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1.

Apuesta por tonos claros

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Si tu piso es pequeño, y el dormitorio principal no tiene los metros que te gustaría, píntalo en blanco y minimiza el mobiliario para que parezca visualmente más grande. Decora con colores claros y vistosos que le den dinamismo y alegría, como ha hecho en este la interiorista Sandra Vergara. La ventana mirador semicircular le da holgura, las molduras del cabecero, estilazo y la madera y los textiles en amarillo mostaza, calidez.

Cabecero, de Decolur Sofá. Butaca, de Tabu. Lámpara de pie, en Bazar Decoración. Alfombra, de Gancedo. 

2.

Soluciones de almacenaje en cuartos pequeños

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Los cabeceros de obra son perfectos para dormitorios modernos y pequeños, te permiten diseñarlos a tu gusto, con espacio para almacenamiento según tus necesidades y darle al cuarto un toque original. Este de madera, proyectado por la interiorista Marta Tobella, integra repisa y mesillas de noche. Para remate Marta ha instalado un banco bajo la ventana que hace las veces de zapatero. ¡A eso se le llama aprovechar el espacio!

Cabecero de roble con mesitas de noche, diseño de Sacum. Aplique blanco, en Sacum. 

 

3.

Un escritorio bajo la ventana

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Otra excelente solución para aprovechar el espacio en dormitorios juveniles y abuhardillados es colocar el escritorio en la parte más baja. Este, diseñado por la interiorista Celia Crego, cuenta con una tabla volada apoyada en un mueble abierto de almacenamiento. Así, bajo la ventana, el sobre se beneficia de toda la luz natural.

Lámpara flexo, de Acevedo. Papel pintado, de Caselio. Silla, de Chester. Ropa de cama y manta, de Zara Home. Cojines, de Sareka.

4.

Estantes sobre el cabecero

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¿Tienes un dormitorio pequeño, pero no quieres renunciar a tus mesillas de noche tradicionales, aunque necesitas espacios de almacenamiento extra? Créalos en la pared. Una o dos baldas sobre el cabecero bastarán para colocar libros, jarrones o cuadros decorativos. Eso sí, píntalas en blanco para que se mimeticen con el muro. Aprovecha el hueco bajo la ventana para ubicar una estantería baja y estrecha donde guardar ropa o toallas, si el baño es en suite.

5.

Paredes laminadas y lacadas en blanco

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Huye de grandes muebles o estanterías en dormitorios pequeños porque saturan las estancias. En este cuarto abuhardillado, la interiorista Celia Crego optó por laminar las paredes que le dan ese acogedor aspecto de cabaña, pintarlas de blanco para darle amplitud y crear zonas de almacenamiento que apenas se perciben, como los pequeños armarios de puertas correderas a ambos lados del cabecero. ¿No te parecen perfectos?

Banco, de Foimpex. Mesitas de noche, de Sareka.

 

6.

Armarios a medida para cuartos pequeños

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Los armarios empotrados son elegantes, dan sensación de orden y aprovechan muy bien el espacio. ¿Más ventajas? Como se realizan a medida, no se desperdicia ni un centímetro y, al quedar protegidos entre paredes y techo, no se llenan tanto de polvo. Este armario, diseñado por las interioristas Isabel Flores, Nuria Almansa e Isabel Font, ocupa todo el ancho de la pared con puertas lisas, abatibles y lacadas en blanco. 

7.

Integra el exterior y ampliarás horizontes

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Si tu cuarto pequeño da a una terraza o un balcón, podrás ampliar sus dimensiones en el mismo momento en el que abras las puertas de par en par. Esos nuevos metros ganados le han servido a la interiorista Paula Rombys para colocar un pequeño rincón de lectura a los pies de la cama.

Cabecero, cama, cortinas de lino y mesitas de noche, de Freer Living. Banco, de Tine K Home. 

 

8.

