Los amigos son de las mejores cosas que te puedan pasar en la vida, ¿o no? Compañerismo, risas, apoyo, una mano tendida cuando hace falta, ¡y buenos ratos! Y si tienes una casa así, debe ser para disfrutar y compartir con los que más quie-res, ¡mascotas incluidas!
“La casa está en Menorca, junto a una cala muy bonita. Era una parcela grande y la compramos entre cuatro familias de amigos, porque todos teníamos la ilusión de tener una casa frente al mar. ¡Ahora somos vecinos y amigos!”, cuenta Julia, la propietaria de esta bonita casa.
“Nos apetecía un lugar donde venir y disfrutar en compañía, una casa de verano donde pudiera venir mucha gente, pero para disfrutarla también el resto del año, nosotros y nuestras hijas, con sus amigos”.
La verdad es que la casa se presta, porque está llena de rincones cálidos, frescos, tanto dentro como fuera, y es tan natural como la isla. “La piscina en realidad es una alberca, ¡pero da fresquito! Hicimos una plataforma de madera, que es muy cómoda para poner tumbonas”, cuenta Julia. En el interior predominan el color azul que recuerda al mar y el color arena que transmite serenidad. Todo muy acogedor y natural, como en la cocina y en el salón. Porque a eso viene uno con los amigos a la playa, ¿no? A descansar y... ¡a ser feliz!