Había una vez una masía de 1640. Había una vez una niña que pasaba los veranos en ella. Había una vez una montaña, vistas al mar, un jardín bajo las encinas y una casa con muchos escondites. Había una vez una niña que creció, se hizo mayor... Ana es su nombre y, cuando heredó este territorio amado de su infancia, pensó que el final de su cuento de hadas había llegado. Pero se armó de valor (y buenas ideas)... y lo volvió a escribir. ¿Entramos?

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En casa de Ana: la felicidad debe ser eso

En casa de Ana: la felicidad debe ser eso

Cuando Ana heredó la masía de su infancia jamás pensó que se convertiría en la casa de los sueños de su propia familia. Ahora, no lo cambian por nada del mundo. ¡Te lo enseñamos con vídeo! 

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Una casa de familia

Salón con arco que separa la chimenea y sofás grises.

Sofás y pufs de Formas, mesa de centro de Valentí, lámpara de sobremesa de Zara Home y alfombra de Papiol.

El Mueble / Stella Rotger

“Al poco de heredarla tuve que ponerla en venta porque costaba mantenerla. Ni bajando el precio se vendió. Y decidí que la casa, que ya había pertenecido a la familia un siglo atrás y que mi padre recuperó generaciones después, tenía que seguir con nosotros”, nos cuenta. Y nos fascina, porque si algo amamos es a las mujeres que luchan por lo que quieren.

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Preparada para la reforma

Comedor con gran estantería a medida y molduras en las paredes.

Mesa, de Los Mueble do George. Sillas, de Cad. Sofá. de Valentí.

El Mueble / Stella Rotger

La masía de sus mil amores está en Sant Andreu de Llavaneres, en la costa del Maresme. Ana y su marido dejaron Barcelona para reescribir allí su historia, aunque no todo fue color de rosa. “Me costó adaptarme, ¡soy urbana! Los terciopelos rojos, los muebles oscuros y las antigüedades que atiborraban la casa se me caían encima. Estaba embarazada y organizar los espacios era una pesadilla”. ¿La solución? Como tantas que nos llegan en la vida cuando pensamos que no la hay, fue casual. “Nos propusieron alquilar la casita de las antiguas cuadras, y fue un éxito. La casa principal era demasiado grande para los cuatro, así que pensamos: ‘¿y si la reformamos y la alquilamos? Y nosotros nos instalamos en la casita pequeña’”. ¡Bingo!

4.

El rincón del banco

Comedor con sofá recuperado al fondo.

Diván, de Valentí. Cojines, de Cado y Lu-Ink. Librería, recuperda y blanqueada.

El Mueble / Stella Rotger

Se pusieron manos a la obra. Blanquearon los paneles de madera de las paredes y los muebles. "Son de mucha calidad. Los diseñó en los años 70 Carlos Valentí, de la firma Valentí, que era amigo de mi padre", explica la dueña. Un ejemplo es el diván al fondo de este comedor. 

Para reformarla, contaron con la ayuda de Mercedes Pérez, de Renova Solutions. Ella fue quien recomendó utilizar la madera de roble para el parquet. 

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Unas impresionantes vistas

Zina exterior con comedor cubierta por una vela de sombre.

Mesa y bancos, de Renova. Cojines, de Filocolore.

El Mueble / Stella Rotger

El exterior tampoco se podía desaprovechar. Un comedor exterior, cubierto con una vela de sombreo y ubicado donde se disfrutan de las mejores vistas, fueron clave para conseguir que la propietaria se enamorara aún más de esta masía. 

6.

Una cocina con alma de interiorista

Cocina con isla con taburetes blancos.

Muebles de Bauformat Küchen en Renova, como la campana, las lámparas y los taburetes.

El Mueble / Stella Rotger

La decoradora Mercedes Pérez, de Renova, les ayudó en la reforma de la cocina y fie quien le recomendó esos azulejos artesanales que cubren las paredes.

7.

cocina con ventana abierta 00438316

Cocina con muebles de color gris, encimera negra y azulejos recuperados.

Mobiliario, de Bauformat Kutchen, en Renova. Encimera, de Dekton, color Zenith, en Renova. Revestimiento de baldosas Antic. en Renova.

El Mueble / Stella Rotger

“Elegí muebles de cocina con molduras y una gran isla aprovechando el gran espacio", explica. Y el resultado es una cocina de campo abierta y para disfrutar en familia. ¡Nos encanta!

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El mueble de de desayuno

Mueble de desayunos.

Mobiliario, de Baiformat Kutchen, en Renova.

El Mueble / Stella Rotger

Con en toda cocina El Mueble que se precie, no podía falta el mueble de desayunos. Se aprovechó un recoveco en la pared para hacerlo a medida y sacarle partido. ¡Lo tiene todo!

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Cocina creativa

Office con arrimadero de rafia y pared pintada.

Mesa y sillas y de Renova. Lámpara de techo, de un mercadillo.

El Mueble / Stella Rotger

La interiorista también fue clave en la elección del arrimadero de rafia del office, que aporta muchísima calidez y le da una unidad propia y un estilo único. En la parte superior, la pintura decorativa, obra de Stencil Barcelona, reproduce la receta del bizcocho preferido de la propietaria.

