Según la psicología del color, nuestras emociones están directamente conectadas con las elecciones cromáticas que hacemos a diario: desde nuestra ropa o nuestro maquillaje, hasta la decoración de nuestro hogar, cada color despierta en nosotros una sensación distinta. Eso sí: pintar las paredes de casa debe ser algo más que un impulso, y hay varios factores a considerar. Dado que el dormitorio debe ser un santuario de descanso en el que podamos dejar atrás el estrés diario, es importante buscar formas efectivas de mejorar la calidad del sueño y crear un ambiente propicio para la relajación: la pintura, aunque pueda parecer sorprendente, es una forma infalible de conseguirlo. Sigue leyendo porque te contamos qué colores han demostrado ser especialmente relajantes y cómo pueden ayudarte a transformar tu estancia en un remanso de paz.

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1.

Blanco luminoso

Dormitorio con cabecero de capitoné.

Cabecero de Clase. Apliques de DCW.

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Es una opción muy recomendable para pintar las paredes, especialmente de dormitorios pequeños y oscuros. El blanco es un color infalible que te asegura una atmósfera relajante, perfecta para el descanso. Además, tiene otras ventajas: podrás incluir toques de los tonos que más te gusten en la ropa de cama, ya que cualquiera de ellos combinará perfectamente con el blanco.

2.

Beige acogedor

Dormitorio con cabecero y alfombra de fibras.

Cabecero, una adaptación de Julia Casals con una alfombra de Zara Home. Sábanas de Be Kume, fundas de lino y plaid color teja de Filocolore.

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Si, además de una atmósfera relajante, estás buscando crear un ambiente acogedor y cálido en tu dormitorio, el color beige es perfecto para las paredes. Aunque no es una tonalidad fría (que son las que transmiten más tranquilidad), tampoco resulta estresante ni atenta contra el descanso. Combínalo con blanco y el efecto será más relajado. Dormirás de maravilla.

3.

Amarillo perla, calidez asegurada

Dormitorio amarillo con banco bajo la ventana.

Cabecero de DM lacado y madera de roble, realizado a medida por Carpintería Jo Pa Álvarez. Lámpara Greta de Carpyen, en Matèria. Alfombra de KP confeccionada por Piccolo Mondo. Estor de lino, de Jab Anstoetz. Cuadros, de Blanca Cases.

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A medio camino entre el beige y el amarillo, este tono es capaz de aportar calidez y luminosidad a partes iguales. Es especialmente aconsejable en estancias con poca luz en las que se busca un efecto más acogedor.  

4.

Gris claro, un color de tendencia

Dormitorio con vigas en el techo y paredes de color gris.

Lámpara, de Blanc D'Ivoire. 

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Es uno de los neutros del momento. Un color muy apreciado para toda la casa, porque es luminoso y más personal que el blanco, que puede pecar de demasiada sencillez. Con el gris claro tenemos asegurado un efecto elegante y atemporal muy adecuado para el dormitorio, donde conseguirá acentuar la serenidad del ambiente. Es la alternativa perfecta al blanco y al beige en aquellos espacios en los que no sobran los metros cuadrados.

5.

Gris medio, con personalidad propia

Dormitorio gris con cabecero tapizado de capitoné, banco y cortinas.

Colcha, manta y cojines de rayas de Sitjar. Sábana y cuadrante de lino de Zara Home. Cuadrantes de punto de Matèria. Espejos de Carolina Blue.

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El círculo cromático nos ofrece diferentes colores fríos con los que decorar el dormitorio sin perder esa atmósfera de paz que tanto buscamos. Y dentro de esa franja de tonalidades, las más oscuras destacan por su personalidad, por su potencia decorativa, que parece superar a los tonos más claros. Sucede con el azul, con el verde y, como podemos ver en la imagen, también con el gris. El tono gris humo de las paredes de esta habitación no puede ser más especial y moderno. Decídete por él y combínalo con cualquier otro color en los muebles o la ropa de cama. ¿Te animas?

6.

Gris oscuro, elegancia a raudales

Dormitorio con paredes color gris oscuro, banco y cabecero tapizado.

Cabecero, mesillas y lámpara de Kenay Home. En la pared del cabecero, individuales de Zara Home y El Corte Inglés. Banqueta de Maisons du Monde. Alfombra de El Corte Inglés.

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En materia de decoración, la serenidad no está reñida con la elegancia. Así lo demuestra el dormitorio moderno que ves en la imagen, perteneciente a la casa de la interiorista Paula Duarte. La pared del cabecero se ha pintado de un color gris grafito, y resulta cosmopolita y actual. Además, por oscuro que sea la tonalidad, continúa transmitiendo paz y relax.

