15 pisos pequeños con plano con soluciones geniales y muy bien distribuidos

Este ático estaba muy compartimentado y su planta abuhardillada tampoco ayudaba. La clave para ganar amplitud fue abrir la zona de día y reorganizar el espacio, que ahora respira. Uno de los grandes favorecidos del cambio ha sido la cocina: ha ganado una isla con almacenaje y hasta una barra de desayunos.

El salón se ha organizado con dos sofás en "L" que dejan un pasillo cómodo hacia la cocina. Las fundas de los sofás en blanco suman claridad y el gran mueble bajo de 4 m² reúne todo el almacenaje sin recargar el espacio.

Este loft es pequeño pero no le falta de nada. Su distribución diáfana –cuenta tan solo con dos puertas: la de la entrada y la del baño– amplía los metros y deja que la luz campe a sus anchas, y las soluciones a medida exprimen cada cm al máximo.  

La decoradora Bárbara Sindreu se enfrentó a dos grandes retos con este proyecto: transformar un lúgubre local comercial de planta baja en una vivienda luminosa, y salvar la pared "con dientes de tiburón" del salón. Una distribución totalmente diáfana del espacio y el total look en blanco ayudaron a multiplicar la luz, y transformó esa pared en zig-zag en un gran mueble con diferentes profundidades que integra la librería, la tele, el armario del dormitorio y hasta la despensa.  

Una de las claves del éxito de la reforma de este piso fue la distribución diáfana de los espacios y la transformación de los pasillos en zonas de uso. Eso multiplicó los metros, que aunque son apenas 70 m², parecen muchos más.  

Menos es más. Y en este salón, proyectado por los arquitectos de Moser Mur Arquitectura se cumple a la perfección. Se optó por pocas piezas y de doble uso, como el gran puff que sirve de mesa de centro o el banco que es un chill out con maravillosas vistas. Y esto permitió liberar la zona de estar, lo que amplía la sensación de espacio. 

Una distribución diáfana en la zona de día, que permite disfrutar de las espectaculares vistas con las que cuenta este piso, y una organización muy ordenada de la zona de noche ha permitido exprimir los metros de este piso al que, ahora, no le falta de nada. 

La decoradora Marta Tobella organizó este salón pensando en sus increíbles vistas y, para no recargarlo, optó por pocos piezas pero cómodas, como el salón rinconero que regala muchas plazas de asiento pero sin ser un obstáculo para las vistas, o el aparador bajo, que sirve de mueble de la tele y oculta la maquinaria del aire acondicionado. 

Este ático parece mucho más grande de lo que en realidad es y la clave radica, por un lado, en la reorganización de los espacios para disfrutar de menos estancias pero más cómodas. Y, por el otro, en su terraza, que regala un espacio extra muy versátil. 

Los metros de este piso escaseaban pero derribando y moviendo tabiques se ganó más espacio y confort, además de llevar más luz a todo el piso. La cocina, con un acristalamiento, es más luminosa y al trasladar el comedor aquí –gracias al antigua lavadero– el salón ha "crecido".  

La decoradora Natalia Zubizarreta empezó por derribar el tabique del pasillo que encorsetaba el salón. Con ello se ganó amplitud, metros y claridad. Además, apostó por el blanco en paredes, tapicería del sofá y la alfombra, lo que contribuye a ampliar visualmente el espacio. El mueble antiguo completa el almacenaje y da personalidad. 

La clave de este piso fue derribar tabiques y dejar solo los estrictamente necesarios, y sacarle partido a su maravilloso patio de 80 m², que antes de la reforma era prácticamente impracticable debido a sus desniveles. Con la reforma se allanó ganando así un completo estar y comedor de verano. 

La cocina, con permiso del patio, es el corazón de este planta baja con vocación de casita. En un primer momento el espacio que ocupa debía ir destinado al salón, pero la propietaria priorizó contar con una cocina amplia y un comedor muy capaz. De hecho, ¡se han llegado a reunir 10 personas! 

Este piso es lo que se conoce como "quart de casa", un tipo de vivienda habitual en el barrio barcelonés de la Barceloneta. Aún siendo mini, se le ha querido dar un look muy cuidado, con madera panelada en la cocina y en el mobiliario del salón comedor. El blanco de las paredes contribuye a ampliar visualmente el espacio.

Un tabique separa la zona de día de la de noche. Al no llegar hasta el techo deja que la luz circule por ambos espacios y, a la vez, da más sensación de amplitud. Se ha completado con una corredera, que no resta ni un cm, y permite flexibilizar mejor el espacio. Descubre las ingeniosas soluciones para optimizar los metros de este piso. 

El salón está pensado para recibir, con un sofá amplio y cómodo, un puff a modo de reposapiés que puede servir de asiento extra y una butaca muy confortable. Además, el sofá se transforma en cama. El aparador ofrece mucho espacio para guardar, pero al ser blanco, como las paredes, no pesa visualmente. 

El espacio del dormitorio se aprovechó con un pequeño escritorio debajo de la ventana para poder trabajar. Para ocupar el mínimo espacio, se optó por un diseño de apenas 40 cm. Descubre este piso y copia sus ideas. 

Las medidas de las estancias de este piso se reparten según el uso y necesidades de sus propietarios. Donde pasan más tiempo es en el salón, así que éste se convirtió en el espacio más grande.

Decora, almacena y funciona para separar ambientes. Así es la librería de este piso que, por un lado es librería y, por el otro, el armario del dormitorio. 

Uno de los inconvenientes de este piso era su oscuridad. ¿Solución? Abrieron las paredes para dejar que la luz llegase a todos los rincones y cambiaron la cocina de arriba a abajo. Además, se eliminaron las puertas para conseguir un espacio homogéneo. 

Esta vieja oficina situada en una planta baja se convirtió en un luminoso loft. Dijeron adiós a los tabiques y sus propietarios hasta se permitieron tener una terraza con chill out. 

Invirtieron el orden de las estancias para aprovechar cada centímetro y el resultado fue espectacular.