El sabor y el color tan exóticos de la fresa nos tiene a todas cautivadas. De hecho, su color rojo pasión hace que, muchas veces, las asociemos con el amor y con los placeres culinarios de más alto nivel, ¿quién puede resistirse, por ejemplo, a unas fresas cubiertas de chocolate? La única "queja" que podemos tener de las fresas es que no podemos disfrutarlas todo el año, son una fruta de temporada y su campaña de recolección se produce entre los meses de marzo y mayo. Bueno, esa "queja" ahora no nos sirve de mucho, porque justo ahora se han empezado otra vez a comercializar.

Y ha sido justo por eso, porque ya se ha estrenado su temporada de consumo, por lo que creemos que es el momento adecuado para explicarte la forma correcta de lavar las fresas. Según la AESAN, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, la mayoría de las personas no lo hacen bien, creen que con enjuagarlas con un poco de agua es suficiente y no es así: el agua no tiene poder desinfectante y no puede eliminar, por completo, los pesticidas o bichitos que en ellas se hayan escondido. Necesitas usar otro ingrediente en su lavado. Te lo contamos.

¿Por qué hay que lavar las fresas?

Todas sabemos que cualquier fruta o verdura hay que lavarla antes de consumirla pero, ¿lo hacemos correctamente? Aunque parezca una tontería, cuidar la forma de manipular y lavar frutas como las fresas es vital para nuestro organismo: cuando están plantadas en el suelo, están en contacto con pesticidas y otras sustancias que no son muy buenas para nuestro salud. Y ni qué decir tiene que están en medio de la naturaleza, así que pueden recibir la visita de bichitos que, aunque sean imperceptibles para nuestra vista, puede que se hayan escondido en algún lugar de la fresa, incluso, plantar sus huevos.

Por eso, las fresas no se deben lavar únicamente con agua, el agua limpia pero no desinfecta, así que puede, por ejemplo, llevarse a su paso el polvo o la suciedad que la fresa haya acumulado durante su cultivo o recolección, pero no tiene ningún efecto sobre los pesticidas. Para asegurarnos de que aprendes a lavarlas correctamente, hemos consultado lo que la AESAN dice de la forma correcta de lavar las fresas y desde la Asociación recomiendan usar, además de agua, otro ingrediente: la lejía apta para la desinfección de agua de bebida.

Detalle de manos lavando fresas

Usar solo agua no es lo correcto para lavar las fresas.

RBA

 

La forma correcta de lavar las fresas

Coge papel y boli y anota bien todos los pasos que debes seguir para lavar las fresas correctamente asegurándote de que se eliminan todos los pesticidas que en ella pudieran haber.

Materiales

  • Un bol
  • Agua potable
  • 4,5 ml de lejía apta para la desinfección de agua de bebida

Modo de empleo

  • Paso 1. Según la AESAN, todo empieza cuando vas a comprar las fresas en la frutería o en el supermercado. Debes elegir piezas que estén en buen estado y no estén magulladas, los bichitos montan su campamento en las zonas dañadas.
  • Paso 2. Antes de consumirlas, como ya sabes, debes lavarlas. Para ello, antes de empezar con el proceso de lavado, lávate muy bien las manos con agua y jabón. Este paso es fundamental para no transferir microorganismos o bacterias a las fresas.
  • Paso 3. Llena un bol con agua potable y añade 4,5 ml de lejía apta para agua de bebida por cada 3 litros de agua. Esta cantidad es equivalente a una cucharadita de postre.
  • Paso 4. Sumerge las fresas en esta mezcla y déjalas en remojo durante 5 minutos. 
  • Paso 5. Pasado este tiempo, sácalas del bol y enjuágalas muy bien con abundante agua
  • Paso 6. Por último, sécalas con papel absorbente de cocina y ya estarían listas para su consumo.