Aleja las paredes y juega con la altura de los techos

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¿Tu dormitorio es más ancho que largo? Aprovecha la pared frente a la cama para instalar un armario empotrado que no reste espacio. Comprueba la distancia que queda entre la cama y el armario y decide si poner puertas abatibles o correderas. Es lo que hicieron los arquitectos Ana Blanco y Fran Mengíbar en su dormitorio total white que amplía el espacio. Los techos de doble altura le dan encanto y desahogo. 

Armarios a medida en DM lacado, diseño de los arquitectos. Lámpara, de Malana's Workshop. Cortina, de Yutes. Ropa de cama, de La Redoute Interieurs. Plaids, de La Maison y La Redoute Interieurs.

9.

Con balcón y tragaluz

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Cuánta más luz entre por el dormitorio, más amplio parecerá. Este proyectado por la interiorista Belén Ferrándiz tiene el encanto propio de las buhardillas. A su balcón con vistas al campo se suma la ventana de techo que duplica la luz y hace que esta se cuele en el interior reflejándose en la alfombra. El uso de madera y fibra natural le dan calidez al ambiente y los textiles verdosos, frescura.

Cabecero y lámparas, de Tine K Home. Mesita de noche, de Olofane.  Cuadros, apliques y alfombra, de Maisons du Monde. Ropa de cama, de La Redoute Interieurs y Sareka.

 

10.

Un trastero en las alturas

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El mayor inconveniente de los cuartos pequeños es el almacenamiento. Aprovecha los techos altos de tu dormitorio para rentabilizar el espacio. En este, la interiorista María Just ideó un altillo sobre la puerta de acceso al baño para almacenar cajas, juguetes, ropa de otra temporada, calzado... Unas puertas correderas de cuarterones blancos se integran perfectamente en la decoración, al igual que la escalera móvil de madera.

Alfombra, de Maua Deco. 

11.

Muebles, mejor pocos y ligeros

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Otra de las claves para que un dormitorio pequeño parezca más grande es decorar con los muebles justos. En este la interiorista Marta Miquel ha elegido, además de la cama, un banco a los pies y las mesillas. Y en la decoración, apliques de pared y un espejo sobre el cabecero, recurso infalible de amplitud. El uso de la madera en suelos y mesillas le da el toque acogedor.

Banco,  de Carolina Blue. Espejo, de Taller de las Indias. 

12.

Una deco muy acogedora

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El blanco en vigas, láminas de madera y cabecero de obra aportan calidez a este dormitorio pequeño. La interiorista Marta Tobella lo ha decorado con mesillas de noche y banco de fibra ultra ligeros. ¿Te has fijado en la ventana poligonal de madera y sus vistas? ¡Parece literalmente un cuadro!  

Mesita de noche y lámpara flexo, de Sacum.

 

13.

La cama pegada a la pared

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Los dormitorios infantiles requieren de ideas súper creativas para crear espacios desenfadados y aptos para el juego. En este la interiorista Asun Antó diseñó una cama nido pegada a la pared para que su joven propietaria pueda invitar a alguna amiga a dormir. La pared revestida con lamas de madera blancas la protegen y le dan un look más informal. En la deco empleó guirnaldas y múltiples cojines que le dan alegría.

Cabecero, cama nido y mesita de noche, de Coton et Bois. Lámpara, de Brucs. Alfombra, de Carolina Blue. 

14.

Muebles bien acoplados

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¿Las dimensiones de tu dormitorio pequeño no se ajusta a los estándares? Entonces, tendrás que recurrir a muebles a medida. Es una fantástica idea para que encajen como un guante y no desperdiciar ni un centímetro. La interiorista Bárbara Sindreu ha proyectado un cabecero tapizado de pared a pared y ha centrado en él la cama. Si solo hay sitio para una mesilla de noche, puedes optar por hornacinas o estantes de pared al otro lado.

Cabecero y mesita de noche, en La Maison. Alfombra, en Little House. Silla de Carl Hansen, en Matèria.

15.

Un armario empotrado con frentes de espejo

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Ya hemos visto que los armarios empotrados y los espejos son clave para ampliar visualmente los dormitorios. ¿Y por qué no unir ambos recursos? En este se hizo. Se colocó a los pies de la cama todo un frente de armarios de pared a pared y se revistieron con puertas de cristal y madera clara que le dan al cuarto otra dimensión.

