"Esta es una casa que para nosotros ha representado muchas emociones. Era el hogar de los abuelos del mejor amigo de mi marido cuando eran chavales, y allí pasaban verano, fines de semana y vacaciones. Sobre todo de adolescentes, cuando podían ir solos. ¡Sus recuerdos son buenísimos! Tanto, que cuando salió a la venta, se la quiso quedar", nos cuenta Esther, la propietaria de esta casa. Y añade: "Por suerte, nos topamos con los Hermanos Vega Díaz para la obra y Loli Lavín, que colaboró con la decoración".
Banco, de Il Coco. Manta, de Fronda. Perchero, en Maisons du Monde. Lámpara de techo, Loli Lavín. Alfombra, de Zara Home.