El pasado como finca agrícola de esta casa en el Ampurdán se siente y se subraya gracias al proyecto de reforma de Quintana Partners, quienes la han amueblado con piezas de anticuario y piezas a medida en sintonía con la esencia de la vivienda y el paladar de su propietaria, Emma. La casa se alquila por estancias cortas en cancasihouse.com.

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1.

Un exterior muy payés

Fachada de una casa de pueblo con porche con enredaderas.

La trepadora es una glicina. Mecedoras de Antic Centre. Sillas de Maisons du Monde.

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Emma tiene dos pasiones: el Ampurdán y la decoración. Y en esta, su nueva casa, les ha escrito una carta de amor a ambos. La ayuda de su hijo Benito hace de esta historia, además, algo especial. Él es socio, junto a Pol Castells, del estudio Quintana Partners, artífices de la reforma.

2.

Un porche para relajarse

Porche con vigas de madera y muebles de exterior.

Mecedoras y mesa de Antic Centre. Cojines de Filocolore. Suelos de toba recuperada.

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“Aunque era una finca agrícola de 1940, los anteriores propietarios ya la reformaron de manera muy inteligente, así que intervinimos poco en obra y más en interiorismo: cambiamos acabados, pinturas, combinaciones de materiales...”, nos explica Pol cuando llegamos. Por su parte, el jardín y el porche también recibieron unos cuantos mimos.

3.

Un recibidor atemporal

Recibidor con techos de bovedilla y puertas de madera acristladas.

Alfombra de BSB. Tinajas antiguas coleccionadas por la propietaria.

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El verde savia de la puerta de madera y cuarterones de cristal (atención a la tinaja centenaria, una de las pasiones coleccionistas de Emma, que la adornó con ramas de olivo del propio jardín). “Recuperamos los suelos de toba rojiza y, en el jardín, conservamos elementos como los olivos y la impresionante glicina del porche. Añadimos gravilla y las nuevas plantas (que separamos por variedades) son todas especies autóctonas, para que sea muy fácil de mantener el exterior”, nos explica Emma.

4.

Un salón que refleja una personalidad

Salón rústico con sofá blanco y otro morado de terciopelo.

Sofá blanco mod. Ascot de Crearte. El rosa es de Quintana Partners con tela de Dedar Milano. Mesas de roble antiguas. Lámpara de pie y espejo del Mercado de Las Pulgas de París. Alfombra de KP.

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“Ella tiene un gusto y un estilo muy femeninos. Por eso apostamos por elevar los interiores con toques de color, como el rosa antiguo del sofá de terciopelo del salón”, añade Benito.

5.

Un color para cada estancia

Salón con chimenea con acceo al comedor.

Butaca de Quintana Partners. Cortinas de Gu¨ell-Lamadrid. Mesas de centro antiguas, como el aparador tras el sofá. Cojines de Filocolore y Gu¨ell-Lamadrid.

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En cada estancia manda un color. En el salón es el blanco, que contrasta con el marco de madera de la chimenea, de un anticuario de Florencia.

6.

Un comedor para la dolce vita

Comedor con butacas tapizadas en morado.

Mesa de roble antigua y sillas con telas de Guëll-Lamadrid. Todo diseñado por Quintana Partners.

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Y en el comedor, nos encontramos con tonos oscuros, perfectamente engamados con el tono berenjena de la lámpara y las sillas, hechas a medidas por los interioristas. “Son sillas pero con las comodidades de un sillón, porque esta estancia está pensada para largas sobremesas”, prosigue Pol.

7.

Una cocina en la que pasar horas

Cocina rústica con isla de madera.

Toda la encimera de la cocina, así como el suelo y las baldosas son de origen. Campana de obra forrada de cobre. La nevera y los fogones son de Smeg. Las cortinas son de Gu¨ell-Lamadrid.

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Y, siguiendo por los colores, llegamos a la cocina, con paredes en un tono garbanzo. “Quería que fuera como una cocina antigua de campo inglés”, explica Emma, quien tuvo la idea de forrar la campana extractora de cobre, a juego con el menaje de anticuario que colecciona y que cuelga de la lámpara que, sobre la isla, diseñaron los interioristas para ella.

8.

Piezas cargadas de historia

Mueble recuperado creado con una antigua cajonera y estantes.

Sobre la cajonera de anticuario, mueble con estantes diseño de Quintana Partners, como los apliques y la lámpara de la isla.

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“El cartel de una vieja iglesia en pan de oro, el mueble organizador de cajones y un antiguo mostrador de tienda (la actual isla) son piezas de anticuario que ayudan a conseguir el aspecto de campo sofisticado pero rústico que buscábamos”, apunta Benito.

9.

El dormitorio con baño en suite

Dormitorio con cabecero tipo orejero.

Cabecero de Quintana Partners. Mesitas de noche de Antic Centre. Alfombra de KP, como la del vestidor.

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Y así llegamos al dormitorio. Siguiendo con el viaje cromático, aquí las vigas del techo de volta catalana se han pintado de un verde que enfatiza el color de las vistas.

10.

En el rincón de lectura

Rincón de lectura con chaise longue y cesta de mimbre.

Chaise longue de Crearte Collections. Lámpara de pie de Ceci Ferrero. Cesto de fibras de anticuario.

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En el suelo de esta estancia se ve el juego constante de toda la vivienda: sobre la base de microcemento (que los interioristas sometieron a un tratamiento para hacerlo más resistente) colocaron enormes alfombras de fibras naturales. “Son casi todas de sisal con acabado en lana, un efecto deshilachado que nos gusta”.

11.

Un baño al que teletransportarse

Baño con bañera y espejo envejecido.

Bañera de Duravit, diseñada por Philippe Starck. Sobre ella, espejo de Bicoca. Cuadros y puf de anticuarios.

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No hay ninguna pared ni puerta ni barreras entre el dormitorio, el mirador con su chaise longue, el vestidor a medida de Emma y el baño. Este parece una postal, con la bañera exenta y con su bellísimo espejo envejecido, montado sobre un marco de madera antiguo.

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