16.

Inventa nuevas zonas de almacenaje ¡y mejora el orden!

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¿Más soluciones para ganar espacio de almacenamiento en un cuarto pequeño? ¡Toma nota! Instala un armario de pared a pared a ambos lados de la cama, un canapé abatible y un cabecero de obra con capacidad interior, al igual que el banco a los pies de la cama. ¿Ves qué fácil? ¡Los mismos metros cuadrados pero mucho mejor aprovechados!

Armario, ropa de cama, cojines y lámpara flexo, de Ikea.

17.

Un dormitorio mini decorado en blanco

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El blanco es el color por excelencia de los espacios pequeños, por su enorme capacidad para reflejar la luz y, con ello, contribuye a que la estancia se vea más amplia. Aquí, se ha unificado todo el dormitorio en blanco, desde las paredes y techo hasta el mobiliario o la ropa de cama. 

Cabecero y mesillas de noche, diseño de Mengíbar Blanco Estudio.

18.

Aprovecha las paredes para guardar

Por ejemplo, con un armario con estructura tipo puente, como este. Es blanco y aprovecha la pared del cabecero como zona de almacenaje extra. Para disimular su presencia se ha pintado de blanco, igual que las paredes, y se le ha dado un plus decorativo poniendo molduras en sus frentes. La banqueta de madera y la alfombra de fibras se encargan de darle calidez a un dormitorio dominado por el blanco. 

Banqueta y alfombra, de India & Pacific. Lámpara, de Sacum. 

19.

Un espejo para sumar metros y luz

¿Tienes un dormitorio pequeño y oscuro? ¡Un espejo es la solución! Será como si abrieras una ventana en una pared. Aquí se ha integrado en la puerta corredera de acceso que separa el dormitorio del resto de la casa. Elige un modelo sin marco y sus límites aún se difuminarán más. Lo ideal es que refleje una entrada de luz. 

Proyecto de Antonio Cortines. Cabecero, de CM Textiles. Lámparas, de Marset y Dab, en Lumen's.

20.

Blanco, el aliado del espacio

¿Quieres sensación de amplitud? Pinta el dormitorio de blanco o tonos claros que multipliquen la luz, especialmente si son estancias de techos bajos. Aprovecha los textiles y los accesorios para sumar las notas de color. 

Lámpara de sobremesa, de Laura Ashley y alfombra de poliamida, de KP.

21.

Con soluciones a medida que aprovechan los metros

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La arquitecta Gema Ospital optimizó los metros de este dormitorio —que parece mucho más amplio de lo que realmente es— integrando, por un lado, el tocador del baño al dormitorio y por otro, con soluciones a medida, como la gran cajonera que aprovecha el espacio bajo la ventana. 

22.

Con un maxi cabecero

Dormitorio con cabecero de madera XL_00514952

Pocas piezas pero con personalidad. Con esta idea ha proyectado este dormitorio la decoradora Asun Antó, que ha apostado por un gran cabecero de madera que reviste la pared y, a juego, ha diseñado las minimalistas mesillas de noche. 

Banco, de Catalina House y cabecero diseño de Coton et Bois.

23.

Abuhardillado y acogedor

¿Cómo hago crecer un dormitorio abuhardillado? Pintando todo su revestimiento de madera de blanco. ¿Cómo puedo aprovecharlo al máximo? Colocando la cama en la zona con más inclinación. ¿Y para que sea acogedor? Viste la casa de manera gustosa, da calidez con algún elemento de madera, como una banco a pie de cama, y crea un rincón especial, ¿qué tal una zona de lectura? 

Banqueta de pino, de Azul Tierra. Butaca, de Gems con tela de Les Créations de la Maison. Alfombra, de Matèria. Lámpara, de Velafusta.

24.

