanco y puffs verde agua_00516878

Una de las ventajas de elegir un sofá blanco es que tienes total libertad a la hora de elegir los cojines, desde los colores hasta los diseños. Si quieres que el conjunto se vea más armónico, apuesta por uno o dos tonos y que estos se repitan en los diferentes textiles. Aquí, por ejemplo, un par de cojines se han elegido a juego con los dos grandes puffs. 

Sofá de Ikea y puffs de Gancedo. 

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¿Que queda en medio de un paso?

Salón blanco con sof blanco y al fonbdo vista de la cocina

Por supuesto, blanco. Aunque sea grande como este, no molesta a la vista porque no llena visualmente el espacio. 

Sofá de Ikea. 

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Que no falten las fundas

Detalle de funda de sofá blanca

Se llevan tipo faldón, fáciles de sacar pero con más roce con el suelo, y las que se fijan con velcro en la parte inferior.

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Para looks ligeros

Vista cenital de salón comedor blanco con sofás blancos

Si buscas una decoración sencilla, sin elementos que la recarguen y muy natural, un sofá blanco es tu elección. Y cuantas menos curvas tenga mejor. La sencillez también está en las formas. 

Sofás tapizados con telas de Güell-Lamadrid. 

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Fácil de combinar con las butacas

salón blanco con techos altos y butacas grises_00500659

Un sofá blanco queda bien absolutamente con todo. Por eso, si quieres completar el estar con un par de butacas, como se ha hecho aquí, tienes total libertad a la hora de elegir su diseño y tapizado, ya que un sofá blanco nunca condiciona la decoración. 

Sofá, en Dosde. 

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La combinación ganadora

Salón blanco con librería que separa del pasillo

Un sofá blanco junto a una estantería blanca y sin trasera es el summum de la ligereza. Perfectos para espacios donde los metros faltan. 

Sofá y puf a modo de mesa de centro, de Miki Beumala. 

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Blanco y de respaldo bajo

Salón pequeño con sofá chaiselongue blanco

Ideal para no interferir las vistas sobre todo si es un esquinero que queda frente a una salida como aquí.

Sofá y la alfombra son de Ikea.

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Una decoración en blanco y negro

Salón blanco con sofá blanco y detalles negros_00522836

Si buscas darle a tu salón un aire moderno con un punto minimalista y sobrio el look black & white es una apuesta segura. Inspírate en este estar, donde el blanco se ha llevado al sofá y a las paredes, y el negro se ha reservado para dar contraste, como la chimenea, el espejo o las lámparas del comedor contiguo. 

Sofá de Elba Danel Studio.

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Un sofá en blanco, más orden en casa

Salón blanco con gran ventanal al jardín y sofás blancos

Parece increíble pero un sofá blanco hace que inmediatamente el espacio se vea más relajado. ¿Por qué? Porque calma la mirada y la vista lo percibe todo más sereno. "El blanco es expansivo y relajante a la vista y apoya muy bien la energía de tranquilidad que rodea al sofá. Es ideal para personas inquietas, a la vez que favorece la sensación de orden", nos cuenta Sonia Hernández-Montaño, de Arquitectura Sana.

Sofás, butaca y mesa de centro, diseñadas y realizas por Antima. 

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Un sofá blanco grande e "invisible"

Salón pequeño con sofá rinconero en blanco y gran ventanal con vistas al exterior_00526605

En este salón el sofá no podría ser más grande, porque reviste dos de sus tres paredes, pero aún así apenas se ve, porque la vista se te va a este gran ventanal que abre el estar al exterior. Y el mérito recae en la elección de este blanco, a juego con las paredes, para el sofá, que hace que este, a pesar de ser voluminoso, pase desapercibido. 

Sofá de Atemporal. 

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¿Blanco para el exterior?

Porche con barbacoa y zona de estar con sofá blanco

¿Por qué no? Es cuestión de elegir tejidos náuticos que resisten muy bien la intemperie, por ejemplo, y que sean sofás desenfundables para que puedas lavarlos y dejarlos listos para la siguiente temporada. Y la estructura, de madera de teca, claro, una de las que mejor soportan la intemperie. 

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A medida

Salón pequeño con sofá realizado a medida en blanco

Si no te sobran los metros, el sofá blanco ya hemos visto que es una opción 10 y más hecho a medida y de líneas rectas. Los de piel son también elegantes y discretos. Alejandra Núñez, de Natuzzi lo tiene claro: "en un sofá de piel, el blanco suaviza su silueta, le otorga armonía y sensualidad sin olvidar su función, que es vivirlo. La piel garantiza una excelente limpieza y una alta durabilidad del sofá".

Sofá cama realizado a medida, de Sancal. 

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Para los amantes del papel pintado

Salón regio con paredes con papel pintado y sofá blanco

Elijas el estampado o el color que elijas para tu papel pintado, el sofá blanco siempre queda bien. Y si el papel es muy recargado, la serenidad del blanco da un respiro y rebaja la intensidad. El complemento ideal.

Sofá, butaca, manta y alfombra, de Ikea. 

