La historia de este dúplex de montaña arranca con un flechazo. El de Jorge y Marzia por las mesas de tronco del salón. “Vieron en El Mueble hace un año un proyecto nuestro donde pusimos unas mesas de tronco similares a estas y sí o sí querían unas iguales para su casa. Hasta el punto que sin las mesas no había proyecto", recuerda Juanma Alonso, constructor e interiorista de Luderna Design y responsable del proyecto de interiorismo. "¡Nos costó muchísimo conseguirlas! Miramos en varias carpinterías... y nada. Al final apareció en el fondo de un aserradero una copa de nogal preciosa. Nos la prestaron, la cortamos y la preparamos para hacer estas tres mesas”.
Superado el reto de las mesas, vino otro desafío más grande. Aclarar la carpintería de todo el piso: “Era oscuro, desde los techos y las puertas hasta las ventanas. Y le restaba mucha claridad”, explica Juanma. Precisamente para contrastar el blanco del techo y de las paredes, los propietarios quisieron una pared de un color oscuro. Y la elegida fue la del salón, que comunica con el comedor y la cocina. Incluso el tramo de la escalera se pintó así, lo que crea una dualidad muy atractiva con el blanco de la barandilla.
La cocina se dejó tal y cómo estaba y el comedor se ubicó junto a la escalera, que hace de división con el salón. Juanma nos cuenta que, en un primer momento, los propietarios querían instalar su dormitorio abajo, pero cambiaron de idea para estar junto a los niños, Valeria y Gabiele, que tienen su habitación en la planta superior. Ahora, tras el lavado de cara, este dúplex no podría resultarles más acogedor.