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La cerámica es el material más popular

Es duradero, inalterable y fácil de limpiar. El gres porcelánico es la opción más resistente. Existe una gran variedad de cerámica y una buena variedad de precios: tienes baldosas de gres desde 20€/m2 aunque, cuanto mayores sean las piezas, más se incrementa el precio.

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Se lleva la cerámica que parece madera

Las piezas cerámicas que reproducen lamas de madera son cada vez más realistas y variadas, lo que permite disfrutar de la belleza de la madera con la resistencia del gres.

3.

De piedra natural

Los suelos de granito, pizarra y mármol son atemporales, por lo que se integran en cualquier tipo de cocina dándole una nota de elegancia natural. Además, envejecen bien y son muy duraderos.

4.

Pon suelos de madera, pero protegidos

Si eliges un parquet de madera para la cocina, asegúrate de que está convenientemente protegido con barnices resistentes y renueva su capa superficial con cierta frecuencia. Los laminados sintéticos los imitan con gran realismo y los tienes con tablero anti-humedad.

5.

El microcemento está de moda

Su principal virtud es su superficie continua, sin juntas en las que se pueda acumular suciedad. En la cocina, protégelo con una capa de impermeabilización y dale un tratamiento antideslizante.

6.

Si no te atreves con madera, combina materiales

Una manera de disfrutar de la belleza y calidez de la madera sin exponerla a manchas y salpicaduras es combinarla con un material más resistente en las zonas más críticas.

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Los suelos vinílicos se ponen muy fácilmente

Imitan a la perfección cualquier tipo de material, incluida la madera o los hidráulicos, son impermeables y de pisada amortiguada. Además, dado su mínimo espesor, se pueden colocar sobre el suelo existente sin necesidad de retirarlo.

¿Qué requisitos debe cumplir un suelo?

Que aguante el trote diario, inalterable frente a las manchas y salpicaduras, impermeable, fácil de limpiar y bonito... ¿Algo má? Pues si pueden ser higiénicos y a buen precio, mejor que mejor.

Cerámica: el material todo terreno

La cerámica es higiénica, impermeable, difícil de rayar o romper y se limpia con cualquier detergente. ¡Por algo es la reina en un sitio como la cocina, porque puedes despreocuparte totalmente de ella!

Las baldosas de gres porcelánico –las más resistentes– reproducen fielmente todo tipo de acabados, incluidos la piedra, la madera o el metal, por lo que se adaptan perfectamente a cualquier estilo de cocina: desde las de estilo rústico a las industriales.

Elígelas de gran formato y con bordes rectificados para minimizar las juntas, que es el punto débil de este material, ya que en ellas se puede acumular suciedad difícil de sacar.

La gran variedad de cerámica existente da lugar también a una gran diversidad de precios: tienes baldosas de gres desde 20€/m2 aunque, cuanto mayores sean las piezas, más se incrementa el precio.

¿Madera en el suelo de la cocina?

El suelo de madera aporta calidez a la cocina y, además, crea la sensación de espacio continuo con el resto de la casa, por lo que parece más grande. Pero no hay que olvidar que se trata de un material delicado que no soporta tan bien como otros un uso exhaustivo.

Si quieres disfrutar de la estética de la madera sin ninguno de sus inconvenientes, los laminados sintéticos son una buena alternativa. Ofrecen la belleza de la madera de forma realista, con una resistencia superior y a un precio competitivo (unos 30 €/m2). Elígelos resistentes a la humedad y con juntas impermeables.

Combinarla con materiales más resistentes en las zonas sometidas a un mayor uso es una solución habitual y de plena actualidad, ya que se lleva la combinación de materiales en los suelos.

De piedra: belleza y resistencia

Resistentes y duraderos, los suelos de piedra natural resultan únicos, ya que cada pieza es distinta. Envejecen con elegancia y se pueden pulir para renovarlos.

El granito y la pizarra son dos de las opciones más resistentes y fáciles de mantener. El mármol es otro clásico, aunque requiere tratamiento tapaporos para evitar que se manche.

Microcemento: superficie continua

El look que ofrece su superficie continua –sin ningún tipo de junta y en cualquier color– lo ha convertido en el material de moda. Pero, cuidado, existen diferentes calidades y puede presentar fisuras.

El microcemento se adhiere sobre cualquier superficie existente (incluidas las baldosas), así como en pavimentos como en paredes. Tiene un grosor mínimo, de apenas 2-3 mm. Todo esto lo convierte en idóneo para reformas. Su precio va de unos 60 a 80 €/m2.

No olvides aplicarle un tratamiento impermeable para hacerlo apto para la cocina, así como una superficie antideslizante, para evitar accidentes.

Vinílicos: perfectos para reformas sin obras

Los nuevos suelos vinílicos están realizados en PVC, son impermeables, cálidos a la pisada, se presentan en un sinfín de diseños muy decorativos y tienen un precio muy competitivo (desde 20 €/m2) .

Disponibles en rollos o en lamas con mecanismo tipo 'clic' (como los laminados), su instalación es sencilla.