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¿Cómo puedo saber si mi casa está enferma?

"Cualquiera de nosotros somos perfectamente capaces para detectar si hay algo que no va bien en nuestro hogar si prestamos atención a nuestras sensaciones y reacciones de nuestro cuerpo", explica Montse Giménez, gerente de Habitasana. Algunos de estos síntomas más habituales son levantarse cansado, despertarse de manera habitual en plena madrugada o padecer insomnio. También descansar mal, sentirse irritable, fatigado o con dolor de cabeza.

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¿Qué enfermedades puede presentar mi casa?

Las más habituales según Montse, son las humedades, un exceso de carga de electricidad estática, un alto nivel de tóxicos en el ambiente o deficiencias importantes en la instalación eléctrica. Estas pueden generar campos eléctricos y magnéticos que acaben resultando nocivos para la salud.

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¿Qué pasa si tengo humedades en casa?

La humedad constante y permanente propicia el crecimiento de hongos que liberan esporas al aire, y sin percatarnos de ello las respiramos e ingerimos. "Estas esporas generan trastornos respiratorios, digestivos o incluso problemas de salud más graves si estamos largos periodos de tiempo expuestos a ellas, como puede ser el reuma y demás molestias óseas", explica Montse.

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¿Y si la carga eléctrica en casa es excesiva?

"Lo advertimos rápidamente porque te dan calambres si entras en contacto con materiales metálicos o se te erizan los pelos al acercarte a objetos de plástico. No solo se trata de una incomodidad puntual al tocar algún objeto, sino que la acumulación de electricidad estática provoca alteraciones del carácter, del estado anímico y, lo más preocupante, afecta a la calidad del sueño. Y, si perdura en el tiempo, puede provocar problemas más graves de salud", afirma Montse.

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¿Cómo me afectan los campos electromagnéticos?

"Lo más evidente es la sensación de cansancio o de insomnio provocando un estado de irritabilidad, nerviosismo y ansiedad sin motivos aparentes. Esto puede deberse a la influencia electromagnética que afecta directamente a la glándula pineal y la hipófisis, encargadas de generar la serotonina necesaria para la regeneración celular. Si se ve afectada, no hará su función, lo que provocará la muerte celular, principal causante del cáncer. Toda instalación eléctrica poco preventiva o defectuosa afectará a esta glándula encargada de nuestra regeneración celular", sostiene Montse.

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¿Qué pasa si hay un exceso de tóxicos en el ambiente?

Estas sustancias contaminantes del aire se desprenden de las pinturas, disolventes, barnices, resinas, plásticos... Y las afecciones más habituales están vinculadas con problemas respiratorios al inhalar estas sustancias. "Puede derivar en alergias crónicas, asma, bronquitis y demás afecciones que, según cada uno, podrá manifestarse de una forma u otra dependiendo de la sensibilidad y tiempo de exposición", sostiene Montse. 

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¿Qué puedo hacer para evitarlo?

"Para la construcción o la rehabilitación es importante tener en cuenta la radioactividad de muchos de los materiales utilizados en este último siglo, como el cemento gris, el gres, aislamientos basados en plásticos... Los profesionales de la Bioconstrucción nos decantamos por usar aquellos materiales tradicionales que han demostrado sobradamente su calidad constructiva y su nula afectación para la salud de los seres vivos", sostiene Montse.

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¿Cómo puedo tener unas instalaciones más saludables?

"En la actualidad ya tenemos materiales que sustituyen el PVC en lo referente a las instalaciones eléctricas, de agua y desagües. Para la electricidad, además, es muy importante tener en cuenta el apantallado de cableado y las cajas de derivación, sobre todo en las zonas de descanso para evitar las fugas electromagnéticas que afectan directamente a nuestro descanso. También conviene dejar una pared totalmente libre de cableado, preferiblemente la del cabecero de la cama", explica Montse.

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¿Cómo se estudia la salud de una vivienda?

"Lo primero es conocer el terreno al máximo. Esto requiere de un estudio de Geobiolología, que se realiza en un solo día, con la prospección del espacio por un profesional que localizará las corrientes electromagnéticas provocadas por las alteraciones telúricas del subsuelo. Y complementando este estudio se valorarán las ondas y electromagnetismo externo provocados por antenas de telefonía móvil, instalaciones eléctricas colindantes y demás", explica Montse.

