Soy decoradora y estos son mis 16 trucos infalibles para aprovechar un piso pequeño

Al elegir los colores para un piso pequeño, piensa siempre en el blanco o el tono más claro posible, tanto para las paredes como para los suelos y, por supuesto, también en los muebles o en los textiles. ¡Una alfombra y unas cortinas blancas pueden hacer mucho por ti!

Es fundamental para que la luz circule. Deja unos centímetros entre el sofá y la pared o, en este caso, la librería; tras las sillas del comedor... En serio: tu salón se verá más grande.

Escoge muebles a los que se les vean las patas, como butacas sin faldón o mesas de centro con patas estilizadas. Dan más ligereza visual y, con ello, ganas sensación de amplitud.

La luz es un gran aliado para ampliar visualmente el espacio. Si no quieres o puedes tirar tabiques, alíate con los cerramientos o tabiques de cristal, ya sean con estructura en hierro o en madera, separan espacios y, a su vez, llevan la luz de estancia a estancia. ¡Son mis favoritos!

Elige colores claros para los muebles, que hagan que tu cocina pequeña se vea más grande. Si es posible, que vayan a juego con los suelos claros. Y, muy importante, apuesta por una encimera blanca o de colores muy claritos, porque es la superficie que más refleja la luz. ¡Poténciala! 

La cocina es preferible no llenarla con muebles altos. Recurre a baldas abiertas y a muebles tipo vitrinas con puertas acristaladas para que se vea su interior. Tendrás que ser más ordenada, para dar más ligereza visual. 

Si vas justa de metros en la cocina, no lo dudes y elige electrodomésticos de tamaño reducido o compactos. Hay hornos, lavavajillas y lavadoras de 40 cm en vez de los 60 cm estándar, y placas de solo 30 cm. También es una buena idea elegir modelos multifunción, como hornos microondas o lavadoras secadoras.

Los bancos son un gran aliado en comedores pequeños. Por un lado, porque permiten arrimar más la mesa a la pared, ganando unos 40-50 cm extras de paso. Y, por el otro, porque dan más juego a la hora de sentarse y en el mismo espacio que ocuparían un par de sillas pueden sentarse cómodamente tres personas. 

Si cuentas con una pequeña terraza o un balcón ilumínala –puedes mezclar alguna lámpara con las plantas, es un buen truco–. Así pasará a formar parte de tu espacio vital. Si la tienes a oscuras es como si no existiera y estancia se termina en la ventana o puerta de salida, no se prolonga hacia el exterior. 

La cama no debe tener necesariamente el cabecero en la pared principal. Atrévete a buscar fórmulas diferentes y prueba varias posiciones hasta ganar un paso más fluido y que aproveche más y mejor el espacio. Aquí, la decoradora Begoña Susaeta ideó un cabecero tipo murete que se convierte en tabique acristalado y que separa la zona de cama del vestidor.

Optimiza al máximo el espacio para guardar en dormitorios pequeños. En un entrante de apenas 25 cm puedes colocar unas baldas a modo de librería, usa los bajos de la cama con cajones o con un canapé con tanta capacidad como un armario grande... En resumen, no renuncies ni un cm útil para guardar.

Piensa en vertical y explota la altura de la habitación con armarios hasta el techo, así podrás aprovechar el maletero para ropa de otra temporada o poco uso. Y si tienes armarios empotrados, pon cristaleras semiopacas o enteladas, muy de moda, en las puertas. Parecerá que la habitación es más profunda. 

A la hora de vestir la cama, huye de los estampados muy marcados. Será mejor apostar por una ropa de cama lisa y de colores claros. Si quieres dar un toque de color, utiliza tejidos con rayas o cuadros o flores finas y pequeñas.