Estos son los 60 mejores porches y terrazas de El Mueble para pasar el verano relajado y en calma. ¿Cuál eliges?

Este porche es una invitación al dolce far niente. Su entorno natural, sus espectaculares vistas al mar, sus cortinas que ondea la brisa y esa esencia campestre tan relajada nos bajan, de inmediato, las revoluciones. ¿Te has fijado en la preciosa pared de piedra? Es de piedra seca, un tipo de construcción típica de las islas Baleares que se recuperó con la reforma. 

Literalmente, este patio es un balcón al mar. La espectacularidad de sus vistas, con la isla del Portitxol, en Jávea, convierte a este terraza en un deleite para los sentidos. El decorador Pablo González habilitó un pequeño banco en un lateral, para que nada interfiriera las vistas, que lo completó con un toldo plegable de madera para protegerse del sol. 

Este porche es 100% natural. Por sus vistas despejadas al campo, en el que parece fundirse, y por la elección de materiales con el que se ha vestido: fibras, textiles naturales y muchas plantas, como esa preciosa buganvilla que colorea este espacio. 

Blanco y azul, son los dos colores que se imponen en esta terraza malagueña decoradora por Cristina del Valle: el blanco de la pérgola, el pavimento y el mobiliario, y el azul del mar y el cielo. Precisamente, para no restar vistas al mar, la barandilla es de cristal. Los toques de color se han reservado para los textiles. 

La amplitud de este porche rústico de esencia campestre permitió habilitar una completísima cocina de exterior, con una barbacoa para las comidas al aire libre y una gran encimera de mármol que integra el fregadero. 

El decorador Roger Bellera ha aprovechado esta terraza larga y estrecha para habilitar un completo comedor de verano. Y, para darle un punto más dulce al espacio, ha reseguido el perímetro con jardineras hechas a medidas con flores. La barandilla, de cristal, deja que las vistas se disfruten desde todos los rincones. 

1, 2, 3... relax. Y es que este porche es la estampa del dolce far niente. Sus confortables sofás de cuerda se han completado con dos sillas colgantes de fibras, perfectas para una siesta veraniega al fresco. 

Aprovechar la azotea de una casa en Formentera para habilitar un chill out es la mejor de las decisiones. Y decorarla con ese aire bohemio tan característico de esta isla, aún más. La pérgola se ha confeccionado con troncos de sabina, un árbol típico de esta zona, y se ha equipado con vaporosas cortinas para resguardarlo del sol. La conexión con el entorno natural es tal que la terraza cuenta con una zona con arena de la playa cercana. 

Con permiso del mar, en el horizonte, la buganvilla es la protagonista de este porche, vistiendo con sus coloristas floras fucsia este estar de verano. 

Este porche ha mejorado, ¡y mucho!, tras pasar por las manos de la decoradora Meritxell Ribé, de The Room Studio. Se aprovecharon las obras para abrir esa gran ventana, que regala unas preciosas vistas al paisaje y las playas de la costa barcelonesa, y se completó el espacio con un banco de punta a punta del porche. 

Una gran mesa redonda de madera preside este comedor de verano, que disfruta de maravillosas vistas a la piscina. Las butacas de fibras, junto con las tres lámparas de techo, dan ese toque natural y fresquito a un espacio pensado para compartirlo en familia. 

Son las dos palabras que nos vienen a la mente cuando vemos este bucólico salón de verano: campestre y romántico, con sus vaporosas cortinas blancas. Contrasta con esta estampa el gran sofá tapizado en "L" de aire más actual, que aprovecha el espacio al máximo. 

Rodeado de piedra este porche invita a pasar las mejores noches de verano bajo la cálida luz de las velas. Además, crean una atmósfera muy romántica que convertirá tu porche en el espacio más relajante de la casa. ¡Y tu preferido!

Las cortinas te descubren el lugar donde el mar y el cielo se besan. Una escena contemplada desde el porche. ¿Qué más se puede pedir? Además, las cortinas serán una barrera contra los mosquitos por la noche y contra el sol durante el día. Una idea decorativa y funcional. 

Las luces enredadas como si fueran la hiedra de la pérgola hace que su efecto sea como el de las luciérnagas. La iluminación exterior es un factor clave para disfrutar de tu terraza o porche en verano. ¿Un consejo? Elige lámparas con un IP65 para poder tenerlas en el exterior sin miedo a que se estropeen. 

Desde el porche se puede disfrutar del azul de la piscina y el azul del mar. Las lamas del techo puedes abrirse según el deseo de más sombra o más sol. Es la ventaja de las pérgolas bioclimáticas. 

