1 /22

1.

En la fuente.

 La propietaria Maribel Escalón con Verón, la mascota de la familia.

2.

Exterior.

 La construcción de la casa corrió a cargo del estudio de arquitectura de José María y Alfredo Santos Varelo.

3.

Estar de verano.

Todas las plantas están en Viveros Guzmán. Butaca de fibra, en La Albaida, igual que los pufs y la mesa de centro.

4.

Porche.

Mesa, en La Albaida. El mantel azul es de ZARA HOME. Vajilla de Manapany. Silla de hierro, en Chiqui Barbero.

5.

Vajilla con clase.

 En blanco, da luminosidad a la mesa. Sus detalles en la cerámica son preciosistas.

6.

Entrada.

 La carpintería exterior y los porticones se han pintado de azul, lo que regala sensación de frescor.

7.

Recibidor.

 Cómoda, a la venta en La Pequeña Inglaterra. Jarrón, en Cachemir y espejo, en La Albaida.

8.

Velitas.

En la mesa auxiliar, dos velas y una planta decorar el salón. La planta proporciona frescor, las velas, intimidad.

9.

Entrada interior.

El suelo es de roble teñido, similar de Quick-Step. En el salón, cómoda, a la venta en Chiqui Barbero.

10.

Salón.

 Sofá y butacas, en La Albaida. Las lámparas de sobremesa, en Chiqui Barbero. Mesa de centro, en la misma tienda.

11.

Bandeja con juego para té y jarrón con flores blancas sobre la mesa de centro del salón_00320813

La hora del té. La bandeja y la tetera se adquirieron en Chiqui Barbero. Jarrón con rosas blancas de TEKLASSIC.

12.

Salón.

Para favorecer las vistas al jardin, la chaise longue frente a la ventana se ha elegido con el respaldo bajo.

13.

Toques de color.

 Los cojines dan una suave nota de color a las tapicerías. Son de Chiqui Barbero.

14.

Cocina.

 Mobiliario de pino diseñado por la propietaria y realizado a medida. Encimera y fregadero de CORIAN.

15.

Pabellón del comedor.

 La mesa es de herencia familiar. Al fondo, alacena, en La Pequeña Inglaterra. Sobre ella, lámpara de sobremesa, en Cachemir.

16.

Comedor.

Sillas, en Manapany. Lámpara de techo, en La Albaida y la de pie, en Chiqui Barbero. Mantel, en Côté Soleil.

17.

El detalle en la mesa.

 Tartera con tapa en cristal. ¡Decora tus tartas y pasteles!

18.

Baño.

Mueble bajolavabo, diseño de la propietaria y realizado por Carpintería Moncada. Bañera y lavamanos de ROCA.

19.

Parte superior del recibidor con una lámpara de techo gris y blanca y un cuadro_00320820

Distribuidor. El escabel esta en Chiqui Barbero. El cuadro, en La Albaida. Lámpara, en Medina Azahara.

20.

Dormitorio.

 Cabecero, en La Albaida. Banqueta, en Manapany. mesilla, en Chiqui Barbero. Ropa de cama, en Côté Soleil.

21.

Combinando estampados.

Unos cuadros de Vichy con Toile de Jouy.

22.

Vestidor.

 Un murete se levanta en un lateral del dormitorio, donde se ubica el vestidor. El entelado confiere a la habitación un toque clásico e íntimo a la vez.

Blanca por dentro y azul (y blanca también, en honor a la verdad) por fuera. La casa, levantada sobre el Mediterráneo y en la Costa del Sol, es una gozada. Está construida en forma de U, rodeando la piscina de aguas azulísimas y vaso casi cuadrado de gresite. También cuenta con dos porches gemelos semicubiertos con poderosas vigas de madera y uno tercero central. Y no me extiendo más porque lo podéis ver vosotras mismas en las primeras fotos, las que nos muestran la fachada y los exteriores. Estaréis de acuerdo conmigo: son absolutamente encantadores, con ese punto de construcción mimada al detalle que le da una apariencia de escenario de cuento con final feliz. Muros blancos y ventanas y contraventanas azul intenso, azul mar, azul piscina, azul agua. En el interior son los colores neutros los que vencen, y se encargan de repartir paz y relax a toneladas. Las paredes y techos están pintados en un suave tono vainilla, y las ventanas y puertas, las mismas que son azules por fuera, están lacadas por dentro en un blanco radiante. Ese contraste entre interior y exterior se hace especialmente evidente (y con un impacto brillantísimo) en el pabellón destinado a comedor. Abrid las dos fotos y comprobaréis el contraste tan efectista entre el exterior de un azul potentísimo y el espacio interior blanco a rabiar, con tan solo la licencia de las baldosas hidraúlicas del suelo en tonos azulones (unas baldosas, por cierto, que simulando un formato de alfombra, se extienden también en la cocina). Es como el haz y el envés de una misma hoja, el derecho y el revés de un tejido, la cara y la cruz de una moneda. Un recurso decorativo sorprendente que marca esta casa de una manera espectacular.