Con una pared acristalada muy estilosa

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La decoradora Mireia Torruella sumó metros (¡y estilo!) a este dormitorio al eliminar el tabique del baño y convertirlo en una pared acristalada, con una parte fija y otra móvil. 

25.

Con espíritu de cabañita y sabor vintage

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Que sea pequeño no significa que no pueda ser muy estiloso. Así lo demuestra este dormitorio decorado por la interiorista Gabriela Conde, respira un aire vintage que lo hace peculiar. La original lámpara de techo y el cabecero orejero, tapizado con lino antiguo, visten un espacio de por sí especial. 

26.

Un cabecero tapizado de terciopelo

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El cabecero es, sin duda, uno de los grandes protagonistas del dormitorio. Y aunque cuentes con pocos metros en el dormitorio, merece la pena cuidarlo. Aquí, la decoradora Lucía Mariñas optó por un cabecero de terciopelo naranja de aire mid-century que viste el espacio con su sola presencia. 

Cabecero, realizado a medida, con tela de Osborne & Little.

27.

Abuhardillado y arropado por la madera

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Tan pequeñito como acogedor y con encanto. Así es este dormitorio abuhardillado en el que se ha optado por la madera lacada en blanco, para decorarlo. ¿La nota de contraste? Las vigas en acabado natural. 

28.

Un dormitorio romántico en clave femenina

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La interiorista Paula Duarte apostó por pocas piezas pero especiales para decorar este dormitorio: un cabecero orejero tapizado, que da un toque personal y acogedor, una lámpara con lamas de madera y una composición de cuadros que completa la pared del cabecero. Además, la apuesta de blanco y rosa da un look romántico y delicado. 

Cabecero de El Corte Inglés.

29.

Cuando la arquitectura decora

Domritorio con pared de piedra_00513690 O

En este dormitorio el protagonismo se ha cedido a la pared de piedra vista, por eso se ha optado por pocas piezas para que no compitan con ella. La cama, una estructura de madera raw tipo tatami, encaja a la perfección en un ambiente muy zen.

30.

Un cabecero de doble uso

En este caso se trata de una pieza muy especial: un mostrador antiguo recuperado que, además, actúa como separador de ambientes. Aquí tienes muchas más ideas de muebles de doble uso

Lámparas flexo, en Luzio.

31.

Un mural como cabecero

Dormitorio con mural como cabecero_00498883

¿No te cabe un cabecero al uso? Inspírate en esta idea del equipo de Oc Volo, que revistió la pared del cabecero con un mural de un mapamundi, que además de proteger la pared, se convierte en imán de todas las miradas.  

32.

Clásico y muy elegante

Dormitorio clásico con papel pintado y galán de noche de madera_00482198

¿Sabías que revestir con papel pintado una pared o con madera en el suelo son recursos que aportan calidez? En este dormitorio se ha optado por un papel con motivos florales en la pared del cabecero. El uso del blanco y las molduras del techo le dan a este dormitorio un aspecto clásico actualizado. 

Cabecero, de Gajisa y papel pintado, de Zara Home. 

33.

Un cabecero minimal y muy original

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¿Cómo decorar con carácter un dormitorio mini? Con un cabecero personalizado que apenas resta espacio: un panel de madera de unos pocos centímetros decorado con motivos de hojas. ¡Más fresco, imposible!  

34.

Muy completo en pocos metros

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Este dormitorio es pequeñito, pero se ha aprovechado al máximo, habilitando en el espacio debajo de la ventana un rincón de trabajo con lo básico. La elección del blanco, tanto en paredes y mobiliario como en textiles, contribuye a que el espacio se vea más amplio. 

Cabecero, de Catalina House. 

35.

Decorado con papel pintado

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Apostar por el papel pintado es un recurso muy práctico en dormitorios pequeños porque viste el espacio sin restar ni un centímetro útil. Para ganar en luminosidad y que el dormitorio se vea más amplio, opta por colores claros y, si hay estampados, que sean discretos, como aquí.

Cabecero diseño de Sube Interiorismo y papel pintado, en Gancedo

36.