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¿Cómo se corrigen sus problemas de salud?

Montse explica que, con la información extraída de los estudios, se determina el grado de afectación de cada estancia a nivel electromagnético, para redistribuir la  los muebles donde vayan a permanecer largos periodos de tiempo, descanso o de alimentación fuera de influencias patógenas. "Si esto no fuera posible, existen diferentes productos y materiales para eliminar o minimizar estas alteraciones. En este caso, para cada afectación el profesional experto en Bioconstrucción aportará la solución alternativa más adecuada".

La salubridad de nuestras casas cada día nos preocupa más. Al elegir los materiales o las piezas de mobiliario cada vez son más personas las que prestan especial atención a su origen, su proceso de fabricación, el material con qué se ha elaborado, su huella ecológica... Y todo para disfrutar de una casa más saludable y sostenible. Pero a veces, aún así, nuestra casa no presenta un buen estado de salud. Y nuestra calidad de vida se resiente por ello.

Ante esta situación, Montse Giménez, de Habitasana, recomienda asesorarse por un profesional especializado en Bioconstrucción, ya que pueden hacer un estudio completo de la vivienda –que suele hacerse en un solo día– y ofrecer en un plazo de unos tres días un diagnóstico. Y, con el diagnóstico, proponer soluciones y alternativas para mejorar la salubridad de la vivienda y corregir las posibles disfunciones.

Estos estudios pueden realizarse a la hora de adquirir una vivienda o plantearse una reforma, o una vez viviendo en ella si se detectan como recurrentes algunos de los síntomas mencionados en la galería. "Siguiendo los métodos tradicionales para la construcción, aprovechando los materiales nobles y de proximidad, teniendo el plano de geobiología acotado para evitar las zonas de alteraciones telúricas, trabajando muy conscientemente las aberturas de ventanas para garantizar una correcta ventilación y, a su vez, una perfecta hermeticidad en los cierres, consiguiendo unos buenos aislamientos de las fachadas para ayudar a un clima correcto y estable... podemos garantizar una vivienda que no nos agredirá en cuanto a lo que la salud se refiere", sostiene Montse.

"Si en las grandes ciudades los edificios se realizaran con morteros y materiales a base de cal, estaríamos creando multitud de pulmones que ayudarían a eliminar gran parte del CO2"

Entre estos materiales tradicionales, Montse destaca la cal y la arcilla, que ofrecen muy buenos resultados. "La arcilla es biodegradable, no emite tóxicos y proporciona aislamiento térmico, acústico y electromagnético, y una correcta ionización del aire al absorber y regular la humedad del ambiente. Actualmente ya existen soluciones constructivas prefabricadas como placas realizadas de arcilla y fibras naturales que sustituirían el pladur, morteros de arcilla que sustituirían los yesos rápidos, incluso pinturas". En cuanto a la cal, Montse destaca que es un producto natural, resultante de la cocción de una caliza más o menos pura y que es muy apreciada en la bioconstrucción gracias a sus múltiples propiedades. Por ejemplo, "es un gran regulador de higrometría, lo que regula la ionización del aire. Es un material con gran plasticidad y es resistente a los hongos y a las bacterias. Absorbe el CO2, por lo que mantiene una buenísima calidad del aire".

Precisamente, para evitar cualquier tipo de contaminación del aire interior de nuestra casa, Montse recomienda optar siempre por un mobiliario fabricando con piedras naturales, maderas nobles, barros y arcillas y asegurarse que estén fabricados como se ha venido haciendo tradicionalmente: con cola blanca, barnices o pinturas ecológicas al agua, aceites y ceras… Siempre que se pueda conviene evitar al máximo el plástico, el PVC y todo lo que intuyamos que contiene adhesivos, resinas y disolventes. Y es que, como resume Montse, "es probable que la vivienda sea la compra más cara que haremos en toda nuestra vida. Qué menos que sea la que nos proteja y no la que más nos enferme al concentrar en ella todos los tóxicos y patógenos, exponiéndonos y resignándonos a ellos teniendo la posibilidad de evitarlos".

Salón son sofás grises, plantas y decorado con madera. casa sana_480338

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