¿Acabas de comprar tu primera casa y te sientes algo perdida en su decoración?, ¿te apetece darle un cambio general al look de tu vivienda, pero no sabes por dónde empezar? Pues prepárate para tomar nota, porque vamos a contarte cuáles son los 6 errores más habituales que comete la gente cuando decora sus hogares (y que arruinan por completo el interiorismo). Como verás a continuación, son pequeños detalles, pero de suma importancia, que marcan un antes y después en la decoración. Desde el color de las paredes, pasando por el orden en las estanterías abiertas, hasta el tipo de plantas que elijas, todo ello puede desmerecer el resultado final.

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1.

Diseñar espacios demasiados neutros

Salón comedor con tejidos naturales y paredes de color beige

Sofá de lino con reposapiés, puf, mesas de centro de madera y paredes de color beige.

El Mueble

Aunque los tonos neutros son nuestros favoritos para decorar cualquier estancia porque aportan luz, calidez y elegancia, tienen un pequeño hándicap: en exceso, generan espacios monótonos y aburridos. Para remediarlo, no hay mejor truco que aliarse con los complementos en colores vivos. Nos referimos a textiles, jarrones, macetas, láminas decorativas... Estas pinceladas de color son las que conseguirán crear un espacio personal y vívido. No obstante, no se trata de mezclar colores y estampados a tutiplén, sino de elegir una gama cromática y jugar con las distintas combinaciones para favorecer la armonía.

2.

Pintar las paredes en un tono oscuro

Recibidor pintado de beige con consola, lámpara, espejo y cestas

Recibidor pintado de beige con consola, lámpara, espejo y cestas.

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Las paredes son como el lienzo de un artista, en este caso, son el lienzo de los hogares, y su color es clave para embellecer o desmerecer la decoración. Si optas por un color frío y muy oscuro, la estancia se verá más pequeña y la sensación será de constreñimiento. En su lugar, las paredes en tonos claros y cálidos potencian la luz (incluso en zonas donde no hay iluminación natural). Además, son la base perfecta para resaltar el mobiliario elegido, y se adaptan a todos los estilos decorativos. Blancos, beiges, arenas... ¡No fallan!

3.

No cuidar el almacenaje de las estanterías abiertas

Salón con sofá beige y estantería abierta

Salón con sofá beige y estantería abierta.

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A pesar de que somos muy fans de las estanterías abiertas, reconocemos que requieren bastante atención. Por un lado, está el tema de la limpieza, ya que al ser espacios abiertos se llenan de polvo rápidamente. Por otro lado, al estar siempre a la vista, mantener el orden es fundamental si no queremos perder la armonía visual. Otro punto a tener en cuenta es que las estanterías abiertas necesitan cierto equilibrio en los objetos decorativos. Esto significa que debemos huir del abarrotamiento y apostar por el menos es más. También es recomendable incluir algún elemento natural, como una planta, y valernos de cestas decorativas para esconder aquello que no queramos dejar a la vista.

4.

Escoger colores que no se complementan

Salón con sofá esquinero y mesa de centro de madera

Sofá esquinero beige con cojines y mesa de centro de madera.

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Como te decíamos, combinar los tonos neutros con toques de colores vivos es importante para crear un hogar con estilo. Sin embargo, hay que tener un mínimo conocimiento de la colorimetría para saber qué tonalidades quedan bien y cuáles no. Con las que siempre acertarás: blancos y tejas, mostazas y verdes, mostazas y grises, azules y rosas, tonos tierra en distintas intensidades... 

5.

Olvidarse de las paredes

Dormitorio con mesitas de noche doradas y láminas botánicas

Láminas botánicas sobre el cabecero de la cama.

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Además de elegir un color adecuado para las paredes, ya sea con pintura o papel pintado, no hay que olvidarse de su decoración. Con ello hablamos de vestirlas con elementos como cuadros, fotografías o láminas decorativas. Hay múltiples formas de colocarlos en función del espacio y las necesidades, pero son, sin duda, piezas básicas que permiten potenciar el estilo decorativo. ¡Y es que no hay nada más soso y aburrido que una pared desnuda!

6.

Elegir plantas artificiales

Plantas de interior en maceteros de mimbre

Plantas de interior en maceteros de mimbre.

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Las plantas artificiales son muy cómodas, y en ocasiones, también bastante realistas (tanto, que podemos llegar a confundirlas con plantas naturales). Pero a pesar de que no requieren ningún mantenimiento y son fabulosas para personas que viajan mucho o que son algo olvidadizas, hay que admitir que no tienen nada que hacer contra las plantas naturales. Estas últimas pueden elevar el estilo de cualquier rincón, al mismo tiempo que lo dotan de frescor y conciben ambientes relajados. Las plantas artificiales, al contrario, dan un aspecto ''barato'' a la decoración, como si fuera un ''quiero y no puedo''.