Una pared como cabecero

Si la falta de espacio te impide que puedas colocar un cabecero, ¡no prescindas de él! Puedes conseguir un efecto parecido o incluso más estiloso pintando la pared del cabecero de otro color, revistiéndola con papel pintado o con otro material, como madera. Decora, no ocupa espacio y se convierte en el elemento de más presencia. 

Lámpara, de Coco-Mat.

37.

Convierte los rincones en armarios

Como en este dormitorio rústico que ha ganado un práctico armario empotrado en un rincón junto a la ventana. Sus frentes de madera lavada encajan a la perfección con el suelo y la carpintería y son el contrapunto perfecto a las paredes pintadas en azul. Una combinación muy acogedora que, además, propicia el descanso.

Pavimento de tarima de roble maciza. Mesita, de Hanbel. 

38.

Con zona de trabajo

O una pequeña mesa para revisar los papeles o hasta de tocador. La consigna en pocos metros es que sea muy ligera, como aquí la base de caballetes y el sobre en blanco. Y fíjate, la caída del dosel oculta la mesa desde la cama. Un acierto puesto que el desorden dificulta el descanso y empequeñece los espacios.  

Escritorio, de Leroy Merlin. Lámparas, de Velafusta y mesita de noche, de Deco&Co.

  

39.

El cabecero como repisa

Un cabecero de obra es una buena solución para ganar superficie de apoyo en la pared y no ocupar espacio. Un fondo de 15 cm es suficiente para apoyar cuadros y espejos y hasta dejar algún libro de lectura. Puedes aprovechar, además, para integrar la instalación eléctrica en su estructura.

​Mesita de noche, de Plumanac. Lámpara flexo, de Better&Best y cortinas, de Gancedo.

40.

Madera parece, pero no lo es

Para sumar sensación de calidez y un toque rústico en este dormitorio se ha revestido la pared de ¿madera? Pues aunque lo parezca, ¡es papel pintado! Resulta más económico y el acabado es similar.
 

​Cabecero con mesitas integradas, de Estudio Clara Valls. Lámpara de aplique y papel pintado, de Sacum. Cortinas, de Güell-Lamadrid.

 

 

41.

Apuesta por lo natural

Madera y verde dan a este dormitorio blanco un toque fresco y acogedor. Al disponer de pocos metros, se eligió un armario con puertas correderas que no requieren de espacio de apertura.

Cabecero y mesita de noche, realizados por Luis Samartino, de Fusteria Guitart. Lámpara flexo de Nordal, en Cado.

42.

Hornacinas para guardar

Realizar entradas en la pared a modo de estanterías empotradas puede ser muy útil. Y apenas te restará metros. ¡Tenlas en cuenta!

Cómoda lacada en blanco, de Almazen. Cortinas con tela, de Designers Guild y alfombra, de Ikea.

43.

Un escritorio por mesilla

Si te falta espacio, una buena solución es sustituir la mesita de noche por una pequeña cómoda con varios cajones donde guardar objetos y ropa, o un escritorio mini con el que ganarás, además, una zona de trabajo. 

Cabecero y lámpara con pantalla, de Becara. Estores de seda rústica, de La jaula del grillo.

44.

Beis forever

En espacios con mucho blanco, el beis consigue romper con un ambiente aséptico y atenuarlo, como sucede en este caso con el cabecero, las cortinas de la ventana y las del armario. 

Cama, de Seu Aquí. Alfombra, de Matèria. Armario, de Mobles Calàbria. Mesita de noche, de Sacum y lámpara, de Grupo Lober.

45.

Mesillas mini y mucha pintura

En este dormitorio la apuesta principal es la pintura. Las franjas anchas en vertical hacen la pared más alta. Además, sus colores van a juego con el suelo. ¿Detalles que puedes copiar en pocos metros? Recurrir a una alfombra para rebajar un suelo muy llamativo, elegir mesitas mini de formas redondeadas, y si quieres un look afrancesado en lugar de una cama con dosel, que ocupa mucho, optar por un modelo tipo corona. 
 