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Un office al lado. dela ccina

Office con mesa de madera y sillas blancas.

Mesa y sillas de Renova, mantel de Sacum y lámparas de mercadillo.

El Mueble / Stella Rotger

"Mercedes me aconsejó mantener la puerta en arco y situar allí el office", explica. Y nos extraña. Son estos pequeños grandes detalles los que convierten esta masía en un lugar único en el que desconectar. 

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El dormitorio principal

Dormitorio con pared con molduras pintada de verde.

Panelado de la pared similar en Orac Decor. Fundas nórdicas blanca y verde y plaid acolchado de Filocolore.

El Mueble / Stella Rotger

El dormitorio respira esa esencia de campo que consigue el trío de colores blanco, verde y natural. Pero no se quería perder ese aire clásico del resto de la casa, por lo que las paredes se decoraron unas bonitas molduras que acentúan siu estilo. 

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Un dormitorio con chimenea

Un dormitorio con chimenea

Mesa y butaca de herencia y flexo de Cado. En el suelo, estera de Gra.

El Mueble / Stella Rotger

Tanto el dormitorio principal como uno de los infantiles cuentan con chimenea, lo que acentúa más esa sensación de tradición que Ana quería conservar. 

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Aires campestres

Dormitorio con pared verde y molduras.

Cojines verdes y blancos de Filocolore, los floreados son de Cado. El espejo es de Sacum.

El Mueble / Stella Rotger

El verde también es protagonista en los complementos. Combinado con el color amarillo, el resultado huele a campo. 

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Un baño cómodo

Ban~o con ducha con panel fijo.

Ban~o con ducha con panel fijo.

El Mueble / Stella Rotger

El baño se planificó para que fuera cómodo. La ducha se creó con dos paneles de cristal fijos y las paredes se revistieron con baldosas, lo que ayuda a la sensación de amplitud y limpieza. 

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Su antiguo dormitorio

Dormitorio infantil con cabeceros en blanco y armario tupo puente

Cabeceros de herencia y guirnalda de Filocolore. Fundas nórdicas, manta y cojines de la misma firma. Alfombra de Gra.

El Mueble / Stella Rotger

Y para dar continuidad a este cuento, el dormitorio de sus hijas Alejandra y Valentina fue el suyo de niña. “Les encanta vivir en un lugar así. Alucinan con las historias de los mayores del pueblo, algunos de ellos ayudaron a levantar el muro del jardín”, dice.

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Piezas recuperadas

Dormitorio infantil con armario tipo puente con espacio para guardar.

Dormitorio infantil con armario tipo puente con espacio para guardar.

El Mueble / Stella Rotger

"Marcos, que nos ayuda desde hace años en la casa, pintó de blanco hasta los cabeceros antiguos. Así conseguimos aligerar la casa y darle luz", dice la propietaria. Un ejemplo son los cabeceros de herencia que protagonizan uno de los dormitorios infantiles, donde también se mantuvo el armario tipo puente, pero con un look más actual en blanco. 

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Al calor de la chimenea

Dormitorio infantil con chimenea.

Alfombra, en Gra. Taburetes de Filocolore.

El Mueble / Stella Rotger

En el dormitorio también se mantuvo la chimenea, aunque más como un recurso decorativo. Encima, un gran espejo amplía y da luz. 

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Otro dormitorio infantil

Dormitorio infantil con papel toile de jouy y dos camas-

Colchas y papel pintado con estampado Toile de Jouy.

El Mueble / Stella Rotger

En el otro dormitorio infantil el estampado Toile de Jouy es el protagonista. Se ha empleado tanto para las paredes como para la ropa de cama. Su efecto clásico y campestre son todo un acierto. 

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Con acceso al baño

Dormitorio infantil con papel Toile de Jouy y acceso al ban~o.

Dormitorio infantil con papel Toile de Jouy y acceso al ban~o.

El Mueble / Stella Rotger

Para mayor comodidad, este dormitorio cuenta también con un acceso al baño y la ducha, pero por separado. Y, en medio, unas puertas con molduras recuperadas que esconden los armarios.  

20.

Un banco de lectura a medida

Un banco de lectura a medida bajo la ventana.

Manta de Filocolore.

El Mueble / Stella Rotger

Lo encargó el padre de la propietaria, como los armarios. Además de ser un espacio para leer perfecto, cuenta también con almacenaje. 

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Alegría, también en el baño

Baño con azulejos y pintura decorativa.

Pintura decorativa de Stencil Barcelona. Alfombra de Gra y toallas de Filocolore.

El Mueble / Stella Rotger

Las caracolas pintadas del baño y las chimeneas de los dormitorios refuerzan esta sensación a tradición. “Es una casa única. Mi padre estaría orgulloso. Le di la vuelta a la situación”. Y colorín, colorado, esta historia ¡no ha acabado!

 

 

 

 

¿Quieres ver más? No te pierdas este vídeo en el que recorremos cada rincón de esta masía.