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1.

Un baño cómodo para niños y adultos

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Con esta premisa trabajó la interiorista Natalia Zubizarreta para reformar este baño. De ahí que planificara una zona de aguas doble: con una ducha de pared a pared y, dentro de ella, una bañera, que hace las delicias de los más pequeños de la casa. Una hornacina recorre la bañera y sirve de repisa para apoyar los jabones y geles.

Mueble de Mapinni y mampara de Profiltek. 

2.

Un mueble capaz y con un look casual

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Para este baño, Natalia no quería un mueble al uso. Así que apostó por uno lacado y volado que, siendo capaz, resulta más ligero. "Lo dejamos abierto porque daba un aspecto más desenfadado al baño, que es lo que buscábamos. Además, puedes aprovechar el espacio con cestas, para dejar toallas...", comenta.

Encimera de madera de roble. Lavamanos de Bathco y grifería de Tres Grifería. 

3.

Trío de materiales con look muy natural

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La decoradora se alió con los materiales para darle ese carácter natural, como de spa, que buscaba para el baño. Así, el arrimadero es un porcelánico que imita el lino –el del suelo imita la piedra–, el apique es de cuerda y el marco del espejo, de roble natural.

Azulejos de suelos y pared, en Jorge Fernández y espejo de Mapini.

Era muy importante en este baño encontrar el término medio entre un baño sobrio de adultos y uno demasiado infantil. Por eso Natalia Zubizarreta buscó un look neutro y dejó para el estilismo, que es lo más fácil y económico de renovar, los detalles más infantiles, como las toallas o el cuadro del barco de la hornacina de la bañera.

¿La única licencia? El papel pintado con efecto denim que Natalia reservó para la zona menos expuesta a las aguas. "Nos pareció divertido ese toque vaquero, que le daba un aire juvenil al baño pero que fácilmente podía perdurar en el tiempo sin cansarte", explica la decoradora.

Si los materiales se escogieron con mucho mimo –en el suelo se apostó por un porcelánico antideslizante, pensando en los niños– también los acabados. La grifería, por ejemplo, se eligió en blanco, tanto la del lavamanos como la de la ducha: "Nos pareció más especial en blanco, es más suave y armónico. Y le va de maravilla a la estética del baño".

El presupuesto, al detalle

  • Mueble lacado (1.987 €) y espejo con marco de roble (510 €), deMapini.
  • Lavamanos de Bathco (200 €).
  • Grifería mural blanca de Tres Grifería (349 €).
  • Azulejos de suelos y pared, en Jorge Fernández (1.084 €).
  • Papel pintado vinílico con efecto denim de Designers Guild (258 €).
  • Mampara de Profiltek (1.188 €).
  • Grifería de la ducha monomando empotrada (760 €) y de la bañera (666 €), ambas de Tres Grifería.
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