​Cabecero y mesillas, de Pomax. Banco, de Gajisa y alfombra, de Zara Home.

46.

Madera y blanco, dúo perfecto

Sabemos que el blanco es perfecto para ampliar y sumar luz, pero para conseguir que el dormitorio resulte acogedor la clave es el suelo de madera. Elige un pavimento de una tonalidad media, que tienda hacia el color miel. 

Aplique, de Artemide. Pavimento de madera de roble, de Rooms Penthouse.

47.

Un práctico banco bajo la ventana

Los huecos de la pared resultan muy útiles cuando se tienen pocos metros. No des ni un centímetro por perdido y utiliza todos los recursos, como crear un banco bajo la ventana. Si tienes una buena entrada de luz puedes pintar en color tostado el dormitorio, aunque sea mini. Tendrás mucha calidez y, junto con el blanco, forman una pareja acogedora y luminosa.

Estores de lino, de Montse Flaqué.

48.

Con baño en suite, ¡es posible!

Se trata de aprovechar cada centímetro con ingenio. En este dormitorio el cabecero es una repisa que se prolonga hacia el mueble del lavabo, ubicado justo en la esquina. Volado y en blanco resulta mucho más ligero. Una puerta corredera independiza la ducha del dormitorio. ¿Y la calidez? La pone la ropa de cama en rosa y azul pastel. La manera más rápida de dar color y renovar el dormitorio. 
 

Ropa de cama, de Filocolore y plaid, de La Maison. Mueble de baño, de Ikea con encimera de Neolith. 

49.

Añade algún elemento de fibra natural

Está muy de moda y es capaz de dar esa nota gustosa, rústica y natural al instante. Las fibras vegetales de la silla contrarrestan la frialdad del lino gris en la ropa de cama.

 Cabecero y mesita de noche, realizados por Luis Samartino, de Fusteria Guitart. Lámpara flexo, de Nordal, en Cado.

50.

Todo en el mínimo espacio

No querían renunciar a nada, así que este dormitorio tiene baño en suite y armarios empotrados. ¿La clave? Decorar con mucho blanco, incluso pintando la madera de las puertas del armario, y utilizar la ropa de cama para romper ese monopolio cromático.

¿Cómo usar el color para hacer que el espacio crezca ópticamente? ¿Qué muebles serán los más ligeros y a la vez decorativos? ¿Qué puedo hacer si no me cabe ni siquiera un cabecero? Te damos algunas claves para decorar un dormitorio en pocos metros:

1. Muebles versátiles

Si te falta espacio, una buena solución es sustituir la mesita de noche por una pequeña cómoda con varios cajones donde guardar objetos y ropa, o un escritorio mini con el que ganarás además una zona de trabajo.

2. Armarios empotrados

Planifícalos siempre que puedas, aprovechan el espacio y ganas metros útiles. No olvides calcular bien el hueco que requieren las puertas si son de apertura normal para que te quede suficiente paso y no choquen con otro mueble.

3. Telas, papel pintado y pintura son tus aliados

¿Quieres sensación de amplitud? Pinta el dormitorio en blanco o tonos claros que multipliquen la luz. Aprovecha los textiles y los accesorios para sumar las notas de color. Si de lo que se trata es de ganar confort, las telas te darán el toque final que necesitas texturizando tu pequeño dormitorio.

4. Muebles de doble uso

Recupera un mueble antiguo y utilízalo de cabecero y de separador de ambientes. Pon un banco con capacidad y gana almacenaje... Si los metros escasean agudiza el ingenio y la creatividad y busca piezas polivalentes.

5. Aprovecha los huecos

Espacio bajoventana, hornacinas... No des ni un centímetro por perdido y utiliza estos recursos. Si el techo es abuhardillado, coloca un pequeño armario en la zona de menor altura a lo largo de la pared y utilízalo para guardar esos objetos que menos utilizas. Si tienes un recodo acotado por una columna coloca estantes de poca profundidad y crea una pequeña librería. Hay muchas ideas con las que podrás aprovechar los huecos de casa.

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