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Como un lienzo en blanco

Salón blanco con sofá blanco

"Un sofá blanco te permite experimentar con los cojines y transformar el sofá con tela de saco, kílim, lino... Juega con las texturas", afirma la directora de estilismo Conchita Crespo.

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Coloca el sofá en una entrada de luz

Salón con sofás de bambú

Y deja que el sol rebote en el tejido blanco y la luz se proyecte al resto de la estancia. Hará que esta gane metros y claridad de inmediato. 

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El mejor compañero de una butaca de color

Salón con gran ventanal, sofás blancos y butaca amarilla_00527526

En este salón el sofá, en blanco, ha cedido su protagonismo a la preciosa butaca de diseño retro y líneas clásicas tapizada en este amarillo mostaza

Sofá diseño de Miki Beumala y butaca de Crearte. 

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Más luz

Salón blanco con librerías y chimenea

Si eliges un sofá XL que se vea contundente en el salón, al elegirlo en color blanco conseguirás multiplicar la luz y la claridad en este espacio. 

Sofá tapizado de lino diseño de Obra Prima.

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Un sofá XXL ligero gracias al blanco

Salón de casa de veraneo con techos muy altos y sofá XXL rinconero_00527603

Si vas a apostar por un sofá extragrande, como este que "tapiza" las dos paredes de este salón, si lo eliges en blanco rebajarás su peso visual. No solo no se verá tan mazacote, sino que tendrás más libertad a la hora de decorar el salón, porque no condicionará la decoración con su presencia. 

Sofá de Masabo. 

 

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El truco del "buen" separador

Salón abierto a la cocina con sofás blancos

Cuando utilizamos un sofá como separador de ambientes, que sea blanco es una grandísima idea. ¿Por qué? Porque te permite decorarlo con los colores de las estancias que separa y así las armoniza las dos. Una gran opción "gracias a que su trasera no resulta muy pesada y no rompe en exceso. Lo elegiría para un espacio delicado y femenino con mucha luz natural, acompañado de madera y plantas verdes", opina Lucía Martínez Medina, de CuldeSac.

Sofá Ghost de Gervasoni. 

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¿Un techo demasiado protagonista?

Salón de piso modernista decorado con muebles modernos_00522383

Por tener vigas, por ser en arco, por tener preciosas molduras y artesonados modernistas como este... mejor un sofá blanco porque es la pieza más grande y no se verá un espacio recargado. 

Sofá de Iddesign. 

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Con telas que tengan textura

Salón con techo de madera blanca y librería

"Además de la suciedad, el roce es su enemigo", asegura Paco González, de Gastón y Daniela. "Por ello, opta por tejidos resistentes y con textura, como chenillas o terciopelos. Un poco de color, que casi no se aprecie, enriquece su trama".

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Nuevo look en un plis plas

Salón pequeño con sofá blanco

Otra de las ventajas de tener un sofá blanco es que puedes cambiar su look en un abrir y cerrar de ojos gracias a sus complementos imprescindibles: los cojines y los plaids. Con solo renovar estos textiles, el cambio será radical. 

Sofá de Ikea.

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Efecto camaleónico

Salón con mucha altura y techo de madera con decoración en blanco

Un sofá blanco en un espacio con paredes también blancas se mimetizará absolutamente dejando que el resto de la decoración adquiera más protagonismo y la luz campe a sus anchas. 

Sofás de Coton et Bois. 

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Los matices del blanco

Salón clásico con librería y chimenea y sofá chaiselongue blanco roto

Si no te acaba de convencer el blanco níveo también puedes optar por un blanco roto hacia beige, tierra, arena... Prácticamente no se verá, pero dará un toque de calidez. Gregori Dias, de Roche Bobois lo tiene claro: "el blanco en un sofá 'levanta' su diseño y realza más detalles como el acolchado de un capitoné. Desde el blanco puro a los rotos con toques azul, gris... no existe un único blanco sino muchos matices y tonalidades distintas".

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Todo más grande

Salón blanco con librería blanca y mesa de centro de madera

Si añades un sofá blanco a unas paredes blancas, crearán el efecto de "alejar" los límites de la estancia, ampliándola visualmente. 

Sofá diseño de Jeanette Trensig, en Cado Interiors. 

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Va con todo: es la base neutra perfecta

Salón blanco con estantes y butacas clásicas grises

El decorador Javier Carrasco lo tiene claro: "Junto con las paredes en el mismo color un sofá blanco crea la base neutra ideal para mezclar estilos distintos, ya que encaja bien con cualquier tendencia, material o textura", nos cuenta. Asimismo, "no resta protagonismo a los espacios con una arquitectura interesante", con los que se funde si son del mismo tono. En relación con las alfombras, "resalta su silueta sobre las coloristas o de motivos estampados y se empapa de la calidez de las de fibras o de las lisas con un poco de textura".

Sofás de La Orilla.

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La opción más limpia también con niños

Salón campestre en blanco con dos sofás blanco y uno beige

"Basta con elegir un sofá desenfundable con un tejido resistente y de calidad. Si el sofá se mancha, lavas la funda y el blanco vuelve a estar radiante". Así de fácil te lo pone Borja López de Lamadrid, de Güell-Lamadrid