Hubo un tiempo en que en esta pareja eran sólo dos. Y hubo un tiempo en que la madera oscura era lo más en decoración. Pero las cosas cambian y si nuestra vida evoluciona, la de nuestra casa, también. “En la época en la que se diseñaron estas viviendas –en una urbanización del pueblo de Arties, en el Vall d’Aran–, se asociaba el confort a la madera oscura. La percepción ha cambiado y ahora son las maderas claras las que cumplen esa función”, explica Carolina Juanes, la interiorista que ha reformado este piso en el Pirineo catalán, de cerca de 80 metros.

Veinte años llevaban sus propietarios disfrutándolo, hasta que se animaron a reformarlo. Normal: cuando lo compraron, eran una pareja joven y sin hijos, enamorados del esquí y de este lugar de paisaje fascinante. Pero después de dos décadas, y de haber pasado de ser dos a cuatro con sus dos hijas, sus gustos y necesidades habían evolucionado. 

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1.

Sin grandes cambios, pero con nueva imagen

Aunque la idea de una casa renovada no pasaba por grandes obras ni por cambiar nada de la estructura. Por eso, la premisa de la reforma fue ganar claridad a través del color. “Era importante que la casa se transformara en una vivienda más moderna y diáfana”, señala la interiorista.

Butaca de Valentina Shop, jarrón verde de Mercader de Venecia.

2.

Las maderas claras triunfan

“Los dueños querían dar al piso un aire totalmente distinto; prescindir de maderas y carpinterías oscuras, renovar textiles y mobiliario e inundar la casa de luz”, comenta Carolina, que además matiza: "No nos conocíamos, pero habían visto mi trabajo en El Mueble y les gustaba mi estilo".

Cómoda antigua, lámpara Taller de las Indias. Alfombra de Lene Bjerre y perchero y banco de Bloomingville.

3.

Zona de estar muy montañera

Y, aunque su imagen cambió por completo, no se prescindió de la esencia que recuerda que están en el Pirineo catalán. La chimenea, forrada en piedra, sigue manteniendo su protagonismo e, incluso, resulta más llamativa gracias a la decoración en tonos claros. 

Sofá de Fama y mesa de centro de Brucs. Cojines de Teixidors, jarrón verde de Mercader de Venecia y alfombra procedente de KP.

4.

80 metros cuadrados muy acogedores

Se lijaron todas las maderas, desde la carpintería de puertas y ventanas hasta las vigas del techo, se dejaron al natural, y luego se les dio una pátina blanquecina. Y no se derribaron ni crearon nuevos muros. De hecho, el salón, comedor y cocina forman un único ambiente, que ocupa la mitad del piso

5.

Para toda la familia

El comedor lo forma una mesa cuadrada rodeada por un banco de obra forrado de madera, en forma de “U”. Las colchonetas lo hacen más cómodo y la madera se lacó en blanco para ampliar visualmente el espacio. 

Cuadro, de Taller de las Indias y sillas de Julià Grup.

 

6.

Aprovechando cada espacio

“El parquet se cambió –para poner uno más claro– y el mobiliario que lo permitía, como el banco del comedor, el armario del dormitorio principal o las camas de las niñas, se lacaron en blanco”, dice Carolina. Precisamente, esos son tres de los elementos estrella que ayudan a rentabilizar los apenas 80 metros del apartamento.

Lámparas de HKLiving. Colchonetas a rayas de Kirkby House. Reforma obra de Juan Daniel Rama.

7.

Una mesa para todos

Además de aprovechar cada milímetro, la mesa de comedor tiene espacio para todos los miembros de la familia ¡e invitados! Y es que el bando permite acoger hasta 10 personas en un espacio mini.   

Bote de cristal de Maisons du Monde. Boles verdes, individuales, jarra, platos y botellas de Zara Home.

8.

Textiles que abrazan

Carolina intervino también en la elección de los textiles: “Los engamamos en blanco, gris y color piedra”, una combinación que no pasa de moda y sirve para todas las estaciones. Ahora, la casa invita todo el año: en invierno, esquí, y en verano, paseos por la naturaleza. Fantástica manera de permanecer siempre joven.

Funda nórdica de Marc Alexander y cojines de Filocolore, Matèria y Teixidors. Banco de Bloomingville.

9.

El armario que todo guarda

Un gran armario da uso al espacio entre el dormitorio y el baño, donde además se guarda toda la ropa de la casa. Ya estaba en el piso pero se lacó en blanco para actualizarlo y dar sensación de amplitud. 

En el baño, mueble diseño de Carolina Juanes. Lavamanos de Noah, toalla de Matèria y grifería de Link.

10.

Habitación infantil con literas tipo tren

Las camas de las niñas se han proyectado en también en blanco, lo que ayuda a ampliar el espacio. Y se han diseñado con una estructura tipo tren que incluye almacenaje debajo.

Camas a medida, silla de Julia Grup, fundas nórdicas de Fine Little Day, alfombra de Bloomingville y manta de Filocolore.