7.

Azul celeste, calma y serenidad

Dormitorio azul celeste con cortinas vaporosas.

Lámpara, de Light&Living.

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Si hay un color frío especialmente adecuado para pintar las paredes del dormitorio para fomentar el descanso es, sin duda, el azul. Es el tono por excelencia que transmite más calma, y sobre todo en sus versiones más claras y luminosas, como el azul celeste de este dormitorio decorado por Dara Díaz. Un acierto seguro, especialmente si eliges muebles y ropa de cama de color blanco.

8.

Azul aguamarina, recuerdos del mar

Dormitorio azul aguamarina.

Cabecero, diseño de Sube Interiorismo con tela de Sette.

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Un azul claro con matices ligeramente verdosos es el color que se ha elegido para las paredes de este dormitorio. Un tono frío que recuerda al mar y que contribuye a crear un ambiente muy sereno. La ropa de cama se ha elegido en tonos tostados y blancos. ¿Te gusta, pero no sabes cómo quedará en tu pared? Hazte con una muestra o tester del color: muchas marcas de pintura los tienen a un precio asequible. Así podrás probar cómo queda realmente ese tono en tu dormitorio: si se ve más claro o más oscuro, cómo le afecta la luz, etc.

9.

Azul grisáceo, pura elegancia

Dormitorio azul grisáceo con butaca y muebles antiguos.

Cabecero, de Las Marystrastos. Butaca, de Maisons du Monde.

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Personal, interesante, sereno y muy elegante. Así es este dormitorio decorado por Natalia Zubizarreta y es en parte por el color azul grisáceo de la pared del cabecero. Un tono intenso que, sin embargo, no aporta estridencia alguna. Más bien al contrario, transmite serenidad y relajación. Puedes utilizarlo únicamente en la pared del cabecero (igual que en la imagen), aunque no resta demasiada luz ni resulta pesado. Para acertar, acompáñalo de colores neutros: blanco, beige, gris claro, etc.

10.

Verde manzana, un plus de armonía

Dormitorio verde con alfombra de fibras.

Lámpara, de Cado. Espejo, de Sacum. Alfombra, de Gra.

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¿Es el verde uno de tus colores favoritos? Si es así, estás de suerte porque es una alternativa perfecta para las paredes de tu dormitorio. Además de decorativo y fresco, es un tono frío que promueve la tranquilidad y te ayuda a crear una atmósfera serena. En su versión clara y alegre, transmite armonía y resulta envolvente. Antes de decidirte a pintar, puedes probar cómo quedaría este color utilizando alguna de las Apps que las marcas de pintura han desarrollado para ese fin. Podrás ver de forma virtual este tono de verde sobre la pared de tu dormitorio, lo que te ayudará a hacerte una idea del resultado.

11.

Verde empolvado, natural con blanco

Dormitorio verde empolvado elegante con molduras y banqueta.

Banqueta, de Mercader de Venecia. Ventilador, de Faro.

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Para decorar este dormitorio se ha pintado la pared de un verde medio, ni demasiado claro ni muy oscuro, dejando el techo en blanco. La combinación de estos dos colores consigue añadir interés visual al dormitorio sin perder naturalidad ni, lo que es más importante, estropear el ambiente de tranquilidad.

12.

Verde oscuro, la magia de la naturaleza

Dormitorio con paredes verde oscuro y cabecero de cama de madera a medida.

Cabecero diseñado a medida por Meritxell Ribé. Apliques, de Vibia.

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¿Quieres para tu dormitorio un color especial que te traiga recuerdos de la naturaleza? Una forma de lograrlo es pintar la pared del cabecero con un verde oscuro e intenso. Y, sobre todo, sin interferir en el descanso nocturno, ya que el verde, por oscuro que sea, favorece el relax y la tranquilidad. Además, es un color moderno que combina de maravilla con tonos tostados, ocres y con el tono de la madera natural.

13.

Verde grisáceo, con mucho carácter

Dormitorio principal con cabecero tapizado y revestimiento de madera pintada.

Dormitorio principal con cabecero tapizado y revestimiento de madera pintada.

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Que el verde es una opción perfecta para pintar las paredes del dormitorio y crear un ambiente relajante no es ningún secreto. Sin embargo, hay muchas variantes cromáticas: si unos verdes resultan más refrescantes, otros ganan en naturalidad y otros son más personales. El verde con matices grisáceos que se ha utilizado en el dormitorio de la foto es sereno y elegante. La pared se ha revestido con tablones de madera pintados en este color tan especial, y la ropa de cama del mismo color contribuye a lograr la armonía.

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