10 formas de distribuir un salón comedor en L

No es una distribución solo apta para grandes espacios. Lo es para cualquier salón con forma de L. En el brazo más amplio, el salón y el comedor, con el sofá en medio que sirve de separador. Y el lado más alargado de la L se dedica, en una esquina, al salón y en la otra, a la zona de lectura con una butaca y poco más.

Una mesa redonda compensa y "relaja" la forma demasiado angular de los salones en L, que tienen muchas esquinas. Además, es una buena solución para aprovechar el brazo más pequeño de la L. En una mesa redonda siempre caben más comensales que en una cuadrada y al no tener esquinas, ocupa visualmente menos.

Como la zona de estar era muy larga, se optó por colocar dos mesitas de centro también largas y estrechas, en consonancia. Y al ser dos, pueden separarse y recolocarse como se quiera en caso de tener invitados.

Prioriza la mesa y reduce el salón. Una mesa ovalada, como las redondas, ayuda a optimizar el espacio del comedor porque caben más comensales que en una rectangular. 

Como una mesa ovalada ocupa visualmente más, compensa su presencia evitando un gran sofá. Uno de dos plazas con butacas o pufs encajarán a la perfección.

Si el brazo más corto de la L es muy pequeño, una solución es dedicar el espacio a rincón de estudio. Una buena idea para "recoger" más el estudio y crear un lugar donde poder concentrarse mejor es colocar una estantería sin trasera que delimite la zona de estar de la de trabajo, como en este plano.

Aquí, en vez de una librería baja que separe la zona del estar del estudio, se ha levantado un murete a media altura, que todavía delimita más los dos espacios.

Cuando faltan los metros, es mejor no zonificar y apostar por un solo uso, como aquí, dedicando todo el espacio al salón. Esto permite no tener que renunciar a un gran sofá. 

Además, aquí, la distribución ha creado una segunda L colocando el mueble del televisor delante de la puerta. De esta forma, todavía se "cierra" más el espacio. Ideal para apasionados del cine.

La distribución perfecta: en cada brazo de la L, un espacio. Y para optimizar al máximo esas áreas: los sofás, a pared dejando una zona central libre, y el comedor ocupando lo mínimo gracias a un banco a pared que evita tener que dejar espacio detrás, como en el caso de las sillas para poder moverlas.

A parte de lo que te hemos contado sobre su distribución, en este salón, las alfombras juegan un papel clave: el salón está recogido en una de ellas y el otro, delimita un pasillo hacia la zona de estar justo delante del comedor, lo que enmarca también este espacio evitando que se ensucie igual que si estuviera bajo la mesa.

Este tiene forma de U, lo que, a pesar de ser un estar espacioso, lo recoge. Y como es tan grande y pesa visualmente, los auxiliares se han elegido pequeños para compensar: pufs, una mesa de centro cuadrada y reducida, y unos auxiliares de superficie redonda muy ligeros.

Frente a las zonas más iluminadas se han colocado el estar y un pequeño estudio. Y tras el sofá principal, un pasillo (de 90 cm mínimo) para poder acceder a librerías o armarios cómodamente, y una butaca para crear un pequeño rincón de lectura. Poco convencional pero práctico.

La gran librería se ha iluminado con tiras LED para aligerarla y darle un toque más decorativo. Y en la pared cercana al escritorio, no se ha querido abigarrar el espacio con estanterías para ganar sensación de amplitud y con unas sencillas baldas estrechas se ha logrado decorar sin llenar.

¿Que la L no te da la profundidad suficiente para colocar el comedor? Apuesta por crear un salón de película. En un rincón como este puedes colocar una chaise longue que "cierra" visualmente el salón y, si está bajo la ventana como aquí, al ser una pieza baja, no obstaculizará la entrada de la luz.

Aquí, para darle al espacio de la chaise longue más entidad como rincón de lectura relajante, se ha planificado una librería en alto que delimita el espacio y lo hace más acogedor y recogido a pesar de los muchos metros de la estancia.

Al cerrar la galería, este salón ganó un espacio más. Ha quedado una estancia irregular pero permite, en la zona más estrecha, colocar unas estanterías bajo las ventanas para guardar más y ganar un rincón para una butaca de lectura donde entra más luz.