Antes y después: 8 cambios increíbles de estos muebles abandonados

Después del largo proceso de lavado, se decidió respetar al máximo la belleza de la madera del mueble y se decidió proteger con hidrolaca. Su interior fue pintado con pintura a la tiza o Chakpaint color gris grafito para otorgarle ese necesario "look" moderno. 

Después de la primera capa de lavado y lijado, se pintó el mueble en un tono azul con una pintura de esmalte de agua, un tipo de pintura que enamora a Celeste, la diseñadora del taller. La madera fue protegida con hidrolaca. ¡Y así quedó un mueble que ya no parece el mismo!

De un lustre muy oscuro se llenó de luz, tan solo lijando un poco la superficie y aplicando tres capas de esmalte al agua blanco con verde oscuro y ocre. Para finalizar, recibió una pátina de envejecido para resaltar todo el trabajo del proceso de tallado. Y es que, a pesar de ser una de los primeros encargos, el resultado fue igual de impresionante. 

"Esta es una de las intervenciones con mayor contenido sentimental, ya que pertenecían a mi abuela", nos comenta Celeste. La idea fue combinarlas con una alfombra de porcelanato simil calcareo. Para ello, primero recibieron una mano de fondo bloqueador de manchas. A continuación, dos manos de esmalte al agua en color blanco entonado junto con unas gotas de marrón y negro. 

Tras los dos primeros pasos, con un estencil se fue copiando el diseño del suelo en el taburete usando una placa de acetato. Se aplicó mediante esponja sobre la tapa de la banqueta, aplicando con un color celeste vintage. Por último se desgastaron un poco con una lija algunos lugares y recibieron una pátina de envejecido.

El estilo provenzal es, sin dudas, un estilo que enamora a todos, y también a nosotros. Este proyecto empezó lavando la mesa por completo para quitar la pintura y el lustre anterior. Y así, poco a poco, fue empezando a coger forma y recuperando la majestuosidad que se merecía. 

Esta mesa fue trabajada mediante una técnica de aguada (de pintura muy diluida) y mucho desgaste para resaltar la madera y sus tallados. ¿El resultado? ¡Una auténtica maravilla!

Con un poco de pintura al agua, (los productos solubles en agua son muy fáciles de trabajar, casi no tienen olor y secan rapidísimo.) Esta combinación de elementos que se encontraron en la calle acabaron formando un precioso botiquín. ¡Además del tirador de cerámica que le da el toque final! 

Estos sillones estuvieron un largo tiempo en el taller a la espera de ser renovados. Cuando llegó su turno, se renovó el lustre que estaba tan deteriorado y se tapizó la parte del asiento con una tela a rallas. Una tapicería de lo más atemporal, ¿verdad?

Así quedaron estos pequeños sillones que parecían no poder recuperarse en absoluto. Cuando un mueble luce para tirar, tan solo hace falta tener alguna idea para devolverles a la vida como es debido. ¿El mayor desafío? ¡Sin duda fue no perder la cabeza al colocar tantas tachas!

Celeste Hapon es la diseñadora de indumentaria y textil al cargo de estos impresionantes cambios. Desde pequeña pintaba y pintaba sin parar muebles para muñecas que ella misma fabricaba, sin pensar que ese juego se convertiría años más tarde en su pasión y profesión. Amante de los oficios y ciruja de corazón, ¡interviene muebles y objetos para darles una nueva oportunidad de brillar!