Las cortinas vaporosas y la lámpara de techo junto con la pérgola tapizada por las enredaderas dan un ambiente romántico que contrasta con las sillas de diseño Panton, de Casa y Campo.

Las buganvillas son una de las plantas más populares del verano. Su increíble colorido (que procede de las hojas, en realidad) dan el toque de color y olor en este porche donde el sofá es de obra.

Si tienes una casa ecofriendly, ¿por qué no tener un porche igual? Aprovecha los materiales naturales y crea un porche como este. Los estores de yute, además, recrearán un ambiente ibicenco y muy trendy. 

Con cuarterones de madera en una de las paredes y el techo forrado de madera, esta terraza disfruta de unas bonitas vistas al mar.

Bajo la pérgola y con muebles de fibras naturales para poder disfrutar de la sombra. Además, los textiles en color azul aportan un look mediterráneo fresco y superveraniego. 

Bajo este porche no se renuncia a nada. Ni a los buenos momentos ni al mar ni a la montaña. ¡Menudo chollo! Además, gracias a las flores naturales y el estampado de sus textiles, el efecto es colorido y muy fresco. 

¿Fan del bricolaje? ¿Te consideras un manitas? Y por último, ¿te gustan los palets? Pues en este porche disfrutarías como un enano. Lo mejor es que es un proyecto fácil que no requiere de mucha habilidad. ¡Mira cómo hacer un sofá de palets! 

Se puede disfrutar tooodo el año del porche y aún más cuando dispones de chimenea. Acompañado por unas butacas de ratán, el efecto verano está asegurado. Y la piedra de las paredes se encargará de mantener el ambiente fresco cuando hace calor y más calentito cuando aprieta el frío.

Que una terraza sea pequeñita no significa que no pueda estar cargada de buenas ideas, al nivel de competir con los mejores porches. En esta reforma, llevada a cabo por la arquitecta Mar Marcos, las lamas de madera también se han colocado en la pared, creando un ambiente más natural que se ve potenciado por la presencia de muchas plantas. 

Bajo un manto verde que recubre la pérgola, las comidas aquí son muy fresquitas. Ahora, no te olvides de que, aunque tu mesa esté en el exterior, hay que vestirla como si fuera la del interior. Un mantel blanco resaltará en el paisaje y dará a tu mesa el protagonismo que se merece. 

"Relájate y disfruta", parece que nos grite este porche con pérgola de aluminio y cubierta de cañizo para dejar pasar los rayos de sol.

Si tienes la suerte de contar con una terraza grande o vives en un ático, no dudes en crear dos ambientes: uno de estar y otro como zona de comedor. ¿Quién dice que no es posible?

En la terraza, después de la comido nada como contar con un rincón para descansar y relajarte. Para decorarlo emplea textiles vistosos, de colores vibrantes, que te recuerden en qué época del año estás. 

En este porche los muebles se inspiran en la tradición artesana de la zona: esparto, ratán pintado de blanco, una alfombra de fibras para dar calidez al suelo y un taburete de enea como asiento auxiliar.

El estilo provenzal llega de la mano en este porche. Y es que todas las piezas que decoran este espacio son de anticuario o de herencia, lo que sin duda aporta un toque vintage acogedor y campestre.

Puede que esta terraza sea mini, pero su encanto es maxi. Porque cuando el espacio escasea, lo mejor es destinarlo a un solo uso. Ahora, lo mejor es que te hagas con muebles plegables, que puedas almacenar cómodamente cuando no les estés dando uso. 

Madera, hierro, ventiladores... En este porche con vigas se respira un ambiente colonial. 

Desde Ibiza este porche nos invita a pasar largos momentos de tranquilidad.

Para disfrutar de un porche no necesitas un gran espacio. Basta un rincón y unos trucos y ¡listo! 

¿Quién no ha soñado con echarse una siesta al fresco mecido por el vaivén de la hamaca? Aquí hacen carreras a ver quién llega antes. Estructura del porche, de madera y cañizo, mesa de centro y sofá, diseño de Albert Aubach.

Con este paisaje no se necesita nada más. Sofá de obra y pérgola hecha de troncos.

Verde pino, azul mar. Es inconfundible: es el paisaje del Mediterráneo, en este caso, desde un porche ibicenco, un lugar para disfrutar en familia, con amigos o en petit comite.

De blanco y verde este porche rebosa la luz y el aire del sur.

Este pequeño porche destila encanto menorquín por todos los rincones. Banco rinconero de obra y mesa.

Este porche está rodeado de racimos de glicíneas que cuelgan por la pérgola y regalan sombra.