Desterremos la creencia de que todos los jóvenes son rabiosamente urbanitas. A Carolina Verdugo, interiorista y de 28 años, lo que le gusta es el campo. Vive en Madrid, porque es de aquí y aquí trabaja, pero ha sabido crearse su primer refugio con aires campestres y rústicos. "Mi madre es sueca, así que me inspiré en el estilo escandinavo, aunque quería que estuvieran presentes tanto la cultura nórdica como la española, con influencia de las casas de campo, un poco como en el sur de Francia. Pero no deseaba que fuera muy de lo uno o de lo otro. La casa es como yo, que soy una mezcla", nos explica. ¡Entramos!

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1.

Un solo espacio

Salón con chimenea.

La alfombra procede de Guáimaro y los cojines y las mantas son de Lexington.

El Mueble

El piso mide unos 43 m2 y cuenta con un regalo: su jardín, igual de grande, es una garantía de luz, alegría, "y de sentirme como en el campo, ¡lo que quería!", cuenta Carolina. La vivienda pertenece a su familia, que la tenía alquilada. "Hace un par de años se fue el inquilino. Decidimos renovarla porque estaba bastante antigua, la cocina estaba muy fea, y ya que yo estudiaba decoración me dije 'bueno, ¡a ver qué sale!". Ahora vive con su pareja en esta casita: tiraron tabiques y dejaron un solo espacio abierto y diáfano, con el dormitorio separado solo por el mueble blanco.

2.

Quería un look de casa de campo

Quería un look de casa de campo.

La mesita de centro es de la firma sueca Bruka. El cuadro que preside el salón es de Kenay. La mesa de la cocina es herencia.

El Mueble

"Había llegado su momento. Tiramos todas las paredes y apostamos por un ambiente diáfano, tipo 'loft'", explica la propietaria. En un hogar recogidito como este, Carolina prefirió que la pintura de las paredes fuera "clara para poder cambiar las cosas. Si te apetece variar, mejor renovar las telas del sofá y los cojines que el tono de las paredes", aconseja la interiorista. 

3.

Trucos de decorador

Trucos de decorador.

El sofá cama es de IKEA. La chimenea de gas es de A Fuego Chimeneas. Sobre ella, libros de Guáimaro. Los cojines verdes y el espejo provienen de Kenay.

El Mueble

Encima de la chimenea, un cuadro tipo ventana refleja la luz que entran por las puertas de cristal que dan acceso al jardín: "al contar con pocos metros, tuvimos que ingeniárnoslas jugando con trucos que amplían visualmente el espacio y lo hacen menos oscuro y angosto. Los tonos claros, el espejo, las puertas de cristal... todo fue elegido por un motivo", confiesa la propietaria. 

4.

Una cocina pequeña, pero muy práctica

Una cocina pequeña, pero muy práctica.

Los muebles de cocina son de MJ Figueroa. En la mesa, platos azules de Guáimaro. En el office, las sillas son de IKEA y las baldosas de Álvaro Guadaño.

El Mueble

Su rincón favorito (y puede que el nuestro) es la cocina-comedor: "es como mi rinconcito de hacer cosas", dice. “Necesitaba una cocina que encajara y no ocupara mucho espacio. Estuve en Marbella, y en una tienda vi algo muy similar, un mueble de una sola pieza, con las maderas blancas. Sobre todo muy original, pero chiquitito. Cogí la idea y hablé con un carpintero que conozco", detalla Carolina. "Y para el suelo, también en Andalucía, me di cuenta de que me encantan las baldosas de todo tipo, y pensé en ese trozo para poner solo en la cocina y delimitar el espacio. Finalmente, las trajimos desde Cáceres", añade. 

5.

La cocina tiene office y un mueble restaurado con la vajilla

Pasillo que lleva al comedor.

Office con sillas, de IKEA. Pavimento, de madera.

El Mueble

La mesa que completa el conjunto "es una mesa antigua que tenía de mi abuela, que es sueca, y el aparador lo compré en La Almoneda, la feria de antigüedades de Ifema. Me encantó. Llevaba bastante tiempo detrás de uno, pero de repente me lo topé, vi que encajaba perfecto y me lo llevé. Me sirve para guardar manteles y vajilla", añade. 

6.

Una librería con doble función

Una librería con doble función.

Salón con butacas, en Mimub. Mesa de centro, de la firma sueca Bruka. Librería, realizada a medida por un carpintero.

El Mueble

"Para tener un poco de intimidad y separar ambientes, creamos un mueble separador, una estantería que por el otro lado es mi armario". Hacia el salón, el mueble está abierto y sirve de librería- estantería. Hacia el dormitorio, tiene puertas para mantener el armario cerrado.

7.

Un dormitorio con jardín

Un dormitorio con jardín.

Dormitorio principal con cabecero realizado con tablones por Rue Vintage. Lámpara, en Mimub.

El Mueble

"En el dormitorio, únicamente puse cama, mesillas y sillas por si quieres dejar la ropa", indica. Carolina combinó un cabezal moderno de madera con una colcha floral -muy campestre- y objetos antiguos en la mesilla.

8.

Un baño a tono con la casa

Un baño a tono con la casa.

Baño, con mueble bajolavabo, realizado por MJ Figueroa. Espejo, en Mimub.

El Mueble

"Al baño también quise darle un aire campestre, para no sentirme tan urbana. Pusimos papel pintado de rayas en la pared, un toque joven. El suelo es azulejo de piedra, clarito, ¡super agradable!", señala Carolina.

9.

¡Qué suerte de jardín!

¡Qué suerte de jardín!

El juego de mesas y sillas de jardín es de El Corte Inglés. La manta es de Lexington y las flores provienen de Sally Hambleton. 

El Mueble

En Madrid tener una casita con jardín es ahora un gran lujo. Con una hiedra trepadora en la pared y una mesita tipo comedor exterior de hierro, la armonía se respira en este espacio al aire libre. Es una casita, una primera (y joven) casita de campo. ¡Pero qué casita más mona!

10.

43 m2 dan mucho de sí

Plano de la casita en Madrid.

Plano de la casita en Madrid.

El Mueble

43 m2 dan mucho de sí. Tiraron tabiques y dejaron un solo espacio, amplio y diáfano. ¡Ahora es el refugio de la ciudad I-DE-AL!